Dicen que Einstein no estaba seguro de que el universo fuera infinito, sin embargo, no tenía dudas de que la estupidez humana lo era. Para hacer tal afirmación tienen que ocurrir dos cosas: 1) que se estudie perfectamente el universo y 2) que se haya tratado con muchas personas estúpidas. En mi caso soy un profano en materia astronómica y universal, por lo tanto no puedo definirme; pero, en lo que se refiere a estupidez, he tratado con algunas personas que me hacen ser proclive al pensamiento de Einstein.
¿Por qué digo esto? El otro se me ocurrió preguntarle a una conocida si sabía cocinar. Su contestación fue: “¡Tú eres un machista!”… ¿Machista? ¿Por preguntarle si sabía cocinar? En la misma conversación le pregunté si sabía planchar (reconozco que, quizá, hubo un poco de malicia por mi parte). Entonces, ella, casi sacando humo por las orejas, me soltó un discurso igualitario que para sí lo hubiera querido Lincoln en Gettysburg… ¡Y yo sólo le había preguntado si sabía cocinar y planchar…! Menos mal que no me puse a tararear la canción de ‘Los payasos de la tele’, esa que dice: “Lunes antes de almorzar, una niña fue a jugar, pero no puedo jugar porque tenía que planchar…” ¡me lapida seguro! Como harían con Gaby, Miliki y compañía si se les hubiera ocurrido y pudieran cantarla en la actualidad.
Tengo que confesar que en la cocina no me desenvuelvo muy bien y con la plancha solamente tuve una experiencia (en mis tiempos de estudiante) y no he vuelto a repetir. Pues bien, el hecho de que yo no sepa cocinar o planchar, para ella, era una prueba de mi machismo.
Seamos sinceros, a nadie le gustan las labores de la casa… pero es algo que hay que hacer. Yo lo he hecho cuando lo he tenido que hacer y no he tenido ningún problema en hacerlo. Vale, no sé cocinar ni planchar pero, por otra parte, me gusta barrer, pasar la fregona, poner la lavadora, tender la ropa y plegarla, fregar y hasta limpiar los baños y la cocina.
A lo largo de la historia, antropológicamente hablando, el hombre ha tenido un rol y la mujer otro. El hombre era el que salía a cazar y a procurar que en la cueva no faltase nada, mientras que la mujer era la encargada de criar a los hijos y encargarse de otras labores más sencillas; eso pasaba en la prehistoria y, en cierta forma, pasa en la actualidad. ¿Por qué? No lo sé. ¿Por qué la mujer no iba de caza y el hombre se quedaba en la cueva? Tampoco lo sé. Pues bien… por haber defendido este último párrafo, también me han tachado de machista… ¿acaso miento? Y no, no estoy diciendo que esto tenga que ser así en la actualidad, pero yo reconozco que para ciertas labores caseras no soy muy apto y cuando esto lo he dicho y me han soltado el típico “pues aprende, que yo no soy tu criada”… tengo que reconocer que esa contestación o algunas por el estilo me han tocado bastante la entrepierna cuando yo, a la inversa, hubiera contestado con un “no te preocupes, lo haremos juntos”.
Lo dicho, vivimos en tiempos en los que la estupidez ante ciertos temas ha alcanzado sus más altas cotas (espero que no vaya a más). Creo que entre el ‘hombre Soberano’ o el de la ‘cocina Corcho’ y el ‘hombre calzonazos’, que trabaja y cuando va a casa tiene que hacerse la comida o la cena porque su mujer, supuesta ama de casa, ha estado en el gimnasio o tomando un café de tres horas con sus amigas, hay un punto intermedio.
¿Por qué digo esto? El otro se me ocurrió preguntarle a una conocida si sabía cocinar. Su contestación fue: “¡Tú eres un machista!”… ¿Machista? ¿Por preguntarle si sabía cocinar? En la misma conversación le pregunté si sabía planchar (reconozco que, quizá, hubo un poco de malicia por mi parte). Entonces, ella, casi sacando humo por las orejas, me soltó un discurso igualitario que para sí lo hubiera querido Lincoln en Gettysburg… ¡Y yo sólo le había preguntado si sabía cocinar y planchar…! Menos mal que no me puse a tararear la canción de ‘Los payasos de la tele’, esa que dice: “Lunes antes de almorzar, una niña fue a jugar, pero no puedo jugar porque tenía que planchar…” ¡me lapida seguro! Como harían con Gaby, Miliki y compañía si se les hubiera ocurrido y pudieran cantarla en la actualidad.
Tengo que confesar que en la cocina no me desenvuelvo muy bien y con la plancha solamente tuve una experiencia (en mis tiempos de estudiante) y no he vuelto a repetir. Pues bien, el hecho de que yo no sepa cocinar o planchar, para ella, era una prueba de mi machismo.
