Excelente entrevista a Edurne Pasaban. Me quedo con la frase: “La ansiedad, el malestar... Llega un momento en el que es tanto tu dolor que solo buscas la forma de hacerle frente, quitándote la vida. Solo quieres acabar con eso. Siempre digo que la gente que llega a ese extremo, casi toda, no quiere el resultado de la muerte. Pero no encontramos el camino de cómo salir de ahí”
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Ha estado literalmente en la cima del mundo, pero no siempre se ha sentido tan fuerte. «Pasé de jugarme la vida escalando montañas a un hospital psiquiátrico haciendo punto de cruz. Era surrealista». Cuando la alpinista tolosarra Edurne Pasaban rescata uno de los episodios más trágicos y angustiosos de su vida, aún sorprende cómo una persona con tanta fortaleza y determinación pudo llegar a esa situación de querer quitarse la vida. «Cuando tienes una depresión muy grande no controlas tu mente y hasta los mayores edificios caen. Le puede pasar a cualquiera», subraya Pasaban, que compartió este lunes su experiencia en una conferencia organizada por Agifes en San Sebastián, en el marco de unas jornadas para visibilizar la depresión y el suicidio, que finalizan este miércoles.
- ¿Cómo una persona que ha tocado la cima de catorce 'ochomiles' acaba sumida en una depresión?
- Es algo que me lo decía muchísima gente, hasta en el hospital donde estuve ingresada. No lo entendían. Pero es que esto le puede pasar a cualquiera y hasta los mayores edificios caen. La mente es algo que no controlas. Yo puedo tener muchísima fuerza para enfrentarme a montañas como las que he escalado pero luego no tener fuerzas para enfrentarme a la vida real. Miraba en internet cómo se podía hacer sin sufrir... pero no lo comentaba con nadie. En ese momento en el que lo vas a hacer no tienes el control de ti mismo.
- ¿Cuándo se dio cuenta de que algo no marchaba bien?
- Por aquel entonces estaba metida en un reto deportivo muy grande, como era escalar los catorce 'ochomiles', pero tampoco me dedicaba profesionalmente a eso, porque paralelamente trabajaba en el restaurante y a los 31 años me empecé a hacer muchas preguntas: qué estaba haciendo con mi vida, no tenía un trabajo estable como mis amigas, además se estaban empezando a casar y tener hijos, tampoco me dedicaba profesionalmente a lo que había estudiado (Ingeniería)... A todo eso se unió una rotura sentimental y al final caí en una enfermedad, porque no encontraba respuestas a lo que estaba haciendo con mi vida. A finales de 2005 me empecé a encontrar muy mal, sentía mucha angustia, ansiedad… El problema es que al ser una enfermedad tan desconocida tampoco sabes detectar muy bien lo que te pasa, tú mismo no sabes diferenciar entre tristeza y depresión, y cada vez estaba peor. Había caído en el agujero más negro. Un día exploté y les dije a mis padres que me ayudaran.
- ¿Cómo reaccionaron sus familiares?
- Decidieron, gracias a un médico de familia de confianza, ingresarme en un hospital psiquiátrico. Al principio reaccionaron con sorpresa; no es fácil dejar a tu hija allí para que se trate. Además, como el tema es tan desconocido es difícil identificarlo. Ellos veían que su hija estaba triste, que no me quería levantar de la cama... pero se dejaron aconsejar por los médicos. Había que ingresar. Estuve primero dos meses. Me dieron el alta y de nuevo volví a ingresar y entre los ingresos fue cuando ocurrió el intento de suicidio.
- ¿Qué es lo que le llevó a hacerlo?
- La ansiedad, el malestar... Llega un momento en el que es tanto tu dolor que solo buscas la forma de hacerle frente, quitándote la vida. Solo quieres acabar con eso. Siempre digo que la gente que llega a ese extremo, casi toda, no quiere el resultado de la muerte. Pero no encontramos el camino de cómo salir de ahí. Por eso es tan importante hablar, podemos ayudar a mucha gente a que pida ayuda.
- ¿Cómo fueron aquellos meses de ingreso?
- Surrealistas. Yo ingresé el 6 de enero de 2006, después de haber pasado todas las Navidades escalando en hielo en los Alpes, con mi primo Asier. Y de repente llegué a casa, volví a la realidad y me puse muy mal. Dos días después de estar escalando en situaciones extremas me encontré en la sala de un hospital haciendo punto de cruz. No sabía si llorar, gritar... No sabía lo que me estaba pasando.
