sábado, 21 de marzo de 2020

Jaque, casi, mate al Rey




A pesar del confinamiento físico e informativo al que nos vemos sometidos desde hace unos días por el dichoso virus, nada es capaz de frenar el cuestionamiento popular de una institución caduca, antidemocrática y profundamente corrupta. La degeneración del anterior titular de la Corona adquiere tal magnitud que ya ni los medios monárquicos son capaces de esconderla, pues van aflorando como hidra de siete cabezas imposible de doblegar. Tras las noticias que conocimos días atrás desde medios extranjeros (de nuevo nos tenemos que enterar a través de otros), el domingo 15 por la noche la Casa Real nos sorprende con un increíble comunicado con el que el hijo de Juan Carlos trata de limpiar su imagen y sus vínculos hereditarios. Respecto de la herencia económica, ni deja claro que su renuncia sea real, ni parece legalmente posible. Y de la herencia política, el trono, nada dice, como era de esperar. Si el escándalo de la cacería africana de Juan Carlos en plena crisis mundial, y especialmente dramática en España, desembocó pocos años después en su abdicación, el nuevo escándalo de la casa real, en plena crisis y confinamiento colectivo, puede desembocar en una nueva abdicación; ¡ojalá!
Quizás Felipe VI tuvo la idea de que el actual estado de alarma y confinamiento colectivo podría ser el mejor momento para que sus escándalos familiares pasasen desapercibidos; pero es posible que se haya equivocado rotundamente. Precisamente el actual estado de shock en que se encuentra la población, altera los estados de ánimo, a veces de una manera incontrolada, desde el punto de vista social y de las relaciones. Mientras el conjunto de las familias de este país se enfrentan a una crisis sanitaria, con graves riesgos para la salud, para los ingresos económicos y los puestos de trabajo, resulta que la familia real se dedica a sus trapos sucios de herencias millonarias de origen corrupto, y todo aderezado con la singular tradición braguetera de la dinastía que nos reina. Fue un gran error (quizás no le quedaba otra) publicar el domingo 15 el comunicado sobre unos asuntos que llevan coleando hace años; pero el remate fue dirigirse a sus súbditos, como si aquí no hubiera pasado nada y sin disculpas que valgan, para exponerse cual títere de feria. El pueblo español, tan bueno para algunas cosas, y otras no tanto, no perdió la oportunidad que el monarca le brindaba para colocarlo en la picota del escarnio colectivo, rememorando algunos episodios del pasado.
La prensa monárquica y rastrera en su afán de blanqueamiento de la monarquía ha blindado al Borbón de tal forma que, además de inviolable por la constitución, fuera impublicable y que ese ejercicio de fiscalización que se supone que debe tener ‘el cuarto poder’ quedará en un halo de protección y querer presentar a los Borbones como familia ejemplar… Pero parce que algo está cambiando (aunque a pasos muy, muy lentos).
De hecho, para justificar que Felipe VI pudiera reinar se le llamaba ‘el Preparado’… pero ahora, con lo que ha salido del golfo de su padre y que todos sabemos (y la propia familia mucho antes que nosotros) habría que cambiarle el sobrenombre y llamarle ‘el Pillado’.
Felipe VI está intentando, por todos los medios, que su padre no le infecte con sus infectos negocios. A diferencia del coronavirus, con el virus de la Corona, el peligro no es que el más joven mate al más viejo sino al revés. Para evitarlo, el rey en activo ha impuesto una distancia de seguridad con el rey emérito y se ha lavado las manos. Pero desde Poncio Pilatos lavarse las manos en política es una forma de manchárselas. No puedes quitarte toda responsabilidad sin parecer un irresponsable. Al limpiarse de toda culpa, se ha ensuciado.
Dos veces al menos. Ha reconocido ‘el Pillado’ que sabía hace un año que era el segundo beneficiario del dinero que la dictadura saudí le regaló a su padre en una cuenta en un paraíso fiscal dejado en evidencia que lo reconoce ahora porque ha salido en prensa y las fiscalías suiza y española lo están investigando. Dice que lo puso en conocimiento de la autoridad competente sin especificar cuál y que se fue al notario para dejar por escrito que renunciaba a esa parte de la herencia. No consta lo primero y no cuadra lo segundo.
Si conocía un posible delito de su padre tenía que haber sido el primero en ir a denunciarlo como ciudadano ejemplar y debiera haberlo hecho público. ¡Pero que es el Rey! El que se supone que debe dar ejemplo. Siendo realistas, la familia parásita que vive de nuestros impuestos por el simple hecho de nacer. No hizo ninguna de las dos cosas sino esconderlo hasta que le han descubierto. Por otro lado, no es posible legalmente renunciar a una herencia hasta que no muera el benefactor ni es posible renunciar a una parte de ella. Tendría que renunciar a toda. El trono también es hereditario, no lo olvidemos.
Durante estos días angustiosos de pandemia, ha sido estruendoso el silencio de la Casa Real. El que tanta prisa se dio en salir a reprender a la mitad de Cataluña por el referéndum, no había tenido tiempo ni de mandar un comunicado de aliento a las familias. No sale ahora en televisión preocupado por su pueblo sino preocupado porque su pueblo le quiera echar del puesto. Es vergonzoso que utilice nuestras tragedias para limpiar sus miserias. Nada nuevo.
Pero el momento no puede ser peor, aunque se crea lo contrario. El coronavirus no vacuna del virus de la Corona, acentúa sus efectos. Como le ocurrió a su padre con la cacería, un país quebrado es mucho menos paciente con los vicios de la monarquía. Entre otras cosas, no hay papel higiénico para limpiarlos. A su favor juega que vivimos en un país de partidos y periódicos cortesanos que han salido todos al rescate y que los más republicanos son socios de un gobierno en plena crisis pandémica que no está para debates. En su contra, que el virus ya lo ha contraído y aún quedan por ver más síntomas de esta epidemia que son los Borbones para España.
El hijo ha matado al padre. Pero el padre es un Saturno que puede acabar devorando a su hijo. Cada vez quedan menos miembros en esa familia disfuncional que ya no cumple el único requisito que justifica su existencia: dar ejemplaridad y estabilidad. De ésta podríamos quitarnos los dos virus, el coronavirus y el virus de la Corona.

