Vivimos en nos tiempos en los que es difícil opinar. Creo que nunca ha estado tan censurado el pensar y tener una libre opinión, máxime si esta opinión no coincide con lo que se considera políticamente correcto, ya que con rapidez los adjetivos calificativos salen a pasear muy alegremente y, de repente, a uno lo tachan de fascista, comunista u homófobo si la opinión no es la marcada por los que quieren quedar bien.
A estas alturas de mi vida creo que ya no debería importarme lo que piensen de mí, por ello considero que tengo la libertad de dar mi opinión sin tener que pensar que la otra persona pueda estar de acuerdo.
Un tema que me parece muy espinoso es cuando se habla de homosexualidad, ¡cuidado! porque como no se sea políticamente correcto a la segunda frase ya te han tachado de homófobo… cosa que, por otra parte, me resbala.
La homosexualidad es algo que está en el género humano desde siempre, de la misma manera que hay gente que escribe con la derecha o con la izquierda. La homosexualidad no es antinatural, ya que es algo que se da en la naturaleza, simplemente es una anormalidad de la especie. La naturaleza establece dos sexos (masculino y femenino) para que la especie se perpetue y continúe, lo que se salga de eso es anormal, pero no en sentido peyorativo, simplemente que no sigue el curso normal de la especie; de la misma forma que lo serían personas que nacieran con tres piernas, con un brazo, con un ojo, con tres pulmones o con cualquier otra circunstancia distinta de la que nacen los seres humanos. A veces la naturaleza tiene esos caprichos.
Con la homosexualidad ocurre lo mismo, ¿alguien se ha preguntado qué ocurriría si todos fuéramos homosexuales? Efectivamente, la especie humana hace siglos que se hubiera extinguido. El instinto de supervivencia de las especies, hablando desde un punto de vista antropológico, hace que estás se perpetúen a través de la reproducción (Charles Darwin ya habló sobre ello) y para ello está el sexo, de lo contrario seríamos hermafroditas y no necesitaríamos del sexo opuesto para continuar con la especie. Y cuando hablo de este tema no sólo me estoy refiriendo a la especie humana, me estoy refiriendo a cualquier especie animal.
Por otra parte están lo que quieren hacer de la homosexualidad un modus vivendi y vivir de ello con un victimismo que muchas veces no existe.
A mí, por ejemplo, no me gusta el espectáculo del Día del Orgullo Gay, pero de la misma forma que tampoco me gustan las corridas de toros, un partido de rugby o un concierto heavy.
Es decir, no sé porqué me tiene que gustar que porque a unos hombres les guste que le toquen el pompis otros hombres y porque a unas mujeres les guste que les toquen el pompis otras mujeres haya que celebrarlo con banderitas y reivindicaciones.
Igualmente que por ver a dos mariquitas (palabra que está en la RAE) moviendo el pandero por la calle y dándose morreos o dos machorras (palabra que está en la RAE) pegándose el lote y, por no gustarme eso, no me considero homófobo. Simplemente no me gusta. Distinto es que dijera que abría que encerrarlos o cualquier otra cosa, no, no digo eso, simplemente digo que no me gusta ver a dos personas del mismo sexo babeándose por la calle.
Aquí enlazo con el principio, si no estás de acuerdo con ciertas conductas ya eres considerado homófobo… bueno, que eso sea todo lo que puedan decir.
Muchas veces son los propios homosexuales los que no se atreven a mostrarse tal y como son, quizá porque ese victimismo les va bien. Mientras no sean los homosexuales los que se acepten a sí mismos y se crean que viven en una burbuja de la que si salen todos van a hacerles daño, no avanzaremos; en ocasiones me hacen pensar que los primeros que fomentan ese inexistente rechazo son ellos/as con su actitud lastimera por tener unas preferencias distintas a los demás.
Tengo dos amigos que conocí en mis tiempos de estudiante. Cualquiera, al oírlos hablar o expresarse, podría decir que son homosexuales, pero a mí eso me da igual, jamás se lo he preguntado ni me lo han dicho, de la misma forma que ellos no me han preguntado si soy hetero, ya que yo creo que la condición sexual que tengan influya para la relación, que ya hace más de veinticinco años, que podamos tener.
Tengo dos amigos que conocí en mis tiempos de estudiante. Cualquiera, al oírlos hablar o expresarse, podría decir que son homosexuales, pero a mí eso me da igual, jamás se lo he preguntado ni me lo han dicho, de la misma forma que ellos no me han preguntado si soy hetero, ya que yo creo que la condición sexual que tengan influya para la relación, que ya hace más de veinticinco años, que podamos tener.
Cada cual que haga lo que quiera y que se acueste con quien quiera ¡faltaría más! y mientras no se mire eso como algo natural estaremos con banderitas celebrando días sin sentido y en un bucle absurdo.
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