martes, 30 de mayo de 2017

Saladino



Al leer la biografía de un personaje desconocido pueden suceder dos cosas: que al final de la novela interese y se quiera aprender más o que deje indiferente. En este caso en concreto, optaría por la segunda opción.
Supe de Saladino hace años, de la forma más curiosa. Cuando yo estudiaba no había internet (parece mentira hoy en día) y matábamos el tiempo jugando a juegos con el ordenador. Uno de esos juegos era Age of empires, consistía en elegir una civilización de la Edad Media y luchar contra otras civilizaciones hasta derrotarlas. Pues bien, una de esas civilizaciones eran los sarracenos, cuyo caudillo era un tal Saladino. Ese fue mi primer contacto con este personaje. Es decir, yo sabía que había existido alguien que se llamaba Saladino y que había sido un guerrero musulmán en tiempos de las cruzadas, el gran estandarte del islam en aquellos tiempos. Nada más.
Hace años compré una colección de novelas históricas de la Edad Media y entre unos de esos libros estaba la biografía de Saladino, escrita por la francesa Geneviève Chauvel. Quizá por la estancia en países árabes de Chauvel, la biografía parce que se humanice más, al estar escrita desde el punto de vista árabe, algo a lo que no estamos acostumbrados. Sería como si un árabe escribiese una biografía del Cid.
En general, he leído el libro sin pena ni gloria. A veces me entusiasmaba y quería seguir leyendo y otras me aburría y leía más deprisa. Creo que se pierde demasiado en detalles que para nada influyen en la novela como, por ejemplo, colocar la montura a un camello (escena a la que dedica casi dos páginas).
Lo malo que tienen las biografías de personajes tan antiguos es que es muy difícil separar la línea de la realidad, la fantasía o la complacencia del autor. En este caso, tampoco se libra de ello y hay una clara separación entre cristianos malos y musulmanes buenos, no haciendo un relato del todo imparcial. No obstante, y dejando de lado prejuicios, creo que es una buena lectura para conocer a un personaje fundamental en el mundo del siglo XII y cuya influencia se mantiene hasta nuestros días. Fue precisamente Saladino el que arrebató Jerusalén a los cristianos y, desde entonces, nunca más volvió a manos cristianas.

Argumento: 4
Ambientación: 6
Personajes: 6
Capacidad para seducir al lector: 3

sábado, 27 de mayo de 2017

Muerte de Cyrano



¿Puede haber una mejor forma de morir?
Poesía…
Cultura…
Arrogancia…
Serenidad…
Grandeza…
Convicción…
Amor…
Orgullo…
Imagino cómo me gustaría que fuera mi final y… sólo se puede morir una vez y no creo en la vida más allá de la muerte. Tendré que esperar.

martes, 23 de mayo de 2017

Dignidad y orgullo, línea imperceptible



¿Cuál es el límite entre el orgullo y la dignidad?
Recuerdo el cuento del pastorcillo de ‘¡que viene el lobo, que viene el lobo!’ y cuando en la aldea lo escuchaban e iban a ayudarle, él estaba riéndose de todos… así una y otra vez, una y otra vez hasta que, al final, apareció de verdad el lobo, pidió ayuda, pero nadie acudió. ¿No le socorrieron por dignidad o por orgullo? Este ejemplo no lo tomemos de manera literal, hagamos un paralelismo a cualquier circunstancia personal. La línea entre el orgullo y la dignidad es muy difusa.
El anterior párrafo podría englobar miles de casos. ¿A veces no hacemos las cosas por orgullo o por dignidad? Cuando hemos dado todo lo que podíamos y hemos sufrido una decepción, cuando decidimos que no merece la pena continuar y decidimos poner un límite… ¿hasta qué punto sería orgullo o dignidad no dar una última oportunidad? ¿Debemos pensar que, aunque lo intentemos una vez más, nada cambiará o podrá pesarnos pensando en qué hubiera podido pasar si lo hubiésemos vuelto a intentar? Quis novit

sábado, 20 de mayo de 2017

Don Quijote de la Mancha (película)



Me parecía triste que no hubiese una versión cinematográfica del Quijote. Es cierto que hay series, pero creo que ninguna de ellas tiene una fidelidad a lo que es la historia.
Teniendo en cuenta el año (1947), la duración (más de dos horas) y que sigue fielmente los diálogos y los capítulos, se podría decir que estamos ante una obra maestra.
Reconozco que incluir toda la novela hubiera supuesto algo apoteósico y, quizá, la época y los medios no lo pudieron hacer posible. No obstante, repito, sale un producto bastante digno.
Cuando una película está inspirada en una novela, la primera difícilmente puede superar a la segunda y este caso no es una excepción. Estamos ante una película que puede saciar el hambre de lectura de un amante del Quijote y, al mismo tiempo, despertar la curiosidad a aquellos que todavía no lo hayan leído.
Sea el caso que sea, merece la pena verla.
Para ver la película, pinchar en este enlace.

