jueves, 24 de diciembre de 2020

Una noche distinta



Esta es la misma entrada que puse hace un año, dos, tres, cuatro, cinco… y la misma que puse en esta fecha desde que comencé en el maravilloso mundo bloguero, allá por el cada vez más lejano enero de 2008. El día es el mismo, por eso creo que sirve. Un año más y los motivos son los mismos, como lo serán al año que viene y al siguiente, y al siguiente, y al siguiente… Sólo eso, al fin y al cabo, aunque no participe del folclore navideño, sí que creo que es una noche distinta.
Desde el año 97, el día de Nochebuena, siempre hago lo mismo; a las 8 de la tarde subo a la terraza de la casa de mis padres y enciendo una vela. No soy muy amante de la Navidad, pero sí que creo que esa es una noche especial. Tengo la suerte de haberla celebrado siempre en compañía de mi familia, por ello me siento afortunado, por poder estar con la gente que quiero. Pero también surgen otros sentimientos inevitables, como son el acordarme de mis seres queridos que ya no están. Por eso necesito un momento para acordarme de ellos en soledad. Justo es el momento en el que enciendo la vela. Me acuerdo, especialmente, de ellos y no puedo evitar la melancolía, esa que solamente se puede sentir en privado... y es que algunas cosas nunca cambiarán.
Después del primer recuerdo dedico mi luz a más gente; primero a personas que conozco y que comparten cualquier tipo de relación conmigo y después, muy especialmente, a gente que no conozco pero que existen. Y pienso en todos los que están lejos de casa por motivos de trabajo y esta noche no estarán con sus familiares, en aquellos que tienen que pasar la noche en un hospital, que tienen que dormir en un cajero, en un banco o en cualquier contenedor. En esas madres que desde sus países pensarán en sus hijos, lejos de casa; en aquellos lejos de sus países por cualquier motivo; en los que están de viaje; en aquellos que esta noche cenarán solos en casa porque no tienen familia u otros que, sencillamente, no podrán cenar; en todos aquellos que acabaron sus días lejos del hogar… como mi admirado poeta y en tantos más que se nos podrían ocurrir y que no por no nombrarlos están ausentes. Por todos ellos también enciendo la vela, para que su luz, al menos esta noche, no les haga sentirse tan solos. Que sepan que alguien, desde la distancia, se acuerda de ellos y sabe que existen. Nunca se sabe, quizá, alguna vez, tal noche como esta, yo pueda estar en alguna de esas situaciones y no tener a nadie cerca para poder compartirla.
Este año, como los anteriores, también les dedico esta canción y mientras enciendo la vela suena de fondo. Un canto a la paz y a la libertad nunca igualado, igual que os la dedico a todos los que pasáis por aquí.

Que paséis una buena noche.




Por primera vez en 24 años este año no será posible que pueda encender la vela en el mismo lugar que lo he hecho siempre, en casa de mis padres.
Este año, por primera vez en mi vida, no pasaré la Nochebuena en mi casa... los motivos son evidentes y no podré viajar.
Pero será lo único que cambie, porque allí donde esté, a las 8 de la tarde, haré que la vela alumbre por el mismo motivo como este último casi cuarto de siglo.

3 comentarios:

Alba dijo...

Muchas gracias Marino por que esa vela que encenderás, será la luz que nos llene de esperanza, una los corazones y nos dé fortaleza para agradecer por un año más, uno que aunque un poco difícil, nos dejó amores, alegrías, momentos felices...
Todo en la vida no puede ser negro, siempre hay una luz que resplande a lo largo del CAMINO...
FELIZ NAVIDAD Y UN ABRAZO ENORME A TODOS

Benja dijo...

A mí se me ha olvidado comprar la vela roja para dejarla toda la noche encendía como otros años. Pero tengo algunos grandes clásicos del cine como “Qué bello es vivir o Casablanca” para disfrutar del buen cine esta noche.
Que el amor y la amistad siempre reine en vuestro hogar ¡FELIZ NAVIDAD!

Marino Baler dijo...

Que paséis todos una buena noche.
Dulcinea: nada que decir, simplemente que todo lo que pidas en este día se cumpla y que la luz de la vela nos ilumine para conseguir la meta.
Un fuerte abrazo.

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Benja: cuando encienda la vela pensaré también en ti.
Que pases una buena noche.
Feliz Navidad.