Pues sí, la ch y la ll ya no son letras. La RAE, definitivamente, se ha arrodillado ante la invasión galopante del inglés y ha herido al idioma castellano declarando estas dos letras non gratas. Pero no son, solamente, dos símbolos los que ha perdido nuestro rico lenguaje. Los tildes que adornaban los monosílabos, o esa que se ponía en la o, cuando iba entre números para distinguirla del 0, tampoco se han librado.
Es curiosa la raza española. Hemos tenido a los más grandes genios de la literatura universal, la más grande novela de todos los tiempos está escrita en nuestro lenguaje patrio y, sin embargo, no somos capaces de defender, cuidar y amar, aquello que nos ha hecho grandes: nuestras letras.
La Academia de la Lengua, cuyo lema es limpia, fija y da esplendor desde el siglo XVIII, impotente de cumplir su cometido y apreciando una degeneración de la lengua opta por lo fácil; rebajar el idioma, en este caso la ortografía, al nivel de deplorable bajeza que la mayoría le da en la actualidad. Dicho de otra forma, mejor muerto que tratado a patadas. Solamente hay que darse cuenta como habla la gente y como escribe para llegar a esa conclusión.
Así pues, la RAE se deja llevar por la vorágine analfabeta que nos invade y decide cortar por lo sano, o sea, igualar en un nivel más ínfimo. Cuando esta debería dejarse la vida en que la gente leyera, disfrutara del tesoro que es nuestra literatura, un tesoro que es despreciado. Simplemente se deja llevar, pero bueno, nuestros académicos son los que son y, nuestras letras, al igual que nuestro antaño imperio donde no se ponía el sol, también decaen por los ineptos que se sientan en sus sillones.
Ahora bien, ¿qué haremos los que estamos acostumbrados a usarlas? ¿Los que ponemos tildes en monosílabos? Yo, sinceramente, creo que dará lo mismo. La gente no se fija en esas cosas, así que, os invito a resistir y a analfabetizarnos con dignidad. Tiempo al tiempo.