martes, 16 de mayo de 2017

No hay que volver



Dice Sabina: “Al lugar donde has sido feliz no debieras tratar de volver”… pero uno siempre vuelve al lugar donde amó la vida, la brújula siempre marca el mismo destino.
Es posible que Sabina tenga razón. Quizá, al volver a esos lugares que han marcado tu vida ya no podrás volver a verlos igual, los recorrerás con la mirada descubierta, sin una venda de enamoramiento y plenitud absoluta. Los edificios son estructuras que acogen a autóctonos y a forasteros… pero ya no parecen ese decorado puesto a propósito para protagonizar aquella misma historia que viviste. Sus olores ya no serán compañeros. No serán cómplices en ese paso del periodo más hermoso de la vida por el que hay que pasar, pero también salir, pues parece que todo es mucho más hermoso cuando tiene un final. Es por eso que un amor imposible nunca muere, porque no puede desarrollarse, transformarse ni modificarse… Robert Kincaid y Francesca Johnson lo sabían.
Hay historias que tienen un recorrido justo en la vida, justo y necesario. Empeñándose en que dure, dejan de abrigar en las frías noches de lamentos; es preferible guardar quimeras como un tesoro, pues ese sentimiento, que nunca fue completo en su momento, será auténtico el resto de la existencia por ser inacabado.
Siempre se vuelve donde se amó la vida, incluso en la imaginación. Se vuelve ante cualquier recuerdo inesperado, cuando se quiere volver a ilusionarse con algo, un trabajo interior para demostrarse a sí mismo que podría ser capaz de hacerlo.
Se vuelve a los viejos sitios donde se amó la vida, a veces, sólo para lamentarse por haber dejado pasar su oportunidad y no haber sido valiente por miedos e inseguridades y, sin embargo, haberlo sido cuándo lo que ganaba no era la felicidad, sino la comodidad. Se vuelve con tristeza y arrepentimiento, pero, pese a todo, con más pasión, pues la llama sigue encendida. Ese tipo de certezas solo pasan una vez en la vida. Uno siempre vuelve a ese lugar como tributo de fidelidad para gritar que ningún otro lugar consiguió hacerle sentir lo mismo. Que ha habido personas, sensaciones y sucesos muy parecidos, pero la forma en que alcanzaron su corazón nunca fue igual.
Siempre se vuelve donde se amó la vida para ser valiente y curar heridas, aun a riesgo de saber que pueden volver a sangrar. Pero se vuelve porque un momento de plenitud vale por millones en cualquier otro lugar y porque no hay días felices, hay días que dan sentido a la existencia.
Siempre se vuelve por valentía, porque se es consciente de que un día se pudo vivir la vida en ese sitio, pero siente la necesidad de volver a intentarlo.
Pero sí… tiene razón Sabina: “Al lugar donde has sido feliz no debieras tratar de volver”. Por eso es mejor un lugar sin que tu historia y la suya se fundan, sin que haya memoria ni recuerdos.

sábado, 13 de mayo de 2017

En busca del presupuesto perfecto



Llevo una semana de locos. Me he metido a gestionar unas ayudas para reformar cocinas y baños que ofrece la Administración. En presupuestos entre 2.000 y 12.000 euros, si lo aprueban, dan una ayuda del 35 %. Lo que pase de esa cantidad ya corre a cargo del particular, es decir, se puede presentar un presupuesto de 30.000 €, pero la ayuda sólo cubriría hasta los 12.000, el resto a cargo del interesado.
Pues bien, entre los requisitos que se piden es un presupuesto muy, muy bien detallado. Por ejemplo, si en una vivienda se va a reformar baño y cocina piden el presupuesto de lo que se vaya a hacer en cada estancia por separado. En este caso, suponiendo que es una reforma integral sería presupuesto de construcción, electricidad, fontanería y carpintería de la cocina y presupuesto de construcción, electricidad, fontanería y carpintería del baño… En esto insisto muy seriamente que se lo trasladen de esa forma a los profesionales que vayan a presupuestar ¡pues no hay manera! ¡Y mira que he insistido! La gente presenta presupuestos mezclados, por ejemplo, carpintería de baño y cocina en un presupuesto… y así el resto de partidas.
El plazo de estas ayudas comenzó hace tres meses y acabará el lunes. ¡Pues tampoco hay forma! Todo para última hora. Esta semana he tenido que gestionar la mitad de las ayudas que he gestionado durante todo el periodo que duraban y algunas con unos presupuestos tan penosos que estoy seguro que los van a rechazar. Pero bueno, lo importante es presentarlo, como dejarán un periodo en el que poder rectificar datos, en aquellos que estén aceptados y necesiten alguna corrección, ya habrá tiempo de hacerlo.
Y un capítulo aparte merecen las cantidades. No puede ser que por alicatar pidan 20 €/m2, por poner un ejemplo…
Es una pena, porque pudiendo obtener una buena ayuda… unos por no hacer las cosas como se les pide y otros por querer ir de listos no van a ver un céntimo. Lástima.

