martes, 13 de mayo de 2008

Una ilusión

Quisiera saber donde nace el aire
y donde llega la dicha de tu mirar,
pues si miras con donaire
como a una diosa te tengo que adorar.

Las estrellas te miran en alegre parpadeo,
el rocío son lágrima de alegría
para que tú siembres al caminar
la ilusión alegre de tu simpatía.

Cuando tú no estás la sombra me rodea,
mi corazón en tristeza, humilde, quiere llorar
pues la luna, seria, no parpadea,
la alegría se apaga y nadie quiere cantar.

Pues eres para un poeta el canto armonioso
y en la vida una preciosa sinfonía.
Y al mirarte, escucharte yo me siento dichoso,
pues quiero para mí tu eterna compañía.

Eres el agua transparente y cristalina
en un manantial de ilusión y amor.
Tú pareces la tierra pura y fina
que todo lo transforma con fulgor.

Ojos soñadores de rara belleza,
traspasan los límites de la fantasía
como pétalos que despiertan una dulce pereza
en el jardín que dibuja la loca sinfonía.

Niña, gracias por tu presencia.
Eres la savia que mi vida espera,
pues de mi jardín eres la esencia
y en mi corazón tú la primera.


Cuando leas esto sabrás que pensaba en ti. Sabrás que lo sigo haciendo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Un sueño difícil de encontrar...el precio de jamás olvidar...de siempre recordar...de sentir su ausencia... momentos nostálgicos... débiles... cambiar un sueño por otro...