lunes, 30 de noviembre de 2009

El Papa Luna



Siento predilección por ciertos personajes históricos, todos ellos con la misma característica común. Se trata de hombres y mujeres que han tocado la gloria con las manos y, de la misma forma, han sido víctimas del más oscuro ostracismo, odio y rechazo por aquellos que antes los ensalzaron. Yo los denominaría perdedores de la historia. No, no diré nombres, pero poco a poco iré hablando de ellos. Quizá ese romanticismo que les envuelve, ese halo misterioso que les impregna, es el que hace que mi admiración sea máxima hacia ellos. Hoy, olvidados por la gran mayoría, solamente salen a relucir por un casual aparente para recordar lo que fueron.
Hoy hablaré de uno de ellos, Pedro Martínez de Luna. Es posible que el nombre no diga nada, pero si digo el Papa Luna, a algunos les sonará. Uno de los principales protagonistas del Cisma de Occidente, posiblemente la época más delicada de la historia de la Iglesia Católica. Una biografía apasionante, de un hombre convencido de su misión.

Hace años que lo “conocí” y me apasionó su vida, su existencia, todo lo que lo envolvía. Probablemente es el personaje que más me ha cautivado.

De ilustre y noble familia, Pedro de Luna fue el segundo hijo de Juan Martínez II de Luna y María Pérez de Gotor. Nació en el castillo familiar de su madre en Illueca (Zaragoza), hacia 1328. Recuerdo que la primera vez que visité el castillo, hace más de diez años, estaba en reformas, la última vez que estuve, hará tres años, lo habían convertido en una hospedería. Desde la cuna pertenecía a uno de los linajes más rancios de la nobleza aragonesa. Antepasados suyos asistieron a la toma de Calahorra al lado de Ramiro I primer Rey de Aragón y a la Batalla de las Navas de Tolosa, cuando las tropas cristianas de toda la Península consiguieron derrotar definitivamente a los musulmanes; hombres de su estirpe habían muerto en el Sitio de Fraga al servicio de Alfonso el Batallador y en los campos de Muret defendiendo inútilmente la vida de Pedro II; varones de su casta fueron testigos y protagonistas de las revueltas contra Ramiro II y contra Jaime I. En los últimos trescientos años, al menos un Luna se hallaba presente en cada acontecimiento de la Historia del Reino.

De acuerdo con la costumbre y la tradición, el segundón de los Luna y Pérez de Gotor hubo de encaminar su vida hacia los estudios y la carrera eclesiástica: con nueve años recibió la tonsura. El patrimonio familiar le permite realizar estudios en la afamada universidad de Montpellier, donde con veinte años se doctora en leyes y después en decretos. En esta universidad fue varios cursos profesor, alcanzando en ello notable fama. Durante sus años de estancia en Montpellier comienza además su carrera eclesiástica al recibir las órdenes menores.

Regresó a tierras de la Corona de Aragón y ocupó numerosos beneficios eclesiásticos -arcediano de Valencia, canónigo de Vich, de Tarragona y de Huesca, canónigo en Mallorca, etc., etc.-. Hasta que el 20 de diciembre de 1375, el pontífice Gregorio XI, accediendo al deseo de Pedro IV de Aragón, que buscaba recuperar influencia en la curia pontificia, nombra a Pedro de Luna cardenal, adscribiéndole a la basílica de Santa María en Cosmedín. Parte el nuevo cardenal a Aviñón, donde desde 1309 reside el papado, y que Clemente VI había convertido en estado pontificio. Sin embargo, en enero de 1378, Gregorio XI decide el regreso a Roma. Poco después muere el Papa. Su sucesión iba a ser compleja y muy discutida, los cardenales se vieron amenazados por el gentío que incluso llegó a entrar al lugar donde se producía la elección del nuevo Papa. El motivo es que querían un Papa italiano que devolviese el pontificado a la Ciudad Eterna. Salió elegido Urbano VI y los cardenales que no estaban de acuerdo con esta elección, bajo coacción decidieron huir a Aviñón. Allí eligieron a un nuevo papa, Clemente VII, provocando el Cisma de Occidente tras la elección consecutiva de dos sumos pontífices. Urbano VI residirá en Roma y Clemente VII lo hará en Aviñón. La mayoría de la curia huyó de Roma para unirse a Clemente VII.

