sábado, 28 de julio de 2012

Slowly


Siempre he querido ir de forma slow. Nunca me han gustado las prisas.
He preferido pisar sabiendo donde lo hacía que no arriesgar y caerme al vacío. ¿Por qué? No lo sé, pero así es. Cuando me he guiado por impulsos motivados por la euforia del momento siempre he fracasado, siempre. Nunca me ha ido bien. Me he sentido presionado por la inseguridad de saber si lo que vio es real o fruto del momento. Entonces pienso, ¿y mañana?
Soy de vivir el momento, sí, pensando en el mañana. Procurando siempre tener la certeza que no me voy a equivocar y eso no se sabe en un día, una semana o un mes. Al menos yo no lo sé. ¿El riesgo? Sí, es necesario, pero sabiendo que hay algo detrás con garantías que lo avalen. Arriesgar por arriesgar es un absurdo.
He caminado siempre slowly y eso, aunque parezca mentira, también es un riesgo porque es posible que a veces cuando quiero caminar más rápido para alcanzarlo ya he llegado tarde y, otra vez, se vuelve a escapar. Entonces pienso, ¿realmente merecía la pena?
Ilusiones todas, pero que sean reales, insisto, no motivadas por el momento.
Quiero saber donde estoy y por donde me muevo y eso, solamente, lo puedo hacer si camino de forma slow. Necesito algo más que unos días para apostar; algo más que palabras de trovador que endulzan el oído. No, no me valen ciertas cosas. Me gusta pelearlas, conseguir mis metas pero de forma pausada. No me gusta que me sirvan en bandeja los triunfos; es mejor conseguirlos, ¿de qué sirve que todo esté ya hecho? Así se aprecia mejor el esfuerzo de las cosas.
Cyrano fue Cyrano por Roxanne, ¿hubiera sido lo mismo si ella le hubiera dicho que sí desde el primer momento? No, Cyrano fue Cyrano por las circunstancias de Roxanne... y llegaron al final de manera slowly.
Lamento decepcionar pero es así. No estoy para arriesgar en plan “voy a probar”. No, yo no. Arriesgo sabiendo que voy a ganar y eso no lo puedo saber en poco tiempo. No sé si es fácil o difícil de entender. Pero es así como veo las cosas, como veo la vida y como me gusta hacer las cosas. Hasta ahora… haciendo balance es posible que pudiera estar mejor, pero también es posible que pudiera estar peor. Por ello estoy donde creo que tengo que estar.
Si esta noche, el planeta revienta en confeti que sea slowly.
No sé si es fácil de entender o no lo es. Yo no pido nada, no que caminen a mi ritmo no que caminen por delante o por detrás… simplemente que me dejan caminar a mi ritmo… y quien quiera que me acompañe; de lo contrario no andamos el mismo camino. Me entiendes, ¿verdad?



sábado, 14 de julio de 2012

¿Y ahora a quién podemos reclamar?


Después de ver los vídeos se admiten cualquier tipo de comentarios. PROMETO NO CENSURAR NINGUNO.

















sábado, 7 de julio de 2012

Cada palo que aguante su vela


Creo que los dos pilares fundamentales para que un país funcione tienen que ser la educación y la sanidad; dos piezas fundamentales.
En estos tiempos estamos viendo como ambos elementos se están yendo al garete. A la derecha se le ocurren muchas cosas y ninguna buena y entre los recortes que se aplican los principales perjudicados son, precisamente, la sanidad y la educación.
Actualmente es frecuente ver en los centros de salud y en las escuelas a médicos y maestros respectivamente manifestándose por lo que ellos denominan “sus derechos”. Me parece normal, ya que la gente está muy cabreada y si esta situación hubiera ocurrido hace 80 años no me cabe duda que las calles estarían llenas de barricadas. Sí, sin duda, la sociedad está atontada.
Para nada me parecen correctos los recortes que aplica el Gobierno. Hacerlo en educación es una aberración, ya que un país como el nuestro, sin recursos naturales para competir con otros la única solución que tiene de ser un país plenamente avanzado y desarrollado es sacando buenos profesionales que pasen por nuestro sistema educativo. Hacerlo en sanidad es aberrante, ¿alguien se imagina tener que pagar el tratamiento de un cáncer o de cualquier tipo de operación?
Ahora bien, también opino que no todo es lo que parece y las manifestaciones de médicos y maestros me por “sus derechos” me parecen un tanto oportunistas.
Veamos. El sistema educativo español está fatal. Hace años que estamos en el pelotón de los torpes. El informe PISA (si no me equivoco se llama así) indica que España está a la cabeza en fracaso escolar, es decir, que algo no funciona. En sanidad, ¿quién no ha esperado horas y horas en una sala de espera de un hospital? ¿A quién no le han dado cita para semanas o meses después de haber pedido consulta con algún especialista? Es decir, que algo no funciona. Por lo tanto y aquí viene mi pregunta y mi reflexión: ¿Dónde estaban todos estos que ahora se manifiestan por sus derechos cuando las cosas iban igualmente mal? ¿Por qué no salían a la calle los maestros exigiendo otro sistema educativo? ¿Por qué no salían a la calle cuando nuestro país estaba (y sigue estando) a la cola europea en educación? ¿Por qué no salían los médicos a la calle exigiendo una mejor atención para sus pacientes? Estas mismas preguntas se la he hecho a un profesional de la enseñanza y su respuesta ha sido que “es que entonces las cosas funcionaban”. Sin comentarios.
El problema de estos gremios no es que luchen por “sus derechos” el problema es que cuando a uno le tocan el bolsillo ya le tocan “sus derechos” y se tienen que espabilar. Lo que ocurre es que antes todo estaba igual de podrido que ahora pero como no les hacían recortes salariales pues bien “entonces las cosas funcionaban”. Y con esto no quiero decir que todos hayan sido así; como en todas las cosas habrá excepciones.
Está claro que el barco se hunde a marchas forzadas; ahora bien, aquellos que aún sabiendo que las cosas iban mal no movían un dedo porque no les tocaban “sus derechos” creo que son los menos indicados para hacerse las víctimas o, por lo menos, no me causan ninguna simpatía.