martes, 9 de mayo de 2017

Soñando en papel


¿Qué son los sueños? ¿Por qué soñamos? ¿Por qué recordamos sólo una parte de los sueños? Estas y cientos de preguntas más podríamos hacer acerca del mundo onírico. No estoy planteando nada nuevo y tampoco espero respuestas, porque no las hay.
Había comprado una casa (no sabría decir dónde). Yo estaba dentro ultimando con el antiguo dueño los últimos flecos. Miré por la ventana y la vi llegar acompañada, podría afirmar que de su hermana; dicen que no soñamos colores, pero vestía un traje corto color rosa y zapatos negros. Cuando entraron yo estaba sentado en una silla. Ella, tan radiante como siempre, se sentó en mi regazo y me pasó el brazo derecho por el cuello. La hermana se quedó de pie hablando con el hombre.
- ¿Te gusta? Esta será nuestra casa - dije yo.
- Sí, pero tiene dos plantas y el médico ha dicho que por lo de la espalda, quizá, pronto no pueda caminar - respondió con tristeza.
- No te preocupes. Yo siempre cuidaré de ti. Pondré un ascensor - contesté.
Y… ya no recuerdo más. Es lo único que recuerdo de lo que pude soñar hace tres noches. De hecho, no recuerdo haber vuelto a soñar.
Los sueños que, como los barquitos de papel, son breves y no tienen rumbo, ni sentido… imprevisibles.


sábado, 6 de mayo de 2017

Piscina y terraza: punto final, finalísimo


Hace semanas escribí sobre un trabajo que estaba haciendo. Se trataba de una memoria justificativa en una piscina y en una terraza. En ambos elementos se iban a realizar una serie de actuaciones que modificaban su estado actual y, por ello, hacía falta un informe que justificase que los nuevos trabajos no afectasen estructuralmente la edificación existente.
A priori se trataba de un trabajo sencillo. La piscina, con forma de riñón, tiene dos alturas, en su parte más profunda 1’80 metros y la menos 1’60, y se quiere que en lugar de 1’60 tenga 0’40 m. Para ello, más o menos por la mitad, la intervención sería un murete perimetral, un forjado aligerado encima y partiendo del forjado siete escalones hacia la parte profunda. Sobre la terraza habría que arrancar el solado colocar uno nuevo y construir en una esquina una cocina y una barra americana.
En principio, los cálculos no tienen mayor problema. El trabajo sería ver, con los planos originales, lo que está construido, calcular lo que se va a construir y ver si lo que hay ahora aguantaría. Nada más. Como he dicho antes una simple memoria.
Pues bien… llevo más de dos meses con los puñeteros cálculos por culpa de un ingeniero de caminos que me está tocando las narices. Él es quien tiene que dar el visto bueno, ya que las instalaciones están en un puerto de mar y eso pertenece a no sé qué delegación o ministerio. Todos los cálculos se hacen con un programa llamado CYPE. Se van poniendo datos y el programa da los resultados.
Lo que voy a contar ahora entra dentro de un aspecto más técnico y quizá haya palabras que no se entiendan. A lo que iba. Hice los cálculos en la piscina, se los envié y me respondió con un correo que parecía un testamento. Pedía cosas como el estado límite de fisuración, tracción en tramos cóncavos en el vaso de la piscina, transiciones entre soleras y algunas cosas más que no tenía ni idea y que en el cálculo de una piscina no se hacen y no porque lo diga yo, porque pregunté a amigos arquitectos y estos, por lo curioso de las peticiones, preguntaban a otros y nadie sabía lo que pedía este tío. Yo le recalculaba lo que podía, pero siempre había alguna pega, llegando incluso a dudar de mi competencia respondiendo que “lo relevante es que un técnico competente realice un cálculo justificativo ajustado a la realidad”, cosa que me tocó, y bastante, los cojones (hablando claro).
El siguiente correo que le envíe fue tirante. Le hice la justificación que eso no se iba a caer, que si lo que quería era un proyecto de ingeniería que buscase a otra persona, pero lo que a mí se me había pedido era la justificación de que lo que se iba a hacer era seguro, nada más, ni proyecto constructivo ni nada y recordando lo de “un técnico competente”, le señalé que las piscinas las calculan los arquitectos y que éstas no se hundían, jamás había escuchado una noticia en la que dijese que una noticia se había hundido; sin embargo, los puentes y carreteras son calculados por ingenieros de caminos y es habitual escuchar noticias de puentes y carreteras colapsados con, incluso, caso de muerte. Todo eso dicho con educación. Ya no puso más pegas a la piscina.


