sábado, 30 de mayo de 2020

Cuando suena Caruso


Tiene algo esta canción, no sólo la letra, lo que me transmite…
Suena… cierro los ojos e imagino una habitación en penumbra, solamente iluminada por la luz que pueda entrar desde el exterior.
Un sofá y un hombre sentado en él… con una ragazza… sentada entre sus piernas, mirándolo. Ella rodea su cuello con los brazos y él, con sus manos le acaricia la cara y enreda sus manos en su pelo, hasta que bajando sus dedos se entrecruzan por detrás del cuello, enmarañándose su melena entre ellos.
Sus rostros están cercanos y él le susurra:

Te quiero mucho… ma tanto, tanto bene sai?

Ella sonríe y comienza a moverse lentamente, muy despacio, hacia adelante y hacia atrás, como el reflejo de la luz sobre la superficie del mar…
Él se siente morir… porque nunca había sentido nada igual…la dulce muerte para renacer en el cuerpo de una diosa.
Una lágrima sale de su rostro y le repite susurrando:

Te voglio bene assai… mucho, mucho, ¿sabes?

Y siente como su sangre hierve mientras ella continúa con el mismo movimiento…
Nada de lo que suceda fuera importa y ese es el escenario en el que él es actor principal de la mejor ópera jamás escrita. Se siente Caruso tocando el piano, mientras sus dedos acarician la espalda de la ragazza y le susurra:

Te voglio bene assai… ma tanto, tanto bene sai?

Los dedos de sus manos se entrelazan mientras ella, sin cesar con su lento movimiento, como el reflejo de luces sobre el mar, se separa y lo mira, con ojos que expresan lo que sucede.


Con esa mirada olvida todo lo anteriormente vivido, siente que ha acabado, se siente feliz y vuelve a repetir.

Te quiero mucho… mucho, mucho, ¿sabes?

Sí… todo esto, y más, me evoca cada vez que escucho esta canción y en la voz del gran Pavarotti se podría casi, casi vivir...
El reflejo de las luces sigue oscilando lentamente sobre el mar...


sábado, 23 de mayo de 2020

Amar



Amar es mucho más que decirlo. Se jura amor cuando se dice: “... prometo serte fiel, amarte, cuidarte y respetarte, en lo bueno y en lo malo, en la riqueza y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad, todos los días de mi vida”. Pero en el peor (o en el mejor) de los casos, estas promesas se quedan sólo en un rito nupcial. A veces simplemente quedan en palabras dichas por tradición, porque no queda más remedio que decirlas.
Amar es sonreír, aunque la vida apriete; siempre habrá un momento para dibujar en tus labios una forma convexa. Perder la vergüenza y mirar embobado a la otra persona. Por muchos rostros que haya a tu alrededor, tu vista sólo tendrá la dirección de su rostro.
Amar es confiar. Es entregarte por completo a otra persona, dejar que mire debajo de tu coraza y, aun así, no sentirte vulnerable. Es saber que ese alguien no te juzgará por todo lo que escondes, sino que confiará en ti para que tú mismo mires debajo de la suya.
Amar es arriesgar a pesar de que se puede perder. Es aceptar que un día pueda llegar a doler y, a pesar de ello, entregarse sin miedo y apostarlo todo por un futuro a su lado.
Porque sí. Porque amar es tan complicado y sencillo al mismo tiempo que a veces nos olvidamos que lo verdaderamente importante es el camino, es disfrutar de la sensación de estar enamorado, de ser fiel a tu pareja y a ti mismo y tratar siempre de mirar hacia delante mientras crecen fuertes los cimientos de todo eso que se crea juntos.
Amar es darlo todo, vaciarse cada día y volver a llenarse una y otra vez con el amor y la alegría que te regala tu pareja. Es estar con alguien y al mismo tiempo ser libre para poder elegir seguir enamorándote cada día de la misma persona.
Porque el adverbio de ‘amar’ es ‘te amo’ y eso debe ir más allá de palabras pronunciadas… cuando se ama no es solamente en lo bueno, en la riqueza o en la salud; también en lo malo, la pobreza y la enfermedad, ya que, de lo contrario, sólo queda en eso… en cinco letras que suenan muy bien.
Bueno… quizá yo tenga un sentido un tanto distorsionado de lo que es el amor, pero a estas alturas será difícil, casi imposible, cambiar.

sábado, 16 de mayo de 2020

El Moisés de Miguel Ángel



Personalmente creo que El Moisés de Miguel Ángel, que forma parte del conjunto escultórico de la tumba del Papa Julio II, es quizá la mejor creación escultórica que se ha realizado jamás, seguida muy de cerca por La Piedad, del mismo autor.
He estado tres veces en Roma. La primera vez en viaje de fin de curso del colegio, la segunda con el instituto y la tercera por mi cuenta.
La primera vez que la vi fue en el segundo viaje y tengo que reconocer que es algo indescriptible. Estar delante de ese coloso te hace sentir pequeño. La última vez, como iba por mi cuenta, estuve más de una hora observándola.
Yo no soy un experto en arte y mucho menos lo soy en escultura como para hacer una descripción de esta maravilla, por lo que si queréis conocer más sobre ella os recomiendo que busquéis en la red, donde encontraréis información mucho más completa de la que yo podría facilitar.
No obstante, sí que puedo contar una curiosidad al respecto… más bien dos versiones del mismo hecho.
Cuando Miguel Ángel acabó la escultura era una cosa tan perfecta que le dijo “levántate y anda”. Evidentemente que es un elemento de piedra y eso es imposible, por lo que el escultor, en pleno delirio, comenzó a darle mazazos hasta reducirla a pequeños trozos y cuando volvió en sí decidió volver a esculpir otro Moisés (el actual), pero no pudo moldearlo tan perfecto.
La segunda versión, después de decirle “levántate y anda”, al no obedecer le dio un martillazo en la rodilla y, por ello tiene esa pequeña marca en ese sitio.