En la obediencia a éste último, el cardenal Luna desempeñó muy importantes legacías, primero en los reinos de la península ibérica y luego en Francia, Inglaterra y Flandes, con el objetivo de conseguir la adhesión al papado de Aviñón. El éxito coronó su empresa en Castilla, Aragón y Navarra, aunque no en el resto de territorios. Por ello, tras la muerte de Urbano VI y la elección en Roma de Bonifacio IX, Pedro de Luna intentó la conciliación mediante la renuncia de ambos papas y el nombramiento de un nuevo. Ello le acarreó el distanciamiento de Clemente VII y su retirada a Reus. Tuvo que regresar al poco de haber llegado, debido al fallecimiento del papa Clemente. El 22 de septiembre de 1394, todos los cardenales de Aviñón se concordaron por vía de escrutinio y eligieron al cardenal de Aragón como sumo pontífice, con el nombre de Benedicto XIII.

El nuevo Papa que había firmado un compromiso para conseguir la unidad de la Iglesia, era sólo diacono. Por ello fue rápidamente ordenado sacerdote el 3 de octubre de 1394, y consagrado obispo y coronado sumo pontífice en la catedral de Aviñón el día 11 de octubre. Casi inmediatamente se reúne una gran asamblea de eclesiásticos en París para examinar las vías de solución del Cisma una vez más. La decisión tomada es la de proponer la abdicación de ambos papas.

Francia será la principal impulsora de esta solución, a la que se unen Inglaterra y Castilla, mientras Aragón permanece obediente a Benedicto XIII, cuyas convicciones han ido cambiando y que ahora se aferra a la idea de haber recibido un especial poder de parte de Dios que debe defender. En torno al Papa Luna se va creando un claro vacío de opinión, hasta que en julio de 1397, primero Castilla y luego Francia retiran su obediencia a Aviñón. Amenazados con la confiscación de bienes, 18 cardenales abandonan Aviñón. Quedaron sólo 6 cardenales fieles a Benedicto XIII.

Aviñón es cercado y sometido a duras penalidades, y finalmente el Papa Luna consiente en licenciar a sus tropas y se compromete a permanecer en el castillo de Aviñón, donde en realidad estará preso cuatro años hasta que es liberado. Entonces se produce una reacción a favor de Benedicto XIII y no sólo Aragón felicita al Papa, sino que Castilla e incluso Francia tornan a su obediencia.

Entretanto mejoraba la posición de Benedicto XIII, muere Bonifacio IX en 1403 y en Roma nombran un nuevo papa, Inocencio VII, que fallece en 1406. Su sucesor, Gregorio XII, parece estar más dispuesto a la conciliación. Aunque al final ni éste ni Benedicto XIII consiguen ni siquiera verse para llegar a un acuerdo. El abandono por parte de Francia de las filas de Aviñón provoca la celebración los concilios de Perpiñán y Pisa, reunidos por cada una de las partes. El primero no apoya con decisión al Papa Luna, y el segundo dicta sentencia contra ambos en 1409 declarando la sede pontificia vacante y nombrando a un nuevo papa: Alejandro V. Ahora el problema es tricéfalo debido a la existencia de tres Papas. Este fallece enseguida y le sucede Juan XXII. Pero Benedicto XIII se niega a reconocer al tercer papa.

La situación vuelve a estancarse, mientras Pedro de Luna permanece en tierras de la Corona de Aragón. En 1410 muere sin sucesión Martín I de Aragón y Benedicto XIII va a ser pieza importante en la decisión de los compromisarios de Caspe, que en 1412 nombran nuevo rey a Fernando de Antequera, proclive a la causa de Aviñón. El primer gesto de Fernando I fue ir a Tortosa a postrarse a los pies del Papa Luna que asistió a la ceremonia de coronación en La Seo de Zaragoza.

En 1413 el papa Juan XXII y el nuevo emperador Segismundo convienen en celebrar un Concilio General en Constanza, que se inicia el 1 de enero de 1415. El concilio consigue la renuncia de Juan XXII y de Gregorio XII, pero Benedicto XIII se niega a abdicar sino se cumplen una serie de condiciones que él basaba en el argumento de que él mismo era el único cardenal que quedaba de los elegidos antes de que se produjese el Cisma, y por tanto el único realmente legítimo. Se acuerda entonces en Constanza resolver el cisma sin el concurso de Benedicto XIII, que se había refugiado en Peñíscola. Ni siquiera Fernando I de Aragón le apoyará. Y por fin el concilio de Constanza resuelve sentencia contra él y el 26 de julio de 1417 le depone como papa.

