sábado, 21 de noviembre de 2020

La madera, la bella incomprendida


¿Os habéis parado alguna vez a admirar la belleza de una simple jácena, pilares o vigas de madera con varios siglos de antigüedad? No cabe que son elementos con un fuerte poder reminiscente del paso del tiempo.


Hay varias particularidades de la madera que, aunque no las conozcamos, nos dan una idea de su grado de antigüedad. La primera de ellas es su textura fibrosa, con las vetas dispuestas en el sentido longitudinal, de manera que se percibe con claridad cómo absorbe los esfuerzos debidos a la flexión. Ésta textura se acentúa con el tiempo haciéndose más fibrosa aún, sobre todo si la pieza está expuesta al sol, puesto que los rayos ultravioleta degradan la capa del exterior. Igualmente, el color de la madera se va oscureciendo por el mismo motivo o tornando al gris plata si está a la intemperie. 
Otro de los aspectos estéticos vinculados a la antigüedad son las fendas, es decir, las grietas o aberturas que pueden aparecer en las piezas de madera. Estructuralmente son consideradas como un defecto, de manera que hacen bajar el precio de la viga en cuestión, dependiendo de su ubicación y dimensiones. Esta particularidad es un fenómeno hasta cierto punto inevitable teniendo su origen en la desecación del tronco una vez cortado, es decir, la eliminación de la humedad natural que el mismo posee. 
Desde que el árbol se tala, hasta que la madera alcanza un punto de equilibrio en su humedad interna sufre un lógico proceso de desecación que le hace perder volumen. El problema es que al estar constituida por fibras, esa pérdida de volumen no es igual en todas las direcciones del espacio, siendo más acusada en el sentido tangencial de los anillos de crecimiento, de manera que la grieta se produce longitudinalmente. Aun con todo, estos efectos estructurales no suelen ser graves y hoy en día el proceso de secado se hace bajo control, por lo que los problemas de este tipo se han minimizado. 
Hay una característica que también hace especialmente atractiva la apariencia de una viga y es la irregularidad en el corte, ya que en bastantes ocasiones, si no se trataba de un palacio o semejante, el acabado se realizaba con azuela, de manera que no quedaba una superficie perfectamente lisa, sino que poseía una ligera irregularidad en su geometría. Independientemente de esto, que no va más allá de un punto de vista estético, el acabado con un hacha o azuela siempre favorecía la durabilidad de las madera, ya que se separan las fibras entre sí, mientras que con una sierra las desgarra y resultan más vulnerables. 

Tipos de azuelas



No obstante, no cabe duda que en la actualidad, en pleno siglo XXI, no sabemos darle a la madera un verdadero uso estético. La belleza de una madera es la irregularidad que tiene, su aspecto y eso es algo que se ha perdido dando al empleo de este material un aspecto totalmente artificial, como piezas gigantes de un puzle. Se cortan y cepillan mediante maquinaria, se lijan o pulen, dándoles la mayor parte de las veces un acabado satinado mediante barnices al agua o ceras, con lo que resultan piezas perfectas. Y ahí está el desencanto… son tan perfectas que parecen de mentira y, de hecho, en ocasiones cuesta verdadero trabajo diferenciar una madera de una copia en poliuretano. A veces, antes de utilizar madera para las estructuras, algunos, deberían plantearse si realmente lo que quieren es madera.


6 comentarios:

Benja dijo...

Lo que a mí siempre me ha llamado la atención es ¿Cómo es posible? que construcciones o viviendas de hace siglos han llegado a nuestros días perfectamente y siguen viviendo en ellas. Y las modernas en barrios construidos hace 20 o 30 años sin ir más lejos tengan problemas, y por el precio se supone que son viviendas de calidad. Además conozco varias fincas con zonas privadas y con piscina, en alguna se les ha caído el enlucido y otras las placas que les ponen para embellecer las fachadas.
Una vez hable con un vecino de una de estas fincas y me contó que a los diez años empezaron a tener problemas, no solo en el exterior de las viviendas, sino dentro. Denunciaron al constructor y tardó la justicia más de 10 años en darles la razón a los vecinos.

Benja dijo...

En cuanto a la belleza de la madera, sea en la construcción o en muebles no tiene comparación. He visitado mucho palacios y casas nobles en donde techo y vigas son de madera y no se pudren, ni les ataca la carcoma.

Leo dijo...

Vaya, vaya parece que te gusta la madera antigua...
El roble, es un árbol que crece lentamente, hasta cumplir 200 años de vida. Después esta madera se suele trabajar de forma artesanal y se transforma en un mueble francés que inspira respeto y tradición. Ya sabes que mis muebles parece que se caen pero es todo lo contrario son resistentes, brillantes y confortables. No se caen ni se rompen que siempre me estás picando.
Opino que, una casa antigua, restaurante o lugar con sus vigas y piedra antigua es un lujo que merece la pena disfrutar.

Benja, totalmente de acuerdo contigo, las casas ahora las hacen de chichinabo.

Marino Baler dijo...

Benja, loas construcciones antiguas duran más porque, evidentemente, se hacía con materiales más perdurables y, ¿qué dura más que la piedra? Hoy en día los materiales son más perecederos, por ejemplo pladur, pvc, cartones... todo depende de los materiales. Además, las técnicas constructivas también son importantes, por ejemplo poner aplacados en las fachadas, eso tiene un desgaste temporal... instalaciones entre paredes... todo eso son elementos que influyen en la durabilidad. Tengo un amigo que vive en un pueblo y en ese pueblo las casa tienen la fecha de construcción y todas son anteriores al año 1800 y ahí siguen, evidentemente, son casas de piedra, con sillares de piedra
La madera es un material que con cuidado puede durar siglos sin ningún problema.

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Leo, las mejores edificaciones que he visto con madera son de sabina, en la zona oeste de Soria (Calatañazor, El Burgo de Osma, San Esteban de Gormaz). Es una maravilla ver como casas con más de doscientos años siguen en pie con pocas reformas realizadas. Y no solamente casas, iglesias y edificios singulares como ayuntamientos o casas de nobles.

Benja dijo...

A mí me gusta pasear sobre todo los sábados por barrios a las afueras de Valencia. Me pido un capuchino y me voy a sentarme enfrente de donde están construyendo muchas fincas privadas. Normalmente son varias fincas independientes, pero que comparten una misma zona privada. Y lo que he observado, es que utilizan paneles prefabricados para todo y eso les ahorra mucho tiempo, pero también creo que pierden calidad.

Marino Baler dijo...

Los paneles prefabricados, si van en fachada, se llaman GRC, son paneles prefabricados de hormigón ligero y fibra de vidrio. Esos paneles van atornillados al forjado, es mucho más rápido de colocar, pero sí, se pierde calidad.
Si es en el interior, es lo que se conoce como pladur, placas de yeso laminadas, después, hay otras con espuma que son para aislamiento térmico o acústico. Sí, hay varias clases. Pero nada como el ladrillo de toda la vida y es que, por desgracia, el trabajo de albañil se está perdiendo.