martes, 17 de agosto de 2021

El doble placer del aprendizaje



La enseñanza, que debería ser una de las profesiones más valiosas y gratificantes, tiene dos partes: la del que enseña y la del que aprende. Pero su éxito depende de que el maestro o profesor se asegure de que los conocimientos que imparte queden bien aprendidos por sus alumnos. La enseñanza es para la gente, siempre es lo más importante.
El profesor que no sabe despertar el aprendizaje, por parte de sus alumnos, de la materia que enseña, debería hacérselo mirar. Todo el mundo, incluso con problemas físicos o mentales, puede llegar al conocimiento, aunque algunos precisen de una educación especial. La educación es la base de todo progreso cultural y material.
El sabio griego Pitágoras decía: “Educad a los niños y no será necesario castigar a los hombres”.
Tuve un profesor que decía “el saber no ocupa lugar, pero ocupa tiempo”. Y es muy valioso cualquier tiempo dedicado a enseñar y a aprender, para situarnos en el mundo, relacionarnos con los demás y con el entorno que nos habita y nos nutre.
Enseñar bien es un arte y requiere mucha entrega e ilusión. Pero no lo es menos y va a la par el aprender.
Siempre he pensado que el que no tiene cultura es porque no quiere. Me refiero a cultura, en general, a tener inquietudes a coger un libro y leer, querer aprender; una ventaja que hoy en día es muy sencillo con internet. No me estoy refiriendo a estudiar una carrera e hincar codos… en mi caso podría decir que una cosa es lo que te obligan a aprender para aprobar un examen y otra lo que realmente después es útil.
Pero, remitiéndome a mi antiguo profesor, aprender ‘ocupa tiempo’. Es más sencillo llenar ese tiempo con ignorancia.

3 comentarios:

Alba dijo...

Hola Marino
Leyendo lo que pones en tu entrada, me llevas a pensar un poco en un personaje que ahora está de tendencia en redes sociales y de casualidad leía un poco de él, entes de leer tu artículo en el blog. Aún tengo algunas palabras de éste apodado 'la liendra' rondando en mi cabeza... Y es que es tan desagradable el chico tanto a la vista, como de escuchar y de leer tantas tonterías que dice y con ellas atrae a rebaños de ignorantes que lo siguen como ovejas al matadero. Algo de su discurso barato es que la educación no sirve para nada y que él, es una muestra de ello, pues es un ignorante adinerado y si, si que tiene dinero ese 'bicho' pero de nada le sirve el dinero, si para mi y para muchos es un mal elemento.
Saludes...

Benja dijo...

Se jactan los influencers de no tener estudios y haber conseguido ser millonarios gracias a las redes sociales, enseñando sus mansiones y coches de lujo. Y estos están influyendo en los jóvenes de que estudiar no sirve para nada.
Antes, el mayor orgullo de una familia pobre era conseguir que sus hijos fueran a la Universidad. Hoy día, parece ser que todo les da igual y estamos en la cola, en cuanto a la educación en la UE.
Hace un tiempo escribí para mi blog una entrada “La ciudad silenciosa” hablaba de que València tiene una serie de mausoleos, tumbas y nichos de personajes ilustres «de interés». Ahí están el Marqués de Sotelo, Manuel Granero, Constantí Llombart, Salvador Tuset, Blasco Ibáñez, Joaquín Sorolla, Maximiliano Thous, Nino Bravo, y profesores como Peris y Valero etc. Y me voy a referir a este último, su mausoleo es sencillo pero a la vez impresionante. Fue sufragado por sus alumnos, y hay una placa en donde le dan las gracias por todo lo que hizo por ellos. Hoy día no creo que esto pase, con el egoísmo que hay.

Marino Baler dijo...

Dulcinea: el problema de todo es que ese personaje es ejemplo de muchos jóvenes que creen que haciendo lo mismo pueden conseguir dinero fácil. El problema no es que haya gente así, el problema es que haya gente que les siga.

Saludos

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Benja: el sistema educativo ha ido menguando hasta dar risa. Me he encontrado con gente de 16 años que no sabía hacer una ecuación.
El respeto al maestro se ha perdido, aunque también es cierto que estos son igualmente responsables.

Saludos.