Aislado en el castillo de Peñíscola permanecerá el Papa Luna fiel a sus convicciones y cada vez más solo, sin que ninguno de los intentos realizados - unos más aviesos que otros- por parte de los legados del nuevo Papa romano, Martín V, y de los príncipes cristianos abran mella en el ánimo del depuesto pontífice. Pedro de Luna muere creyéndose el legítimo ocupante del solio pontifical el 23 de noviembre de 1424. Su muerte sin embargo no se hizo pública hasta mucho después, cuando los cardenales que él había nombrado se hubieron repartido el tesoro pontificio. Su cadáver fue enterrado en un salón principal del castillo de Peñascosa, desde donde su sobrino Juan de Lanuza lo trasladó a la casa familiar de Illueca, donde permaneció hasta que debido a la invasión napoleónica, los franceses tiraron su cuerpo al río recuperándose, solamente, su calavera.

Es un personaje injustamente olvidado, siendo el primer Papa de nuestra historia (en Aragón presumen de ello y dicen "El primer Papa aragonés de la historia"). Está declarado como Antipapa por la Iglesia Católica. En el Concilio de Constanza se le condenó diciendo:


"Luna es un perjuro, contumaz, hereje causa y alimento de un largo cisma,... perezca en la memoria quien turbó a la humanidad, sea indigno de sus cargos y títulos y sea excluido de la Iglesia como rama seca y podrida".


Bien que se cumplió esa sentencia.

Era un erudito y se considera que su biblioteca era la más grande la época (superior incluso a la de reyes) con todo tipo de materias en ella.

Vivió hasta los 96 años, algo inaudito para la época, creyéndose Papa, de ahí la expresión “seguir en sus trece”, por Benedicto XIII, y después de sufrir varios intentos de asesinato. A su muerte ocurrieron más cosas, relacionadas con Él… pero eso ya es otra historia. El protagonista absoluto es D. Pedro Martínez de Luna, Benedicto XIII, el Papa Luna.

Ahora bien, la pregunta que puede ser motivo de debate ¿Era Papa legítimo? ¿No lo era? Como he dicho al principio, hace muchos años que lo descubrí, más de 15, he estado en el lugar donde nació, he visitado Aviñón y, por supuesto Peñiscola. He leído sobre Él tanto desde el punto de vista histórico, como desde el punto de vista religioso y, a pesar de todo, no sabría definirme de una forma aseverativa en uno o en otro sentido. Eso lo dejo al libre criterio de cada cual. Cuando me han preguntado, me he limitado a contar lo que sé y nunca me he posicionado. Siendo imparcial puedo entender razones a favor y en contra. En unos lugares he visto su escudo de armas con los atributos que corresponden a los Papas con la tiara, llaves de San Pedro, etc. (1), en otros lo he visto solamente como cardenal y no reconocido como Papa (2).


(1) (2)


Lo que sí que creo es que fue tratado de manera muy injusta, no ya por sus contemporáneos, sino por aquellos que han relegado su nombre al olvido, limitándose su recuerdo a un castillo en Peñíscola ¿Quién se acordaría de este personaje si no fuera por ese castillo? En unas líneas no se puede profundizar mucho en una biografía tan apasionante. Me he limitado a contar los datos más generales de este digno perdedor de la historia. Animo a todos a que lo descubran. No defraudará.

Añado este magnífico vídeo sobre su figura (darle al play).

sábado, 28 de noviembre de 2009

Estimado cliente


Estimado cliente:


Así empiezan las cartitas que los bancos suelen mandar al domicilio.

El otro día, hablando con un amigo, me contó lo que le había ocurrido con su banco. En su trabajo se habían retrasado en el pago de la nómina unos días. Cual fue la sorpresa que al poco tiempo le enviaron una carta en la que le decían que no había pagado un recibo al banco de 41,81 euros y que como consecuencia de ese impago le cargaban 30 euros por intereses. Desde luego que hay amores, o estimas, que mejor no tenerlos. Como tengo su permiso, aquí pongo el recibo escaneado para que se vea que es cierto.




