martes, 30 de enero de 2018

Mozart, sinfonía nº 40.


¿Qué tendrá esta música?
Que el hombre haya ido a la luna es una tontería comparado con que Mozart haya compuesto una sinfonía.


sábado, 27 de enero de 2018

Un nombre



Cuando el nombre se convierte en más que una identificación, pasa a ser una prolongación de aquello a lo que va unido. Sólo a eso, a todo eso. Dejar salir las letras por los labios, pero ver que no concuerdan con lo que representan…
Entonces, en esos casos, se evita pronunciar para no sentir que uno se comunica con el vacío. Es el mismo nombre, pero no son los mismos gestos, la misma mirada, las mismas sensaciones… no es nada. Palabras unidas que pierden sentido al ser pronunciadas.
Un nombre que pertenece, recuerda y durante el breve espacio temporal en que es pronunciado es difícil percibir que tipo de pausa es. Si vida real en el paréntesis de la fantasía o fantasía en el paréntesis de la realidad.
Un nombre no es un nombre… es mucho más; es lo que representa…. aunque se pronuncie en quechua.

martes, 23 de enero de 2018

Partida de ajedrez



Todos tenemos unas metas, unos fines, unos propósitos; la vida se compone de eso. No sólo uno, varios en distintas facetas y etapas de nuestra vida.
No creo en el destino, ni que éste esté escrito… simplemente los distintos movimientos que hagamos en nuestra vida son los que nos hacen ser como somos y llegar donde llegamos.
Aunque sea un ejemplo muy recurrido, se podría decir que nuestra vida, vista desde un plano superior, sería como un enorme tablero de ajedrez en el que nosotros somos piezas que nos vamos moviendo.
A nivel cotidiano, tenemos nuestro propio tablero y movemos nuestras propias piezas. Sería algo así como una muñeca matrioska, pero ajedrecísticamente hablando. Somos piezas de un enorme ajedrez y, al mismo tiempo, estamos jugando con un ajedrez propio. Nuestros pequeños movimientos influirán en los grandes.
El ajedrez es un juego que requiere pensar, intuición, calma, análisis… las prisas no sirven para nada. Un peón puede hacer ganar una partida de la misma forma que lo puede hacer la reina. Sólo hay que saber jugar las piezas y esperar el momento.
El más grande ajedrecista de todos los tiempos, José Raúl Capablanca, dijo en una ocasión “Cuando ustedes ven una posición se preguntan qué puede suceder, que sucederá. Yo lo sé”. En el fondo, todos podríamos hacer nuestra esa frase, ya que podemos saber lo que sucederá dependiendo de los movimientos que estamos dando... otra cosa es que no lo queramos asumir y tiremos hacia adelante. 
Sólo hay tres opciones: ganar, perder o tablas. Movamos pieza. Que siga la partida.

sábado, 20 de enero de 2018

martes, 16 de enero de 2018

Desconectar



¡Qué largo se me está haciendo el mes de enero! ¿Será eso que llaman ‘cuesta de enero’? Comencé la primera semana en la cama con una medio gripe o lo que quiera que fuera eso. La semana pasada tuve una serie de contratiempos en el trabajo que poco a poco se han solucionado, pero que en el momento no hacen ni puñetera gracia; a todo esto, añadirle la tensión por una reunión que tengo mañana y que he estado preparando durante muchas semanas atrás. Y ya, para ponerle la guinda… el sablazo de Montoro que me espera del pasado trimestre. Podrá parecer un topicazo, pero necesito unas vacaciones. Necesitaría perderme por ahí una semana, sin rumbo fijo, me da lo mismo que sea norte, sur, este u oeste… de la misma forma que hice más de diez años atrás en mi viaje anacoreta. Desconectar. Hasta el verano todavía queda mucho tiempo. Ya decidiré…