7 comentarios:

Benja dijo...

Marino, los hijos no son culpables de lo que hacen sus padres, ya que no estamos en la edad media. Y no creo que este sea el momento de ir contra la Monarquía aprovechado el momento que vivimos. Y te recuerdo que la mayoría de los medios de comunicación de este país son de izquierdas y les preocupa más la Pandemia, que abrir otra vez el melón de Monarquía o República. A mí me preocupa más que Pablo iglesia haya roto la cuarentena a la que está obligado, para salir en los medios pasando por encima de los responsables de sanidad, que son los que tienen que hablar.

Benja dijo...

A mí me preocupa más, los centenares de de policías, guardias y personal sanitario contagiados por el coronavirus y con algunos muertos que ya han tenido. Porque este gobierno no se preocupó de preparar el material necesario en su momento, para el personal que iba a estar en primera línea corriendo un grave peligro. Y con los más de mil muertos y 20.000 contagiados, sin contar los que están pasando la enfermedad en su casa, volvemos atacar a la Monarquía...no lo entiendo. Cuando no es preocupáis de pedir la dimisión de un ministro que dijo “que el virus nunca llagaría a España”. Permitiendo turistas de países como Italia y otros que venían con el virus.
A mí me preocupa personas como mi vecino, como se siente un chaval de apenas 25 años, que paga 500 euros de alquiler y lo han tirado a la calle. Y no sabe que va ser de su vida y si lo volverán a admitir en el trabajo cuando pase todo esto. Y ya veremos las ayudas de un gobierno en la ruina que le llega a este chaval y a otros centenares de miles o millones que se encuentran o se encontraran en su misma situación y también muchas familias, si esto se alarga mucho.

Benja dijo...

Sabes que no soy partidario de la Monarquía, además soy el primero que si el rey emérito ha cometido un delito que lo pague. Pero por edad y por la ley no se le puede juzgar y castigar. Quitarle los bienes…no lo sé.

Marino Baler dijo...

