Cuando alguien es más importante que tu propia vida eres capaz de donar tu vida entera por ver latir su corazón. Entonces, ¿Cómo no robar un medicamento para que tus propios ojos le vean en vida? La importancia de comprender que todo ser humano tiene derecho a una sanidad pública y una vida digna.
¿Qué os puedo decir? Escritor de vez en cuando, políglota frustrado y lector compulsivo. Difícilmente asombrable, con enorme afición por la ironía y el sarcasmo (si me obligan a ello). De ánimo variable y sonrisa escasa. Odio el ruido sin sentido, la burocracia, la mala educación y la impuntualidad. Soy de izquierdas hasta para escribir. Republicano convencido, ateo, quijoteinómano y machadiano. No soporto a las personas fatuas y a los prepotentes sin motivos. Me irrita con enormidad la gente que no habla con corrección y, especialmente, aquellos que creyéndose que lo hacen no pronuncian los participios olvidándose de la "D". Omito mis sentimientos... es una lección que he aprendido; temo que resulte comprometedor o demoledor. Quizás puedo llegar a ser un ángel o alguien insignificante que simplemente pase por tu lado.
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Cuando alguien es más importante que tu propia vida eres capaz de donar tu vida entera por ver latir su corazón. Entonces, ¿Cómo no robar un medicamento para que tus propios ojos le vean en vida? La importancia de comprender que todo ser humano tiene derecho a una sanidad pública y una vida digna.
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