- Después del intento de suicidio, ¿cómo se sentía?
- Avergonzada de tener que pasar por un hospital a que te hagan un lavado de estómago. Avergonzada de haberlo hecho.
- Pero consiguió armar una salida. ¿Qué le ayudó a hacerlo?
- Los especialistas, la medicación, que ayuda un montón, es imprescindible, y mi familia y amigos que me comprendieron, me acompañaron y ayudaron a encontrar mi camino. Tuve mucha suerte. Una vez que empecé a encontrarme mejor, me ayudó mucho el deporte y volver a la montaña.
- ¿Cómo se encuentra ahora? ¿Ha salido fortalecida de aquel episodio?
- No me siento más fuerte, lo que sí he cambiado ha sido la forma de valorar algunas cosas. Pero es que yo ya he visto la muerte en otros sitios y he perdido a muchos amigos. La muerte es algo que en mi vida está muy cerca y muy interiorizada. Todo lo que he vivido, la depresión, los intentos de suicidio, la pérdida de amigos en la montaña... sí que me han hecho cambiar. Hay que vivir el momento. Ahora me encuentro muy bien, se puede salir del agujero más oscuro pero esto no quita que jamás vaya a sufrirlo.
- ¿Cuáles son las señales que pueden volver a encender la alarma?
- La ventaja que tengo yo es que ahora me conozco mucho mejor y cuando el semáforo se pone en ámbar sé que algo está pasando, porque no duermo o tengo ansiedad, y estoy alerta. Por eso es tan importante que se hable de ello, que se conozca la enfermedad.
- ¿Por qué decidió contarlo?
- Pienso que puedo ayudar a otras personas que están pasando o han pasado por lo mismo. El que tiene una enfermedad mental piensa que solo la tiene él y no es así. Yo conozco mucha gente que parece que está en lo más alto y lo está pasando mal. Si quitamos ese estigma y hacemos ver que esto le puede pasar a cualquiera y que es una enfermedad como todas las demás creo que podemos ayudar a muchos jóvenes a que llamen a las puertas, que no se avergüencen y pidan ayuda. Las enfermedades mentales están matando a mucha gente.
- La depresión es una enfermedad que afecta a mucha gente. Sin embargo sigue siendo un tema tabú...
- Se habla muy poco de ello. Existe mucho miedo a decir que tenemos una depresión. La palabra enfermo mental se relaciona con la locura. También nos avergonzamos de tomar un antidepresivo, pero es como tomar una pastilla para el azúcar o la tiroides. Mi mensaje es que de esto se puede salir, por eso hay que buscar apoyo. Lo que no ayuda nada son las típicas frases de 'Lo tienes todo', 'Tienes la mejor vida del mundo...' Sabes que quizá sea cierto pero eso no te saca de donde estás metido.
- Ahora que es madre, ¿cómo ha cambiado su forma de ver las cosas?
- Disfruto de la montaña a otro ritmo, en parte lo echo de menos pero soy muy feliz. Además, el riesgo lo mido diferente. El año pasado estuve en una montaña de 7.000 metros, las condiciones no estaban bien y yo decía: que le den, paso de todo esto, por miedo a que me pasara algo por mi hijo. En otro tiempo no habría sido así. También doy charlas de motivación y liderazgo en empresas, sobre todo de España y Latinoamérica y sigo con la Fundación Montañeros por el Himalaya by Edurne Pasaban.
14 comentarios:
También he pasado por momentos difíciles y me he preguntado si valía la pena seguir adelante y la respuesta siempre ha sido la misma ¡SI! No por que considere que el suicidio es un pecado mortal, sino porque es de cobardes y buscan la solución más fácil. Otra cosa es que se pierda la cabeza y no sepan lo que hacen.
Y no creo que si estas pasado un mal momento estas entradas te ayuden en algo, ya que las veo muy negativas. Yo hablo por hablar porque tampoco sé lo que estas pasando, pero más o menos por lo que dices me lo puedo imaginar.
Hola Marino
¿Quien dice que la vida es fácil o justa? Vivimos cosas difíciles, momentos en los que nos cuestionamos el ¿porque y para que de las cosas que nos pasan? Algo que si sé y de lo que puedo hablar es de la depresión, aquel enemigo silencioso que nos ronda y del cual tenemos temor hablar, la salud mental es tan importante como la salud corporal y debido a la pandemia y a sucesos que están pasando, hasta ahora se le esta presentando atención.
