El anillo único

“Un anillo para gobernarlos a todos”

Eso es lo que me gustaría tener… un anillo con el que poder dirigir.

A estas alturas del año, no sé si es por el calor o por el agotamiento, pero no puedo más. Durante los tres últimos años, en total, no habré tenido un mes de vacaciones, no habré desconectado más de una semana seguida y la última vez fue el año pasado, cuando cogí una semana de vacaciones en la que estuve en mi pueblo sin hacer nada, recuerdo que, incluso, desconecté los datos del móvil para no recibir whatsapps.

Tengo que encargarme de la parte constructiva, de la parte administrativa y de la parte técnica. Un día normal es pasar casi toda la mañana en obras, de un sitio para otro; luego ir a la oficina y encargarme de la parte administrativa: correos, facturas, albaranes, controles de horas y, por si fuera poco, tengo que hacer proyectos que me encargan.

Es por ello que necesitaría alguien que llevase la administración, otro que se encargase de las obras y yo de los proyectos y revisar a los anteriores… pero, a veces, es difícil encontrar gente capaz.

Sí, no estaría mal tener un anillo único. Ahora la parte administrativa ya la tendría hecha… no hubiera tenido que ir a las obras y yo podría estar haciendo uno de los tres proyectos que me han pedido y que tengo que entregar para antes del 15 de agosto (sinceramente, no sé cómo voy a hacer... seguramente tenga que dar uno a un amigo para que me eche una mano).

Sí… Sauron sería malo, pero no tuvo una mala idea con eso del anillo.

Son las 12:10, he parado diez minutos a escribir este artículo y ha sonado una vez el teléfono que uso para trabajar (porque el particular era un infierno) y han entrado dos correos.

Lo bueno de ser dueño de mi tiempo es que puedo tomarme ciertos lujos… pero lo malo es que, a veces, lo que me falta es tiempo para no hacer nada.

Hasta que no consiga el dichoso anillo que los gobierne a todos así tendrá que ser.