El profesor que me daba economía solía decir que los bancos son fábricas de hacer dinero. Con el tiempo he entendido el significado de esa frase.

Está claro que las cosas son como son y que si uno firma algo tiene que cumplirlo pero ¿no pueden comprender que si una persona no paga es porque no puede? No es nada agradable recibir una cartita de estas en las que, si no estás lo suficientemente hundido, todavía te hunden más. Este caso no es el único. Estoy seguro que hay gente que vive, constantemente, con el agua al cuello. Así, por si fuera poco, por no poder pagar todavía se le sanciona con casi un 70% de la deuda (en este caso). Yo me pregunto; si una persona no tiene ingresos y tiene otras prioridades necesarias y no puede pagar a un banco ¿qué tiene que hacer? ¿atracar un banco? ¿ponerse a delinquir? ¿darse a la bebida para olvidarse?

La situación para mucha gente está mal. Mucho peor de lo que la gente se cree. Un país con casi 5.000.000 de parados es algo desastroso porque son muchas familias que no llegan a todo... y los bancos, esos a los cuales el gobierno les inyectó dinero, tienen que cobrar sí o sí, porque si no te penalizan y es peor. En esta sociedad una persona puede dejar de comer, ir con la ropa vieja o las zapatillas agujereadas... pero no puede dejar de pagar a los bancos.

Pues sí. Esto es el capitalismo. Esto es lo que oprime a millones de personas en todo el mundo y España no podía ser menos… por mucho que ZP y sus mariachis (sindicalistas incluidos) profanen la Internacional, con un pañuelo rojo anudado al cuello.

No quiero imaginar la situación de muchas familias. Pero todo esto sirve para darnos cuenta que vivimos en un país civilizado, porque con la que está cayendo es algo inexplicable que las masas, no hayan asaltado el Congreso de los Diputados, con los especímenes que lo frecuentan allí dentro, o la Zarzuela, a cuya parásita familia les pagamos (que se sepa) casi 9.000.000 de euros al año (aparte mantenimiento de inmuebles y servicios varios), o incluso los bancos que en estos tiempos ahogan al trabajador sin posibilidad de respirar ¡Y no! No estoy llamando a una sublevación, me caerían 30 años por ello y no me apetece nada, pero a buen entendedor...

Algo deberíamos aprender de los franceses, y su glorioso 14 de julio, y no solamente como se hace la tortilla.

lunes, 23 de noviembre de 2009

Españoles... Franco, ha resucitado


Así empezaba uno de los periodos más nefastos de la historia de España.






Afortunadamente el dictador ya murió, para vergüenza de este país de viejo y en la cama, pero al menos ya no está.

Pues bien, si la anterior entrada conmemoraba el hecho histórico de Arias Navarro anunciando tan esperado acontecimiento, en esta ocasión parece ser que se cumple aquello de mala hierba nunca muere.

Por lo visto las cosas van a cambiar en este país. Qué poco que dura la alegría en la casa del pobre. Seguro que los buenos españoles lo están celebrando escuchando zarzuela y brindando con un Rioja. Rouco mandará que suenen las campanas en todas las iglesias de España. En estos días de gran agitación política, solamente se salvarán aquellos que nunca han condenado el Franquismo, o sea, el PP. Bueno, este es el primer discurso de Franco, en su nueva etapa.



viernes, 20 de noviembre de 2009

Españoles... Franco, ha muerto


Todos hemos visto u oído a Arias Navarro, la noche que murió Franco. Aquí lo podréis recordar.





Como hoy se cumplen 34 años de aquella fecha, quería volver a revivirlo tal y como fue realmente. El vídeo anterior se grabó tras horas y horas de trabajo. Para que veáis lo difícil que resultó decir aquellas históricas palabras.