La entrada que colocas es importante, porque como dice la entrevistada, puede servir como ayuda a otros que sufren de depresión y no sienten salidas para su sufrimiento o agobio.
Sé que has pasado por momentos difíciles y que ya están obteniendo ayuda y lo más importante, es que reconoces que necesitas ayuda... Mantente positivo, ocupa tu tiempo en cosas que te aporten y mantén contacto con personas que te ayuden y te den tranquilidad.
Siempre la vida es la mejor opción y lo que hoy nos duele, mañana será lo que nos deja un aprendizaje.
Animo y te mando un fuerte abrazo.
En España Alba hay quien se ha suicidado por asuntos económicos, les han acosando tanto para hicieran frente a sus deudas que al final no pudieron aguantar más.
Leer a otras personas que han salido de la depresión, incluso que han llegado a pensar en suicidarse es muy importante. Pero como bien dices Alba hay que contar con la ayuda de profesionales.
En mi caso fue por el trabajo, se me exijo tanto que al final explote y entré en una fuerte depresión. No hablaba con nadie y todo me lo guardaba para mí. Y cuando ya no pude más, fue un sacerdote el que me ayudo. En confesión le conté lo que me pasaba y la verdad que fue increíble, falleció hace unos años y lo sentí muchísimo. Me animo a que asistiera a reuniones con otras personas que también tenían problemas. Y con la ayuda de estas personas que no conocía y con mis montañas la depresión desapareció...incluso cambie de empresa.
Esta es mi historia, la de Marino no la sé. Pero lo que si se Alba, es que la vida siempre te da otra oportunidad y has de saber aprovecharla.
Hola Benja
Agradezco que nos cuentes tu experiencia, si, yo sé que el tema económico es algo que agobia y desespera, al punto que las personas no ven otra salida y toman medidas extremas... La muerte para algunas personas es la salida 'fácil', no se puede juzgar a quienes toman ese tipo de opciones, en fin. Yo hace poco viví un suceso doloroso con un amigo al que quiero y admiro mucho intentó suicidarse, un hombre exitoso y con una gran carrera política y social por delante. Pero fue tanto el peso que cargaba sobre sus hombros que optó por quitarse la vida;fueron momentos muy difíciles para él, su familia y amigos. Ahora está en una clínica mental, en donde recibe tratamiento para su depresión.
Es muy difícil hablar de ciertos temas, pero yo creo que hay que hablar y pedir ayuda, dejar de pensar que podemos con todo y sobretodo, como en tu caso, apoyarnos en personas espirituales o profesionales que tengan la capacidad de darnos apoyo.
Un abrazo y te deseo días bonitos.
Disculpad que no lo haya hecho antes, esta tarde os respondo.
Estoy opinando sobre la depresión y el suicidio por la entrada de la entrevista a Edurne que me ha parecido muy interesante.
"La muerte para algunas personas es la salida 'fácil', no se puede juzgar a quienes toman ese tipo de opciones, en fin".
Tienes toda la razón, es un error mío ya que yo defiendo la vida y no llego a entender que alguien pueda acabar con su propia vida. Y cada persona somos un mundo muy diferentes unos de otros y hay un estudio muy interesante. Que dice, que menos del 10% de las personas con depresión intentan suicidarse, y cerca del 10% de los que toman sus propias vidas nunca fueron diagnosticados con alguna condición de salud mental.
Benja: la cosa es que cuando se mete en una cosa espera que le salga bien, pero no siempre es así. En mi caso me metí en una obra en la que me fue mal y perdí mucho dinero (y cuando digo mucho es mucho). Pero la vida sigue y, como bien dices, las presiones son horribles y no me refiero a proveedores o a trabajadores (que con ellos cumplo), me refiero a Hacienda y a la Seguridad Social que, sin importar si tienes familia, puedes comer o vivir debajo de un puente ellos quieren lo suyo. Para que te hagas una idea, hubo un mes el año pasado que llegaron a cargarme de golpe en el banco casi 13.000 euros.
Así llevo poco más de un año. Afortunadamente he podido ir pagándolo, tenía recursos y lo he ido pagando, pero llega un momento en el que no puedes más en el que dices que no merece la pena y te vas hundiendo…y luego viene la falta de sueño o el dormir pocas horas. Y eso sumado a los problemas cotidianos todo suma y hace que llegue un momento en el que no pueda más.
Se añaden otros factores que son en los que tedas cuenta realmente a quien tienes a tu lado y a quien no…y todo te da lo mismo.
Pero bueno, poco a poco se supera todo.
