sábado, 16 de febrero de 2019

Mirar hacia arriba



A veces (debería admitir que la mayoría de las veces) voy caminando por la calle y en lugar de mirar al frente tengo la tendencia de levantar ligeramente la cabeza y mirar hacia arriba. Mi vista no es horizontal, sino que tiene cierta pendiente ascendente que me hace ver otro entorno distinto al que rodea la envolvente de mi cuerpo.
No sabría definirlo si como un consejo o una orden, pero siempre hay que mirar hacia arriba. La gran mayoría de nosotros únicamente conoce la ciudad hasta donde alcanza la altura de sus ojos, nada más. Las ciudades, el entorno, va mucho más allá de la altura que podamos tener. Imaginémoslo en términos reales, ¿cuánto puede medir un edificio? ¿Cuánto podemos medir nosotros? Todo lo que está por encima de nosotros nos lo estamos perdiendo.
Simplemente se trata de un sencillo ejercicio. Procurad hacer el experimento: mirad hacia arriba, aunque sea tan sólo unos metros, y descubriréis una ciudad y un entorno totalmente desconocido. Siempre ha estado ahí, pero no os habíais dado cuenta. Empezad desde hoy, quizá os sintáis extraños en el lugar que tanto conocéis (o pensáis conocer).

1 comentario:

Benja dijo...

Hace tiempo que descubrí levantando la cabeza un mundo totalmente diferente al que vemos a ras de suelo.