miércoles, 18 de noviembre de 2009

Premio a la Honestidad


Siempre es de agradecer cuando a uno le otorgan un premio. Es señal que la gente se acuerda de ti, puesto que estas cosas siempre se suelen hacer cuando uno ha pasado a mejor vida (mejor dicho a no tenerla).
Allá, en el país de los Andes, hay un bloguero que me ha concedido un premio, el premio a la Honestidad. Su nombre es Luis Alejandro, su blog El blog del Eterno Candidato.
Hace tiempo que lo descubrí, más de un año, pero hace apenas unos meses que comento en el. Evidentemente no lo conozco personalmente, pero por sus escritos se descubre a la persona. Se ve íntegro, afable y con una intelectualidad manifiesta que no logra disimular. Si hay blogs de visita obligada este es uno de ellos. Os lo recomiendo a todos.
Luis Alejandro gracias por este inmerecido galardón.
Quisiera dedicar y ofrecer este premio a todos aquellos que me leéis habitualmente, demostrando vuestra honestidad con este lugar.
Gracias a todos.

lunes, 16 de noviembre de 2009

Siento vergüenza


Tengo vergüenza. Sí, así es. Estoy avergonzado por ser valenciano. Nunca creí que diría esto y la verdad que no debería hacerlo de ser de tan magnífica tierra, pero es lo que hay. Sí, sé que no está bien. Siempre he llevado a gala mis orígenes. Me he enorgullecido de ser de la misma cuna de gentes como Vicente Blasco Ibáñez, el maestro Serrano, Joaquín Sorolla, Juan Peset, Concha Piquer, Miguel Hernández, Santiago Calatrava, Ausiàs March, Los Borgia, Nacho Duato, Vicente Martín Soler, Juan de Timoneda, Ruperto Chapí, Mariano Benlliure, Pedro Cavadas, y tantos, tantos otros que le han dado nombre y orgullo a mi tierra. Pero ahora hay un nefasto personaje que se pasa todo eso por sus narices, y ensucia y difama, la misma tierra de tan ilustres personajes.

Y digo esto porque me sacan los colores cada vez que alguien de fuera me dice: “Menudo personaje habéis elegido los valencianos”. Claro, yo, inmediatamente, digo que no tengo nada que ver, pero como siempre se tiende a generalizar pues me meten en el mismo saco. Además, quién no me conozca pero sepa mi origen, pues también me cuelga la etiqueta. Por eso me ruborizo cada vez que digo de donde soy.

El causante de esta vergüenza no es otro que el presidente de la Generalitat Valenciana, Francisco Camps. No, ahora no me pondré a explicar todas las cacicadas de este nefasto personaje, creo que de todos es sabido lo ocurrido estos últimos meses en Valencia (cuando leáis esto pensar que estoy metido en un saco, de cuclillas para que no me vea nadie). Lo último, lo que faltaba para escarnio de los valencianos, es la frase que este indigente moral le dijo al portavoz del PSOE, Ángel Luna, en Les Corts la semana pasada:


"A usted le encantaría coger una furgoneta, venirse de madrugada a mi casa y por la mañana aparecer yo boca abajo en una cuneta".


En un país decente, este tipo ya estaría relegado al más oscuro ostracismo. Pero esto es España. Hace falta ser muy ruin, amoral y abyecto para pronunciar, precisamente él, semejante barbaridad. Pongámonos en el lugar de la gente que ha visto como se han llevado a sus padres, hijos, hermanos, maridos en esos camiones y no los han vuelto a ver. Pongámonos en el lugar de esa gente que tiene a sus familiares en una cuneta, por culpa de los antepasados ideológicos de este tipo y por los colegas de partido que se niegan a “remover” el pasado. Cada cual que reflexione.




Precisamente, las palabras del que a partir de ahora me referiré como el innombrable, para no ensuciar mi blog con su nombre, me recuerdan el caso del abuelo de mi madrina. Una noche, ya acabada la guerra, se lo llevaron atado en medio de cuatro caballos del honorable cuerpo de la guardia civil, mientras su mujer y tres hijos pequeños estaban en la puerta de casa sin poder hacer nada. No lo mataron, pero lo soltaron a los tres años, ciego de por vida, debido a las palizas que había recibido. Y este sujeto se permite el lujo de hablar de esa forma. De hablar sobre furgonetas, salidas nocturnas y cunetas.

Lo que tengo claro es que si el innombrable se oliese algo parecido, ocurrirían dos cosas:

1ª) Saldría de su casa con lo puesto, seguramente con algún pijama regalado por el Bigotes.

2ª) Se pondría a llorar, diciendo que él es inocente que no tiene nada que ver y cual Vellido Dolfos, diría que se llevasen a otro en su lugar. Ya tiene experiencia en dejar que otros sean los que paguen sus culpas (que se lo pregunten al pijo ignorante de Costa).