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Alba: el problema de la depresión es que es una enfermedad silenciosa, que no se ve pero está. Y muchas veces quien no lo ha vivido de cerca no sabe lo que es y cree que son tonterías. Es un estado en el que hay que tener mucha paciencia y la tienen que tener contigo.
Benja, es lo que dice Pasaban, nadie quiere morir, lo que quiere es que acabe el dolor que lleva a esa situación.
Si, la depresión es una enfermedad que está cobrando muchas vidas. En mi país a menudo se escucha casos de personas de cualquier edad que sufren de esta enfermedad y algunos no encuentran salida a aquello que los atormenta.
Te mando un abrazo y recuerda que tu eres muy fuerte y puedes salir adelante.
En una de las empresas que trabaje durante unos siete años. Creamos una sociedad laboral, ya que la empresa se iba a pique y era la única manera de seguir trabajando con la ayuda de subvenciones que nos daban. Los jefes y sobre todo su abogado nos comieron la cabeza, haciéndonos creer que era nuestra oportunidad para tener nuestra propia empresa. Aprendí, que siempre tenemos que llevar nuestro propio abogado y no fiarnos de nadie. Firmamos ante notario, leía tan rápido que no nos enteramos de nada.
Viendo cosas muy raras fuimos a ver a un abogado y nos la habían clavado a base de bien. Ellos seguían siendo los dueños de la maquinaria y como la nave no era de ellos, nosotros no teníamos nada, y encima el 51% de las acciones eran suyas, por lo tanto seguían siendo los amos de todo, y fuimos tan imbéciles que también le dimos al Gerente que era uno de los jefes, un poder para poder hacer todo en nuestro nombre, incluso pedir créditos.
Fueron unos años de esclavitud, mal pagados y siempre con la amenaza de que si nos íbamos de la empresa teníamos que pagar la parte que nos correspondiera de la deuda y no solo de esta empresa, sino de la otra. Era imposible soportar aquello y salto todo por los aires y acabamos en los tribunales.
Se embargó toda la maquinaria y un terreno de los jefes que era urbanizable y valía muchísimo dinero. Con eso se cubrió las deudas. Y a mí me quedo una furgoneta nueva que habían puesto a mi nombre falsificando mi firma.
Cuando me di cuenta me puse en contacto con la financiera y se la llevaron. La financiera ya la tenía vendida y apenas habían pasado dos meses me reclaman 17.000 euros. Según el abogado, se había pedido un préstamo y al entregarle personalmente yo la furgoneta, lo que había hecho es pagar parte de la deuda. Acabe ante un juez, me embargaron la cuenta corriente en donde apenas habían 5.000 euros y ahí se acabo toda la historia. Y me quede sin nada, ni para tabaco tenía. Gracias a que vivía con mi madre, sino no se como hubiera comido. Y de todo se sale, incluso de la depresión que cogí por culpa de estas malas personas. Encontré trabajo enseguida y a partir de ahí todo me cambio para bien. Por eso te dije, que sé muy bien lo que estas pasando.
¡Vaya historia Benja!
Que mal la has pasado, esta visto que no te puedes fiar de nadie. Lo mejor de todo es que pudiste salir de todo eso y contabas en ese momento con la ayuda de tu familia.
Si, hay momentos en la vida que todo parece una tormenta, nos movemos por inercia y las cosas pierden valor ante los problemas.
Me alegra que pudiste superar todo y ahora gozas de tranquilidad y bienestar, tu experiencia nos sirve para entender que de todo se sale y todos los días brilla el sol.
Un abrazo Benja.
Alba, por suerte o por desgracia así es la vida. Es como el Yin yang, dos fuerzas opuestas, pero las dos necesarias para nuestra existencia. Y he aprendido que en este mundo hay personas muy malas y muchas veces no las vemos venir hasta que es tarde. Pero me recuperé, me ha ido bastante bien y lo mismo le va a pasar a Marino.
Lamento lo que te pasó Benja; puedo llegar a imaginar lo que vivirías en aquellos tiempos y por lo que has tenido que pasar.
Por desgracia, en la vida nos toca tropezarnos con sinvergüenzas que se aprovechan de las circunstancias y despegarte de ellos cuesta mucho. Pero siempre hay un momento apropiado para hacerlo y aprender, aunque tengamos que aprender a base de tropezones.
Lo bueno es cuando poco a poco vas viendo la luz y pensando que ya no queda nada.
Al final, ciertos periodos de tiempo quedan como una mala racha.
Así es Marino.
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