sábado, 21 de diciembre de 2019

Lectura y arquitectura



Hoy muchos escriben, muchos ven edificios… todos quieren expresar sentimientos y opiniones mediante las palabras, todos se emocionan delante de un edificio con singularidad arquitectónica. Pero, ¿cuántos leen? ¿Cuántos saben lo que están viendo? En cierta forma, la lectura es un estado superior a la escritura, de la misma forma que la observación lo es de la visión. Sólo sabremos escribir con el lenguaje que se haya adquirido leyendo… sólo sabremos saber lo que estamos viendo con la observación.
Es posible que algunos nazcan con el don de la palabra y puedan transmitir sus sentimientos y pensamientos de una forma distinta, pero esa virtud también se tiene que trabajar y cuidar. Las palabras están ahí, nadie las conoce si antes no las ha buscado o leído por casualidad… es algo que está al alcance de cualquiera.
Del mismo modo ocurre con la arquitectura. Cuando nos encontramos delante de un edificio, pongamos una iglesia, ¿sabemos lo que estamos viendo? En tales situaciones siempre hago dos preguntas ‘¿te gusta?’ y ‘¿por qué?’ y las respuestas nunca varían, ‘sí’ o ‘no’ y ‘porque es bonito’ o ‘porque es feo’, respectivamente. En este punto, hago una tercera pregunta… ‘¿por qué te gusta?’ o ‘¿por qué no te gusta?’… y es aquí cuando la otra persona encoje los hombros y se limita de decir ‘no sé’. Aquí es donde quería llegar… la gente ve, pero no observa, y no observa lo que está viendo.
No recuerdo quien dijo que ‘si no lees no sabes escribir’, igualmente podría decirse que ‘si no observas no sabes lo que estás viendo’.


Por ello, si no tenemos palabras, si no tenemos lecturas en nuestra memoria que enriquezcan nuestro lenguaje, nuestro pensamiento será pobre.
Hay personas que toleran y dicen sin ruborizarse que no leen, pero si se les dice que no saben pensar, eso lastima su orgullo y, sin embargo, una cosa condiciona a la otra.
Por ello, la lectura es una herramienta de desarrollo fundamental y donde mejor se desenvuelve esta herramienta es en los libros, no en pequeños artículos que abundan en internet. El vehículo es importante y nada como el papel; igual que no es lo mismo ver la fotografía de, por ejemplo, el Coliseo de Roma que estar allí tocando sus piedras y respirando su esencia.
Así pues… observemos las palabras y leamos los edificios. Nosotros mismos nos lo agradeceremos.

4 comentarios:

Alba dijo...

Hola Marino
Haciendo un pequeño recuerdo al pasado, se me viene a la memoria un profesor que tuve en mi época de estudio. Él era un ser con mucha preparación académica y escritor de varios libros, este personaje siempre decía que "rico" era el hombre que leía , porque poseía la capacidad de tener un diccionario de palabras infinitas en su vocabulario y también decía que quien lee tenia buena ortografía...

Hoy en día las personas no leemos, es mas no sabemos leer, ahora en una actividad con relación a las fiestas navideñas, me dolía los oídos al ver niños que al leer, lo hacían tan mal que aun estando ya en 3 año de secundaria, leían como si estuviera en prejardin... Que vergüenza para sus padres y más para esos niños que teniendo 12 o 13 años gastan su tiempo en redes sociales y otras tonterías y no en enriquecer su intelecto.

Hasta ahora.

Anónimo dijo...

Estoy totalmente de acuerdo con lo que dices Marino.

el arte de escribir se debe ir adquiriendo a lo largo de la vida, yo no se de arquitectura pues mi profesión tiene que ver con los números y todo lo que tenga que ver con ellos. Que por así decirlo también es un mundo que enamora demasiado.

Aquel que tiene la capacidad de entregar sus conocimientos a través de las palabras, es una persona que es digno de admirar.

he leído mucho de lo que escribes y te felicito porque has conservado por años esa pasión.

No puedo despedir este comentario sino con un gesto de admiración y fascinación por el ser que hay detrás del nombre Marino. Pido disculpas por ser tan directa pero no puedo dejar pasar la oportunidad y decir lo que me transmites.

Saludos.

Marino Baler dijo...

Dulcinea; la cultura es algo que puede distinguirte de los demás, y no no lo digo como algo desde un punto de vista de superioridad para creerte por encima de nadie.
La lectura es algo que está al alcance de todo el mundo, hay bibliotecas públicas y cualquiera puede leer... el problema es que quiera hacerlo.
Cada uno es dueño de su ignorancia, de esa persona depende si quiere que su posesión sea muy grande.

Saludos.

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Anónimo; muchas gracias por tus comentarios.
En lo sucesivo te pediría que te limitases únicamente a comentar la noticia (si quieres hacerlo) y evitases esos elogios tan exagerados hacia mi persona. De lo contrario te pediría que no comentases más. No pidas disculpas, yo también soy directo.
Muchas gracias.

Benja dijo...

En primer lugar os deseo Felices Fiestas y que seáis felices allí donde os encontréis.
Es triste ver encuestas recientes donde dicen que más del 40% de los españoles no leen nunca y otra parte muy poco.
El caso es que hace tiempo leía mucho y me encantaba, mi primer libro fuera de la escuela fue “Por quién doblan las Campanas”. Internet consiguió que dejara de leer y desde hace un tiempo he vuelto a leer otra vez y en papel, ya que en digital no me gusta.
Dicho esto, tienes razón Marino que mucha gente ve, pero no sabe lo que está viendo. Por mi parte y debido a mi ignorancia en este tema, he tenido que recurrir a los libros. Y últimamente estoy muy interesado en la arquitectura en la Valencia del Siglo XVI. Y me interesa siempre conocer todo de cualquier edificio, su arquitectura e historia. En este momento, estoy con un libro sobre la arquitectura renacentista valenciana y en particular sobre el Hospital General de Valencia y sus Artífices, de Mercedes Gómez.