Las dos versiones me parecen igual de apasionantes para darnos cuenta de que estamos ante algo irrepetible y único.

sábado, 9 de mayo de 2020

Loving Vicent


No podría definirse como una película de dibujos animados; tampoco biográfica, cuente la vida de un personaje. Simplemente es una película con óleo en movimiento, la primera de la historia.
‘Loving Vicent’ es una obra de arte, tanto cinematográfica como pictóricamente, que no deja indiferente a nadie. Una de esas películas que lamentas no haber visto antes. Estamos ante una joya que muy poco conocen. El universo de Van Gogh, uno de los genios malditos de la historia, delante de nosotros… ¿qué mejor forma de evadirnos de este mundo para introducirnos en otro? Os la recomiendo.


Pinchar sobre la imagen para ir al enlace de la película

martes, 5 de mayo de 2020

Oportunidades



Quien me conoce sabe que soy una persona que no toma decisiones a la ligera, que analizo todas las posibilidades que pueden existir y que no doy un paso hasta no haber visualizado las consecuencias del mismo.
Tanto a nivel laboral como sentimental nunca me he dejado llevar por impulsos. No me he dejado llevar por la codicia cuando se ha presentado una oportunidad de sacar un buen beneficio, pero que el riesgo fuera importante. Igualmente me ha ocurrió a nivel sentimental, no me he encandilado por cantos de sirena que sólo eran eso, cantos que endulzaban el oído, pero que una vez acabase la música quedarían en nada. Esto enlaza con la entrada en la que finalizaba que hay que ver las cosas en positivo. No, no significa que estemos bailando y sonriendo como que aquí no ha pasado nada, porque no es así, pasa.
Voy a contar un poco mi experiencia.
Hace un par de años hice un trabajo que no me pagaron, 8.300 euros. Gané el juicio, recurrieron y con esta situación se ha parado un poco el siguiente juicio que ya será definitivo.
El año pasado, la compañera de trabajo de un amigo dejó de pagarme 7.500 euros. Aquí no pude hacer nada, ya que al ser compañera de uno de mis mejores amigos me fie (mal hecho por mi parte) y no le hice firmar nada (mi amigo no se habla con ella). Es decir, estamos hablando que ‘me deberían’ 15.800 €.
En el mes de agosto comencé unas obras que acabé en marzo, pero como me debían el dinero que he dicho anteriormente necesitaba liquidez y eso hizo que tuviera que meterme en créditos, con lo que ello supone, aunque afortunadamente tenía un dinero del que he tenido que hacer uso.
Con esta crisis he perdido, mejor dicho, no he podido hacer ciertos trabajos que tenía contratados y he tenido que aplazar hasta no sé cuándo.
¿Qué significa lo anterior? Pues que de una u otra forma hay que seguir adelante. Si la primera vez que no me pagaron me hubiera derrumbado es posible que no hubiera hecho más cosas. Que las cosas cuestan, que hay que estar muy seguro de lo que se hace y que las circunstancias han hecho que cuando se trata de trabajo, es decir, de dinero, mi corazón se haya vuelto una piedra. Tengo amigos que se han arruinado, algunos han perdido hasta la casa, y cuando hablo de ruina no hablo de cantidades pequeñas, me refiero cifras que pasan de los 80.000 euros y no, yo no me quiero ver así.
Esta situación en la que estamos, extrapolándolo a lo que he contado anteriormente, no es nueva para mí, porque me he visto en situaciones complicadas y de todas he salido y esta no será distinto. El trabajo no me falta y aunque siempre podrían ir mejor las cosas en una situación normal no puedo quejarme para lo que se oye y se ve en televisión todos los días. Cuando esto se normalice, en el momento en que el Gobierno diga que todo vuelve a la normalidad, yo volveré a continuar con mi ritmo habitual, que si ahora es constante luego lo será más.
Sí, mi caso es distinto al de muchos trabajadores que están en una fábrica o trabajan para otros y que, posiblemente, han que quedado en paro o verán peligrar su puesto. Pero una cosa hay que tener en cuenta y es que, como contrapartida, mi riesgo (y hablo a nivel económico) también es mucho mayor.
Es por ello que en la entrada que decía acababa con un mensaje de optimismo al que hay que aferrarse, simplemente hay que esperar la oportunidad a que pase y entonces que no se escape.
Y, como he dicho al principio, no solamente a nivel laboral, también en el sentimental. La vida son oportunidades que pasan… simplemente hay que esperar a que llegue la de uno. La séptima ola.


PD. El dibujo que he puesto me parece muy ilustrativo de lo que estoy diciendo. Hay varias opciones para elegir. Simplemente hay que analizarlas detenidamente, los pros y los contra, y tomar la correcta.

sábado, 2 de mayo de 2020

Esperanza


Esta situación que estamos viviendo a nadie se le escapa que es trágica. A mi alrededor, hable con quién hable, siempre acaba surgiendo el pesimismo por lo que está por venir. Y yo me pregunto, ¿qué está por venir? Nadie dijo que la vida fuera fácil.
¿Nadie tiene esperanza en un futuro mejor?
¿No hay nadie que puede pensar que la vida le puede ir mejor?
Yo, para qué decir lo contrario, no voy a decir que sea el más optimista del mundo, porque creo que ser excesivamente optimista es pintar un mundo irreal que no existe… pero tengo esperanza. Esperanza en un futuro mejor; un futuro a la vuelta de la esquina y que hará que la vida sea algo hermoso por lo que pasar.
A mí lo que me da esperanza es esto… esta mirada.