Sinceramente, lo que más me jode de todo esto, y no tengo ninguna duda que así será, es que el PP volverá a ganar en la Comunidad Valenciana. No entiendo porque la gente es así de absurda. Un partido es capaz de poner al infame del pueblo, y por votar a las siglas, el tonto gana una alcaldía, en este caso la presidencia de una comunidad autónoma. Cuando esto ocurra, podréis pensar que los valencianos son estúpidos, ignorantes y todos los adjetivos descalificativos que se os ocurran, pero por favor también pensar que, al menos hay uno, que se avergüenza de todo ello.

No me cabe duda que este tipo volverá a abochornarme. Unamuno, en octubre del 36, dijo:

Pobre España, pobre España.

Me permito la licencia de decir:

Pobre Valencia, pobre Valencia.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Un muro simbólico



Estos días se celebra el vigésimo aniversario de la caída del muro de Berlín. La verdad que mi memoria histórica no recuerda especialmente esa fecha. Ante ciertas efemérides siempre se suele preguntar ¿Qué hacías entonces?, ¿dónde estabas?, ¿cómo lo viviste? Yo, la verdad que ni pajolera idea. Tenía 15 años así que supongo que sería un día de clase normal en el instituto.

Estos días no hago más que oír que el mundo cambiaba, que significaba la caída del comunismo y más cosas por el estilo. Es como el desfile de la victoria de alguien que derrota a su contrincante.

Personalmente no creo que el comunismo cayera con el muro. El muro simplemente es un simbolismo de algo, pero no es la caída de nada en sí mismo. Para analizar un hecho político como este deberíamos retroceder en el tiempo y analizar un poco la historia de la U.R.S.S. La historia, en general, es política. Se estudian acontecimientos políticos, da igual el siglo XX que el siglo X, todo es política. Por ello no es creíble que alguien diga que le gusta la historia pero que no le gusta la política. Es lo mismo que si alguien dice que le gusta leer pero no se ha leído el Quijote. Hay cosas inconcebibles y estas son algunas de ellas. Por lo tanto, decía, que habría que remontarse a los tiempos del Estalinismo y analizar el feroz régimen que era aquello, en nombre del comunismo.

A la muerte de Stalin, su sucesor Jrushchev, empieza a romper de forma lenta con el régimen anterior, siguiendo con Brézhnev y ya de una forma más pronunciada con Andrópov y Chernenko. Con Gorbachov, se podría decir que la U.R.S.S. solamente era un recuerdo. Por lo tanto, ese hipotético muro no cayó un día, se iba degradando poco a poco hasta quedar en nada.

Como decía antes, ese día es importante por el triunfo de una ideología sobre otra, su antagónica, el capitalismo.

Ahora bien. He oído a gente echar pestes contra el comunismo. Ideológicamente no soy comunista, pero tampoco puedo llegar a entender muy bien que tiene de malo un comunismo bien aplicado. No, no me estoy refiriendo a regímenes totalitarios como los de Stalin, Ceaucescu o Pol Pot, simplemente me estoy refiriendo a un uso racional de la ideología. Por ejemplo, Hitler, Mussolini y Franco lo odiaban a muerte, eran anticomunistas y no voy a descubrir a estos personajes. La Iglesia Católica no se define comunista y tampoco voy a explayarme con ella. Simplemente me refiero a una buena práctica de estas ideas. Visto desde un punto de vista, quizá un poco romántico, creo que hubo un tiempo que supuso una liberación para la clase trabajadora de principios del siglo XX, una esperanza, pero al final, acabó convirtiéndose en pesadilla por una mala aplicación, no por ella misma en sí. La verdad que es un tema bastante extenso y complicado el discutir sobre ideologías y consecuencias, y además, no soy el más indicado para analizar las bondades y miserias de uno y de otro. Por lo que haya sido el comunismo ha fracasado. Ahora bien ¿podemos decir que el capitalismo es la solución a todo? Estamos viviendo en estos tiempos siguiendo esta doctrina y no hace falta explicar la situación. La grave crisis que nos azota es consecuencia de un capitalismo exprimido al máximo ¿podríamos decir que llegamos a su fin? ¿sería lógico pensar que algún día caerá su muro? y lo que más me intriga, es que si el comunismo ha fracasado, el capitalismo lo está haciendo... ¿Qué vendrá después? Como decía un ciego, ya veremos.