En ningún momento he dicho que a situación que vivimos no sea excepcional y requiera toda la atención, pero estaremos de acuerdo en que hay temas importantes que también tienen que ser abordados.
El mundo no para. Yo tengo que seguir pagando la seguridad social de los trabajadores, tengo que seguir pagando al banco y tengo que seguir trabajando para que mi economía se resienta lo mínimo y tener que pagar el sueldo a los trabajadores.
De todo eso hablaré en el próximo articulo y de la porquería de medidas que ha tomado el Gobierno. Te aseguro que son MENTIRA, así, en mayúsculas.
Pero coincidirás conmigo en que golfadas como las del Rey no se pueden permitir y hay que meter mano. Que Felipe lo sabía y ha callado, no ha dado ninguna sola explicación. Él lo sabía desde hace un año y no ha dado ninguna sola explicación todavía, es más, aprovechando lo del coronavirus se destapa todo y sale Felipe en televisión, ¿para decir qué? ¿Tú te imaginas si fueras beneficiario de alguien que tiene cuentas en Suiza y has estado un año callado? ¿Te imaginas lo que sería de ti?
Bajo la excusa de que ‘siempre hay cosas más importantes que hacer’, nunca se hace lo que realmente hay que hacer y así estamos. Felipe no puede renunciar, porque todavía no ha heredado y si renuncia a eso, también debe hacerlo a la corona. Y mientras todo eso ha estado pasando, gente como tu vecino cobrando 500 euros.
Aquí nadie ataca a la Monarquía, es la propia Monarquía la que con sus actos hace que sea una institución totalmente reprobable y execrable.
Una ley no es más que lo que dice un papel y en algún momento habrá que tomar medidas, ¿no? ¿O por lo que diga un artículo en la Constitución debemos de seguir consintiendo las golferías de una familia privilegiada?

Benja dijo...

Estoy bastante acuerdo contigo y lo sabes. Yo salgo al balcón todas las noches a la ocho a dar mi pequeño homenaje a todos estos héroes anónimos que están luchando por nuestras vidas. Y el otro día oí que Pablo iglesias o algún miembro de Podemos, había pedido una cacerolada en el momento que hablaba el rey. A mí me parece que esto está fuera de lugar, con todos los muertos(1.400) que tenemos. También conozco autónomos que han cerrado su negocio y están obligados a pagar impuestos aunque los ingresos sean cero. Y estarás conmigo que la voluntad del pueblo reside en el Parlamento y la Constitución se puede cambiar. Pero sabes que no habrá al menos en muchos años e incluso décadas, una mayoría en el parlamento para cambiar la constitución y poder convocar un referéndum sobre Monarquía & República. Además, yo defiendo la libertad de expresión, siempre que expresarse no sea un delito. Y que hables del choriceo real me parece muy bien, porque no se debe de dejar en el olvido que vivimos en un país corrupto a todos los niveles.

Marino Baler dijo...

Mientras el PSOE no se posicione en monarquía o república nada cambiará, pero estos son del 'hay cosas más importantes que hacer' o 'a los ciudadanos no les importa eso, les importa que haya sanidad, carreteras, trabajo...' y así siempre. Lo que te decía en otro comentario, siempre habrá cosas más importantes que hacer y, por eso, nunca se hará lo que se deba cuando se deba.
Yo insisto en mi argumento, la impunidad de los Borbones es lo que hace que el tema sea, para mí, más grave que si lo hace cualquier político (sin disculpar lo que hacen los políticos corruptos).

Benja dijo...

En España hay mas Aforados, sean políticos o de la realeza que en ningún otro país democrático. En muchos países se vigila que todos los ciudadanos se sientan iguales ante la ley. El ex-presidente alemán Christian Wulff acabó en 2012 el banquillo de un tribunal de Hannover por un cohecho impropio de 720 euros.
En Alemania, Reino Unido o Estados Unidos no tienen aforados que gocen del derecho a ser juzgados por un tribunal distinto al que corresponde a un ciudadano de a pie. En Portugal e Italia solo se le consiente al presidente de la República; y en Francia, al presidente, primer ministro y su Gobierno. Pero España más de 10.000 personas “la mayoría políticos” se acogen a este privilegio sin contar a los miembros de la casa real.
En caso watergate, todo un presidente de los Estados Unidos, tuvo que dimitir para no acabar en la cárcel, y solo por espiar a sus rivales políticos. Aquí los reyes hijos e hijas están protegidos por la Constitución. Y mientras no se cambie no hay nada que hacer.