sábado, 7 de agosto de 2010

El Seis Doble



Hay cosas que no se pagan, y no porque no cuesten dinero, simplemente porque no se ponen a la venta. Es difícil que alguien lo ofrezca de forma desinteresada, por el simple hecho de escuchar, de conocer, de dar voz. La libertad de expresarse un pueblo es algo que está prohibido. Sí, dicen que vivimos en democracia, que tenemos voz, pero… esa libertad se mide en la distancia de las cadenas que nos sujetan, poco más.
Hace más de dos años, concretamente en julio de 2.008, descubrí un lugar peculiar, distinto, raro, extraño. Un sitio que es una pequeña gota en el océano, pero que calma mi sed. Se trata de un periódico digital llamado El Seis Doble. Un lugar en el que no hay una opinión que valga más que otra, donde se informa a la gente y, lo más importante, donde la gente puede expresarse.

Es difícil en estos tiempos, donde hay tanto de todo, donde la información es bombardeada constantemente, poder elegir un lugar fiable que no ponga trabas a nadie, y este periódico cumple a la perfección esta premisa.

Uno de los pocos sitios por los que merece la pena encender el ordenador al llegar a casa. Desde que lo conocí, lo único que me ha impedido no leerlo es no tener conexión, en ocasiones los elementos también influyen.

Y es distinto no solamente por la variedad de noticias, sino por la opinión de sus usuarios. Gentes anónimas, con inquietudes, con vidas distintas, pero que todos tenemos en común esa sensación de poder expresar sin sentirte vigilado, censurado, vetado. El límite son nuestros propios comentarios… y eso es mucho hoy en día.

Al poco de conocerlo, su director me ofreció la posibilidad de ser articulista. Era un reto importante. Yo solamente escribía en este blog, una ventana que me cree para poder contar cosas que no se pueden contar habitualmente. El Seis era diferente, era un sitio más amplio.

Así pues, comentaba y escribía de vez en cuando algún artículo. Pero claro, como en las cosas de la vida, no todo gusta a todo el mundo y emulando a Cyrano:

Pues bien, ese es mi vicio,
me gusta provocar, adoro ese suplicio...

Aunque más que provocar es decir lo que pienso. Quizá podría decirlo de otra manera, pero ¿por qué tengo cambiar? Cada cual escribe como quiere, o como puede, y eso es algo que no se puede sancionar:

Renunciar para siempre a cadenas y protocolo;
posiblemente no volar muy alto, pero solo.

Eso me ha traído decenas de discusiones con otros comentaristas, que más que encenderme me motivan. Incluso tengo el honor de haber sido el único comentarista al que le dedicaron una carta al director. De ello ya hable en otra entrada y no merece la pena. Pero bueno, como dijo Quevedo:

Apenas hombre, sacerdote indino,
Que aprendiste sin christus la cartilla;
Chocarrero de Córdoba y Sevilla,
Y en la Corte, bufón a lo divino.

No me importa que me critiquen, ni hablen de mí. Lo que me molesta es que se ponga en dudala imparcialidad del periódico respecto a mis comentarios. Eso es más fácil, supongo.

Todas las noches, a las 00:00, cuando salen las noticias del día, ahí estoy. Esperando impaciente por saber lo que se cuece en mi pueblo. Supongo que el estar lejos hace que se sientan más las cosas, la única ventana que tengo para enterarme de lo que nadie me cuenta.

Y de todo esto, el responsable es su director, José Ramón. Lo conocí personalmente hace un año. Me sorprendió. No me esperaba que fuese así. Cuando alguien tiene tanto éxito en algo suele dejarse llevar por ciertos cantos de sirena. Él no. A pesar de haber coincidido en pocas ocasiones, tienes la sensación que lo conoces de toda la vida. Como aquel amigo de la infancia que no ves en años, te lo vuelves a cruzar y todo sigue igual. En ocasiones, me recuerda al conejo blanco de Alicia en el país de las maravillas. Siempre corriendo, pendiente del reloj y de sus ocupaciones, falto de tiempo. Por ello, cuando me dice que lo llame cada vez que vuelva al pueblo, de tarde en tarde, su compañía se disfruta más, se saborea como un buen puro acompañado de licor. Las horas pasan de una manera vertiginosa. No hace falta hablar de nada en concreto. Cualquier tema es bueno para saber a la persona que tienes delante. En mi caso me siento privilegiado de compartir esos momentos. Lamento no estar más cerca, no poder hacer que esos instantes sean más repetitivos, por ello los guardo de una forma especial. De la misma forma siento que la distancia me impida poder echar una mano, involucrarme, si hiciera falta, en ese maravilloso espacio virtual que es como mi casa en la distancia.

Con esta entrada quiero hacer dos cosas. La primera homenajear al Seis Doble de forma sencilla, llana. No hace falta usar adjetivos, hipérboles o epítetos para definir algo que simplemente por hecho de existir ya merece elogios, el peloteo lo dejo para otros. La segunda desear que siga siendo lo que ha sido hasta ahora.

Como dijo Larra, "no queremos venir a este mundo a ser un álamo más en la alameda". Y este periódico desde luego que no lo es.

6 comentarios:

Felipe Medina dijo...

Me alegro que existan digitales de este tenor dónde la libertad de expresión,venga de donde venga,no es limitada o censurada.

También me alegro que seas partícipe de este hermoso proyecto porque es un aldabonazo más a la democracia participativa de la que tanto carecemos.

Enhorabuena y me pondo a visitar el seis doble.

Saludos,Mariano

Ciberculturalia dijo...

Antes de dejarte el comentario, he ido al enlace y es cierto que tiene muy buena pinta el Seis Doble. Si como dices es un medio abierto y libre sin una línea definida e insoslayable, mejor para el debate y mejor para la formación de la opinión.
Enhorabuena.
Un beso

Luis López dijo...

Mucha suerte a todo el Consejo Editorial. Seguiré de cerca el Seis Doble. Cuídate.

LUX AETERNA dijo...

Felicitaciones!

Ya mismo voy al sies doble.

Desi dijo...

Me siento orgullosa por lo menos de saber que no todos los medios de comunicacion actual de igual modo.Doy fe que aqui las noticias son la realidad,lo único diferente son las opiniones de los lectores...la misma cosa a otros ojos, puede parecer otra cosa totalmente distinta.
Me encanta la entrada.

tag dijo...

Desde luego Marino, eres una caja de sorpresas y por mi parte te agradezco esta información del Seis doble porque no tenía ni idea de que existiera.
Acabo de entrar y volveré con más asiduidad a leerlo cuando vuelva a la civilización??? y tenga internet sin restricciones.

El que seas provocador y te guste dar tus opiniones sin temor a criticas, es una de tus virtudes.
Yo te admiro por eso.
Y si en ese periodico digital expresas tus reflexiones sin presiones ni imposiciones como en tu blog, adelante. Tienes una fans más.

Me ha encantado tambien tu entrada anterior, la de "Desde mi pulpito".
Terminas con la palabra Amen.

Y justamente ese es el tituto de una pelicula, en la que se ve claramente como la Iglesia mira hacia otro lado, y no se quiere involucrar en el conflicto alemán, permitiendo impunemente el genocidio nazi. No dicen ni pio, incluso luego dan cobertura a los maximos responsables nazis, facilitandoles la huida a Argentina.

No tengo mucho tiempo hoy, cuando vuelva seguiré leyendo el Seis doble y por supuesto, a ti.

Un besset