sábado, 13 de enero de 2018

Una década



Siempre me había hecho ilusión tener un espacio para mí en el que poder guardar cosas que me pareciesen interesantes, un sitio en el que lo que se me ocurriese no quedase olvidado. Es por eso que siempre había querido tener una página web personal. Hace años (no es que ahora sea un experto) esto de la informática era un mundo para mí y la idea de tener mi web era algo que se iba desvaneciendo… hasta que un día… descubrí una cosa que se llamaba ‘blog’, un lugar personal en el que la gente ponía lo que quería y eso es lo que estaba buscando. Durante unas semanas (en mis ratos libres) estuve buscando información sobre los blogs, ya que partía de cero y no sabía nada de nada. Así pues, un sábado, 5 de enero de 2008, decidí crear mi primer y único blog: este.
Con el paso del tiempo pienso que lo que hay aquí escrito es lo que yo soy; en alguna ocasión he dicho que la mejor forma de conocerme es leyendo mi blog. Evidentemente yo no soy el mismo de hace una década y eso, como he dicho, ha tenido reflejo en este sitio. Hay bitácoras en las que la primera entrada suele ser a modo de presentación. La mía no, la mía fue un artículo hablando del entonces Rey… y es que en aquellos años yo tenía unas ilusiones y aspiraciones que hoy, aunque continúen estando, están un poco aletargadas. Es por ello que me rondaba la cabeza hablar casi siempre de lo mismo: temas políticos y relacionados con la república. Quizá una de las dificultades fue encontrar el título, ya que si ponía claramente mis intenciones (por ejemplo, llamarlo ‘Pensamientos de un republicano’) hubiera sido algo que me limitase mucho y podría llegar un momento en que no tuviera nada que decir o decir siempre lo mismo. Por eso decidí ponerle un título más genérico en el que pondría lo que me apeteciese según el momento y las circunstancias, de ahí surge ‘Pensamientos y más cosas’. El subtítulo va relacionado, ya que siempre ‘hay algo que contar’. Lo que sí que tenía claro es que quería tener un recuerdo en forma de homenaje perpetuo a Antonio Machado y a la ciudad de Soria. Lo primero que puse cuando organizaba la barra de la derecha (sidebar) y lo que tengo desde el principio son los vídeos dedicados al poeta y a la ciudad castellana.
Con todo eso... mi blog ya estaba en marcha. El resto vino después… agregar otros blogs para seguir… los primeros comentarios… conocer gente… los premios que nos concedíamos entre blogueros… todo eso forma parte de este lugar que, quizá, algún día cuente.
Supongo que al ser de ciencias tengo cierta inquietud por los datos y de eso escribiré en las siguientes líneas.
Desde la primera a esta han sido 652 entradas. El año más prolífico ha sido el 2017 que hemos dejado, con 95; mientras que el menos fue 2012, con 28. Al principio decidí escribir siempre que me apeteciese, sin ser obligación; luego, a los pocos meses, decidí que publicaría solamente los martes y los sábados, por no ser demasiado cargante para aquellos que me siguieran. Lo que sí que he hecho ha sido publicar todos los meses, desde 2008 siempre ha habido, al menos una entrada al mes. Los meses que más veces he publicado han sido en agosto y octubre de 2008, con 12 entradas cada uno y los que menos marzo, abril y agosto de 2011 y marzo, mayo, junio, agosto y septiembre de 2012, con una entrada cada uno.
He recibido 2.901 comentarios, siendo la entrada titulada ‘Prefiero que no la hagas’, con 35 comentarios, la que mayor participación tuvo. Por otra parte, ‘La inportancia de la ortografía’ ha sido la entrada más leída con 20066 visitas. Todos estos datos después de un total de 244.396 visitas.
Básicamente, esto son datos que no se ven públicamente, que los refleja un contador interno. Hace diez años que comencé en este mundo bloguero y, la verdad, es algo que me gusta. El blog será algo que no creo que deje mientras pueda seguir manejando un ordenador. Habrá veces que pondré más o menos cosas, pero siempre lo tendré presente. Aquí siempre se me podrá encontrar. Podría continuar escribiendo más cosas al respecto. Cosas como cuáles son mis entradas favoritas; que supuso para mí, a nivel interno, tener un blog; la gente que conocí, tanto en persona como cibernéticamente… como era mi vida aquel enero de 2008 y las cosas que me ocurrieron. Lo recuerdo perfectamente porque ese mes, casualmente, conocí a dos personas que de una u otra manera continúan formando parte de mi vida: Marta y Nieves (en ese orden y con apenas una semana de diferencia)… pero tiempo habrá para ello. Estos han sido los primeros diez años, ahora a por los siguientes. Seguiré.