Seamos sinceros, a nadie le gustan las labores de la casa… pero es algo que hay que hacer. Yo lo he hecho cuando lo he tenido que hacer y no he tenido ningún problema en hacerlo. Vale, no sé cocinar ni planchar pero, por otra parte, me gusta barrer, pasar la fregona, poner la lavadora, tender la ropa y plegarla, fregar y hasta limpiar los baños y la cocina.
A lo largo de la historia, antropológicamente hablando, el hombre ha tenido un rol y la mujer otro. El hombre era el que salía a cazar y a procurar que en la cueva no faltase nada, mientras que la mujer era la encargada de criar a los hijos y encargarse de otras labores más sencillas; eso pasaba en la prehistoria y, en cierta forma, pasa en la actualidad. ¿Por qué? No lo sé. ¿Por qué la mujer no iba de caza y el hombre se quedaba en la cueva? Tampoco lo sé. Pues bien… por haber defendido este último párrafo, también me han tachado de machista… ¿acaso miento? Y no, no estoy diciendo que esto tenga que ser así en la actualidad, pero yo reconozco que para ciertas labores caseras no soy muy apto y cuando esto lo he dicho y me han soltado el típico “pues aprende, que yo no soy tu criada”… tengo que reconocer que esa contestación o algunas por el estilo me han tocado bastante la entrepierna cuando yo, a la inversa, hubiera contestado con un “no te preocupes, lo haremos juntos”.
Lo dicho, vivimos en tiempos en los que la estupidez ante ciertos temas ha alcanzado sus más altas cotas (espero que no vaya a más). Creo que entre el ‘hombre Soberano’ o el de la ‘cocina Corcho’ y el ‘hombre calzonazos’, que trabaja y cuando va a casa tiene que hacerse la comida o la cena porque su mujer, supuesta ama de casa, ha estado en el gimnasio o tomando un café de tres horas con sus amigas, hay un punto intermedio.
9 comentarios:
Siendo objetiva, creo que te pinta bien.
Se trata de convivir,crecer y compartir ante un pacto que no debe de llevar firma. ¿De verdad sabes el estrés que puede suponer el de una mujer que tenga infinidad de sueños en su vida, no solo laboral, y se encarge de la casa con un orden coherente?
Si además, es madre, y no le apoya su marido en una buena educación para sus hijos ¿Qué te puede aportar esa persona? NADA.
En fin, yo ante mi abuelo y mi padre no tengo nada que decir, estaban ya chapados a la moderna intentando ser un equipo en cualquier ámbito de sus vidas, con mi abuela y mi madre. Así, por suerte, crecí.
¿Y quién ha dicho que esa mujer se tenga que encargar de todo? ¿No has leído bien? "No te preocupes, lo haremos juntos", eso es lo que he escrito.
Yo no quiero una criada, pero tampoco una feminista recalcitrante. Como digo, hay un término medio y con voluntad todo se puede hacer. Si yo no sé coser un botón, por poner un ejemplo, no es lo mismo que me digan "aprende a coser" o "que te lo cosa tu madre" a que me digan "mira como se hace"... estoy seguro que la siguiente vez que necesite coserlo ya sabré hacerlo y no lo tendré que pedir.
Por cierto... esa compañera, en alguna ocasión, me ha preguntado cosas sobre el autocad y yo jamás le he dicho "vuelve a la universidad para que te enseñen" o alguna barbaridad del tipo "es que esto no es cosa de mujeres".
He leido perfectamente, sobre todo, entre palabras. Dime, ¿Ahora vives de hotel o es que tienes "quien te lo haga todo en casa"? Palabras textuales de tu entrada: "Yo lo he hecho cuando lo he tenido que hacer".
Respecto a si uno plancha y otro friega me parece correcto el 'trabajar' en compañía y con una lógica de gustos; igualmente, veo perfectamente normal que tu compañera te pregunte sobre un tema que os atañe en la misma o distinta profesión, y si logra el éxito gracias a tu ayuda, mayor o menor, espero que te sientas orgulloso.
No soy para nada feminista, pero existe un gran problema de machismo, una cosa es que la mujer este en cien cosas y el hombre sólo sepa pensar en una y, otra muy distinta es que se acomode sólamente a su profesión...
No me calientes la chistera....baiby...
Primero quiero decir, que la expresión machista no me gusta para nada, ya que suele ser usada demasiado alegremente para hacer daño al hombre. Además estoy convencido, de que la mujer no sabe diferenciar cuando un hombre es machista de verdad, a cuando solo es amable y educado. Pero es un tema muy delicado, ya que las mujeres suelen ser muy agresivas verbalmente cuando se toca este tema...si no dices lo que ellas quieren oír. Sean chicos o chicas, si mama hace las cosas de casa pues encantados de la vida.