Ahora quedaba la terraza. Lo mismo que antes. Necesitaba todos los planos de estructura para saber lo que hay y si lo que hay aguantaría la nueva intervención. Mi sorpresa fue que al ver el plano de cimentación, ésta está construida con zapatas, algo muy, muy extraño, ya que la tensión admisible del terreno es de 0’05 MPa y el Código Técnico de la Edificación (CTE) recomienda (muy seriamente) que cuando sea inferior a 0’1 MPa se construya con losa, por una cuestión de seguridad. Yo calculaba la cimentación con 0’05 MPa y, lógicamente, el programa me daba como resultados que había que reforzar la cimentación (eso es un pastón), pero el ingeniero me respondía que reforzar la cimentación era algo inviable. Incluso parecía que dudaba de los cálculos del programa (CYPE es lo que usa a nivel nacional y en algunos países del extranjero para el cálculo de estructuras. No se trata de un programa cualquiera). Según él, sí o sí, la cimentación tenía que cumplir haciendo que las vigas de atado entre zapatas trabajasen como vigas centradoras para, así, que el momento producido se reparta a otras zapatas y que el axil quedase centrado en la zapata. Le respondí que la superficie de las zapatas es insuficiente para repartir las cargas del terreno y que las vigas de atado, aunque tuviesen un canto muy grande, no evitan que se supere la tensión admisible del terreno, porque las cargas son las mismas, haya o no vigas de atado. Como he dicho antes, utilizaría lenguaje técnico, pero esto último lo explicaré con un ejemplo muy sencillo. Una persona sobre una superficie de 30 cm de nieve se hunde, porque la nieve no aguanta el peso. Si esa persona está cogida de la mano de otra se hunden ambas, porque entre ellas se arrastran. La misma persona en la misma superficie de nieve, con esquís o raquetas en los pies no se hunde, porque el peso queda repartido en una superficie mayor. Si esa persona está cogida de la mano de otra que no lleva esquís ni raquetas ambas se hundirían, porque la segunda tiraría de la primera. Si ambas llevasen esquís o raquetas no se hundirían, aunque se cogiesen de la mano, porque el peso queda repartido. Esta es la explicación más sencilla que se me ocurre e idéntica al diálogo con el ingeniero.


Al final decidió que la cimentación la obviase, justificándolo en que si eso había aguantado 20 años, la nueva intervención iba a ser similar a la existente, incluso se aligeraban cargas, por lo tanto no había peligro. No obstante, me dijo una cosa que me dejó alucinado: “Diga lo que diga el CTE, no hay problema en usar zapatas con una tensión admisible de 0,05 MPa, siempre que sea una solución económica”. Es decir, que el CTE se puede torear. Para hacernos una idea, imaginemos a un juez diciendo “diga lo que diga la Constitución” o a un profesor de autoescuela “diga lo que diga el Código de Circulación”… ¡para echar a correr! Por no hablar de lo de “solución económica”; a mí me grabaron a fuego la frase “del lado de la seguridad”. Para diseñar un proyecto, lo más importante es estar del lado de la seguridad y el lado económico es secundario, ¿quién firmaría una estructura económica pero que no cumpla los requisitos del CTE? Sólo un loco.
Resumiendo. Esta semana visé la memoria en el Colegio. Una vez en el despacho, antes de enviárselo ya visado, lo revisé y me di cuenta que me había equivocado. Había puesto correctamente los cálculos de la piscina, pero los de la terraza eran otros cálculos anteriores con la cimentación calculada… mi cabreo y juramentos fueron de los que hacen historia; así que tuve que volver al colegio al día siguiente, pedir disculpas por mi error y que me quitasen la parte errónea y me adjuntasen la buena. No me pusieron ningún problema y envié la memoria correcta visada. No me ha contestado todavía, pero lo que tengo claro es que ya no hago nada más. Paso, paso, paso.
He quedado tan harto de la puñetera memoria que me he prometido a mí mismo que este verano no me voy a meter en ninguna piscina… y la playa no me gusta, así que a base de duchas me refrescaré. Aunque si alguien me invita a las islas Seychelles quizá me lo piense.

martes, 2 de mayo de 2017

Escenarios eternos


Hay canciones que forman parte de mi memoria histórica musical, quizá porque son algo más simples letras con música. En algunos casos sus intérpretes ya han fallecido, pero por esa maravilla de la tecnología continúan estando tres presentes, ¿alguien duda que Nino Bravo, Rocío Jurado o Antonio Flores no puedan ‘subirse’ a un escenario?
Tengo guardadas algunas cartas amarillas que, de vez en cuando, me siguen recordando como te amo, pero… pero todavía me queda una última vida.