P.D. Los lameculos oficiales se llenan la boca diciendo que el rey es el mejor representante de los intereses de España en el extranjero. Pues bien, no he oído que el Borbón, esté intercediendo por los marineros del Alakrana con su homólogo somalí. Seguramente estará negociando en algún país, que el empresario de turno, monte allí sus empresas, para forrarse todavía más (supongo que alguna comisión le caerá). En fin esto es lo que tiene el capitalismo.

P.D.2 Espero que se solucione, de la mejor manera, lo de los marineros secuestrados.

sábado, 7 de noviembre de 2009

Mis silencios


Sí, siempre hay algo que contar, por nimio que sea. Por eso escribo estas palabras, por decir algo.

Siempre me han dicho que no hablo de mí, que no cuento mis cosas. Es cierto. No me gusta. Si me siento defraudado con alguien, o algo, tengo que asimilarlo en soledad. Si he perdido la motivación ocurre lo mismo. En ocasiones me han dicho que no digo lo que siento y también es verdad. Omito hablar de mis sentimientos porque temo que pueda resultar en un futuro, comprometedor, por lo tanto, prefiero demostrar las cosas, o dejar ligeras pinceladas de palabras en ocasiones, pero no resultar empalagoso. Es tan sencillo decir “te quiero” por un momento puntual, entre sábanas la mayoría de las veces, que me da miedo que me lo digan. Evidentemente yo no lo haré. Hay otras palabras más adecuadas, pero hay que saber encontrarlas y no es el momento.

Ahora es una de esas veces que cualquiera me preguntaría ¿qué te pasa? Y yo respondería que nada. Pues eso, no me pasa nada, simplemente quiero que respeten mis silencios.

martes, 3 de noviembre de 2009

Ágora



Hacía años que no veía una película como esta. Hay películas buenas, que vale la pena ver y una vez vistas te quedas con una buena sensación. Pero hay otro tipo de películas que no solamente son buenas sino que, aparte, remueven algo en mi interior que hace que me enamore del personaje, que quiera ser como él, que yo mismo me vea allí dentro porque dice lo que yo pienso.
Este grupo es minoritario respecto al primero. Podría citar películas como Braveheart o El club de los poetas muertos. Que no solamente son magníficas, sino que me hacen sentir una profunda admiración hacia el protagonista principal.
En este caso ha sido algo mucho más allá. Ha sido, sí lo reconozco, un amor platónico hacia el personaje, la persona, la esencia, una mujer que amaba la cultura, el conocimiento, el saber ¿Dónde estás Hypatia?
Es fácil imaginar la situación de la época para alguien como ella. Del mismo modo se puede entrelazar una pregunta relacionado con todo ello ¿Por qué no ha habido más mujeres cómo ella? ¿Por qué destacaban únicamente los hombres? Son cuestiones que tienen respuesta si vemos la evolución de la historia y el papel muy secundario que se le ha otorgado a la mujer. Dudo mucho que no hubiera podido existir una Leonarda, una Cervantes, una Rafaela, una Galilea… y así todos los personajes que queramos cambiados al sexo femenino.
Hypatia tiene el privilegio de ser la única mujer del famoso cuadro de Rafael, La escuela de Atenas.



Es una película que describe muy bien lo que es un fanatismo. Hoy, esos que llamamos talibanes, no dejan de ser más que sucesores de los antiguos cristianos, en cuyo nombre de dios era suficiente para matar. Nunca he entendido las religiones, ni a los dioses, ni a todo lo que deriva de ello. Cuando alguien me ha preguntado si soy creyente, siempre le he contestado que mi ignorancia está llena de otras cosas, y no quiero serlo todavía más. Pero el tema no es este. Se trata de la intolerancia y la falta de razón en nombre de un dios.
La protagonista me ha cautivado. Tener a una mujer así cerca, con la que poder compartir diálogos acotados para dos, hablar de historia, filosofía, arquitectura, literatura, política sin cansarse, sin importar nada. Hablar de algo más que de lo caro que está el pescado o de los chismes del resto del mundo es algo que no tiene precio. Son mujeres excepcionales, únicas. Son Alma diferente.
Sinceramente, os recomiendo la película. Por favor, no dejéis de verla.