A mí tampoco me ha gustado hacer las cosas de casa, pero al vivir solo, me he tenido que espabilar y ahora limpio la casa, me lavo la ropa, llevo mi economía de categoría y sobre todo he aprendido a cocinar.
Pero cuando vivía con mi madre, yo quería aprender las labores del hogar, para ser el día de mañana auto suficiente y no depender de nadie,nunca quiso enseñarme...nada “la casa es cosa de mujeres” me decía. Por lo tanto tengo muy claro dos cosas, que la mujer confunde amabilidad con machismo muy facilmente. Segundo; que ellas sobre todo son las que educan a los hijos e hijas y son las primeras que diferencian el sexo de sus hijos a la hora de educarlos y mandarles tareas en casa. Naturalmente nuna se debe de generalizar y meter a todas en el mismo saco, pero en general todas piensan lo mismo.
Has dado en el clavo Maikel, en el momento que no sabes hacer algo de la casa ya te dicen que eres un machista si les pides ayuda. Lo que yo decía, a la mínima ya sacan la bandera del feminismo.
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Leo, actualmente lo hago yo todo desde hace un tiempo y te puedo asegurar que no se me caen los anillos.
Lo de mi compañera, la que me dijo que soy machista, lo he puesto de ejemplo porque en alguna ocasión sí que he escuchado expresiones como "que va a saber una mujer de obra" o "su sitio es la cocina y no la obra".
Vuelvo a lo que he dicho, antropológicamente, desde siempre, ha habido roles... pero no tienen que cumplirse a rajatabla.
"Se trata de convivir,crecer y compartir ante un pacto que no debe de llevar firma. ¿De verdad sabes el estrés que puede suponer el de una mujer que tenga infinidad de sueños en su vida, no solo laboral, y se encarge de la casa con un orden coherente?
Si además, es madre, y no le apoya su marido en una buena educación para sus hijos ¿Qué te puede aportar esa persona? NADA"
Buenas, respecto a esto que has escrito Leo, he de decirte que me identifico en parte....Me explico, soy madre, trabajo fuera del hogar (y mucho por cierto) y no tengo marido ni pareja que me apoye,ni en la educación de mi hija ni en NADA pero no por eso soy una mujer que no pueda aportar nada. No creo que eso me haga mejor ni peor persona, se trata de sobrevivir. Las personas solas, con responsabilidades familiares, tenemos mucho....muchísimo que aportar a los demás. Independientemente de ser hombres o mujeres. Yo siendo mujer soy capaz de enterrar a una persona (literal), dejo los cristales relucientes, educo a mi hija, te puedo hacer una paella que te caes de culo y un tiramisú único y que siempre querrás volver a comer, del mismo modo también me reviso el aceite del coche, me cambio una rueda si lo necesito, se conducir un femwich, y ayudo en el campo a mi padre.
No se trata de sexos, ni de razas....se trata de que somos personas y hay que entender eso principalmente.
Existen personas con más capacidad o habilidad que otras pero de ahí nace lo bonito de poder crecer juntos y de ahí lo bonito de ayudar a tu pareja a lo que sea. Odio fregar los platos y siempre lo odiaré, pero seguro que tengo muchas cosas para aportar a quién sea.
Un saludo Marino, interesante entrada.
Sin duda aseguro que soy una defensora nata de la igualdad. Llevar una casa sola o acompañada es algo tan sencillo como verlo con ilusión.
Anónima, no dudo en que seas una 'toda terreno'.
Marino, no se trata de de que se caigan los anillos por nada, ni por meterse en una obra ni por llevar una casa. Enhorabuena, por tu valentía hacia tus sueños. Disfruta de ellos.
Mikel, a veces, las madres creen que por dar todo a sus hijos les hacen un favor. Sin querer, eso no es verdad, pero para está uno mismo, para ser autosuficiente, como bien dices.
Quizá, en el tema del machismo o feminismo existe un problema de coherencia, egoismo o comodidad.
El tema es amplio y complejo, cada uno debe saber elegir.
Para matizar Anonima, no hablaba de una mujer soltera sino del hombre, el caso que este tema ocupa, que NO es tu cómplice. En ningún momento nadie ha hablado de razas para nada.
Creo que el debate no está en las labores del hogar, si no en la relación del hombre y de la mujer a la hora de decidir juntar sus vidas. Hay muchos factores a tener en cuanta en la relación de una pareja, lo que si se, es que el hombre cada vez depende menos de una mujer y lo mismo le pasa a la mujer respeto al hombre. Cada vez son más las mujeres que tienen su trabajo y que han optado ser madre sin la colaboración del hombre. Y también, cada vez somos más hombres y mujeres los que hemos decidido no formar una familia.
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