Se funde la leyenda con la realidad. Es difícil conocer que parte pertenece a cada cual, puesto que apenas hay datos lo suficientemente claros como para poder establecer un paralelismo entre ambas situaciones.
La Dolores es, posiblemente, la más famosa jota que existe, la que al mismo tiempo le da fama a la ciudad en la que transcurre la acción, Calatayud.
La Dolores, ciertamente fue un personaje real. Su nombre verdadero era María de los Dolores Peinador Narvión. Hija de un militar gallego (D. Blas) y una distinguida bilbilitana (Dª Delfina Manuela), nació un 13 de mayo de 1.819.
Cuando Dolores tenía seis años, su padre fue nombrado alcalde de Daroca y dos años más tarde (1.827) murió su madre, dejando una fabulosa herencia a sus hijos que administró su viudo.
D. Blas se volvió a casar y continuando con su carrera política fue nombrado alcalde de Gerona, para pasar a ser juez de primera instancia. Parece ser que con tanto ajetreo político, la herencia que había dejado su mujer no salía de sus bolsillos.
Cuando Dolores cumplió 20 años, era una hermosa mujer que atraía a paisanos más distinguidos. Sin embargo esta decidió casarse en secreto (San Miguel de los Navarros, Zaragoza, iglesia que todavía existe) con Esteban Tova, un andaluz que acababa de dejar el ejército y que lo que, por lo visto, más le gustaba de su mujer era la herencia que no había recibido.
Como pasaba el tiempo y la herencia no llegaba, decidieron meterse en largos pleitos hasta que, por fin, la herencia va a sus beneficiarios.
Se ha calculado que hoy en día serían más de 60 millones de euros y sin embargo, entre los numerosos gastos del andaluz y la ayuda de la aragonesa quedaron arruinados.
La fama de La Dolores comenzó a tomar cuerpo en Calatayud, en donde vivieron hasta mediados de siglo con los cuatro hijos que nacieron en esta población. Después se fueron a vivir a la calle de la Ballesta (Madrid), teniendo dos hijos más hasta que a la edad de 71 años y viuda se traslada a pasar los últimos años de su vida a la calle Jardines. El 12 de agosto de 1.894 falleció, reposando en el cementerio de la Almudena.
Esta es la que podríamos definir como la verdadera historia de La Dolores. La parte de leyenda es una copla anónima que cuenta las aventuras de una joven honesta y caritativa que sirve en un mesón de Calatayud. Seducida por un barbero llamado Melchor, es pretendida, a la vez, por Patricio, un rico mercader y por un sargento petulante llamado Rojas. De la muchacha se enamora locamente el seminarista Lázaro, sobrino de la mesonera. La historia termina con la muerte de Melchor al recibir una puñalada de manos de Lázaro.
¿De dónde surge la copla?
¿Qué fundamento tiene?
Son preguntas de muy difícil respuesta, que posiblemente nunca se sepan. Sea lo que sea es indiscutible que fue una mujer de gran relevancia que no dejó indiferente a sus coetáneos.
La Dolores es, posiblemente, la más famosa jota que existe, la que al mismo tiempo le da fama a la ciudad en la que transcurre la acción, Calatayud.
La Dolores, ciertamente fue un personaje real. Su nombre verdadero era María de los Dolores Peinador Narvión. Hija de un militar gallego (D. Blas) y una distinguida bilbilitana (Dª Delfina Manuela), nació un 13 de mayo de 1.819.
Cuando Dolores tenía seis años, su padre fue nombrado alcalde de Daroca y dos años más tarde (1.827) murió su madre, dejando una fabulosa herencia a sus hijos que administró su viudo.
D. Blas se volvió a casar y continuando con su carrera política fue nombrado alcalde de Gerona, para pasar a ser juez de primera instancia. Parece ser que con tanto ajetreo político, la herencia que había dejado su mujer no salía de sus bolsillos.
Cuando Dolores cumplió 20 años, era una hermosa mujer que atraía a paisanos más distinguidos. Sin embargo esta decidió casarse en secreto (San Miguel de los Navarros, Zaragoza, iglesia que todavía existe) con Esteban Tova, un andaluz que acababa de dejar el ejército y que lo que, por lo visto, más le gustaba de su mujer era la herencia que no había recibido.
Como pasaba el tiempo y la herencia no llegaba, decidieron meterse en largos pleitos hasta que, por fin, la herencia va a sus beneficiarios.
Se ha calculado que hoy en día serían más de 60 millones de euros y sin embargo, entre los numerosos gastos del andaluz y la ayuda de la aragonesa quedaron arruinados.
La fama de La Dolores comenzó a tomar cuerpo en Calatayud, en donde vivieron hasta mediados de siglo con los cuatro hijos que nacieron en esta población. Después se fueron a vivir a la calle de la Ballesta (Madrid), teniendo dos hijos más hasta que a la edad de 71 años y viuda se traslada a pasar los últimos años de su vida a la calle Jardines. El 12 de agosto de 1.894 falleció, reposando en el cementerio de la Almudena.
Esta es la que podríamos definir como la verdadera historia de La Dolores. La parte de leyenda es una copla anónima que cuenta las aventuras de una joven honesta y caritativa que sirve en un mesón de Calatayud. Seducida por un barbero llamado Melchor, es pretendida, a la vez, por Patricio, un rico mercader y por un sargento petulante llamado Rojas. De la muchacha se enamora locamente el seminarista Lázaro, sobrino de la mesonera. La historia termina con la muerte de Melchor al recibir una puñalada de manos de Lázaro.
¿De dónde surge la copla?
¿Qué fundamento tiene?
Son preguntas de muy difícil respuesta, que posiblemente nunca se sepan. Sea lo que sea es indiscutible que fue una mujer de gran relevancia que no dejó indiferente a sus coetáneos.
7 comentarios:
Muy interesante, amigo Marino. Saludos.
Muy interesante, amigo Marino. Saludos.
Curiosa historia, yo conocía la jota, pero no esta historia. Cuídate ;)
Pues no conocía esta historia, ha estado genial leerte...
Me ha encantado la historia-que no conocía-y como las buenas coplas,seguro que seguirá perdurando.
En las coplas siempre gusta ponerle un toque de culebrón a las historias para darle más dramatismo a la hora de ser interpretada
Interesante esta historia de esta mujer :-)
Besos
“Si vas a Calatayud no preguntes por la Dolores que te dan de ostias” me dijeron una vez que hice un viaje a Zaragoza y pase por este pueblo ”nunca entendí porque no podía preguntar y quien era esta mujer”.
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