domingo, 26 de julio de 2015

Hoy, 140 aniversario del nacimiento de Antonio Machado, poeta



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martes, 21 de julio de 2015

Cuando zarpa el barco


Me sorprendo a mí mismo cuando paro un momento y me pongo a pensar. Haciendo una auto retrospección llego a la nada desdeñable conclusión en que me he convertido en un cedazo cuya apertura de tamiz es cada vez más grande, y van cayendo áridos que si bien antes no hubieran pasado ahora han ido a la papelera de reciclaje lista para vaciar. Sin embargo, hay otros que no, que por mucho que pase el tiempo no caen, no lo harán nunca.
Algunas rocas se han convertido en fino e inservible polvo. Otras han se modelado en hermosas cariátides griegas
Quizá tenga que ver con la extraña sensación que tengo y que ya expliqué en esta entrada. De una u otra forma estoy aprendiendo a priorizar unas cosas sobre otras. No por nada, simplemente porque aquellas que un día me importaron y hoy, con el paso del tiempo y las circunstancias, me son indiferentes pasan a un plano que no me molesto ni en clasificar.
Es curiosa la metamorfosis que estoy sufriendo. Una catarsis en toda regla que me hace sentir mucho mejor. Yo no lo he buscado, ha sido algo que ha ido apareciendo poco a poco. Una especie de sacudida que más que hacerme valorar lo importante, me hace olvidar lo prescindible, lo innecesario; antes de entrar hay que dejar salir. 
No es egoísmo, simplemente que he llegado a la conclusión que la persona más importante soy yo y a partir de ese razonamiento elijo quién lo es para mí.
Creo que Pereza define muy bien lo que quiero decir. Mi barco ya ha zarpado. Ahora, a empezar otra vez de cero.



sábado, 18 de julio de 2015

Numancia traicionada


En el año 460 a. de C., una alianza de polis griegas lideradas por Leónidas, rey de Esparta, se enfrentaron al grandísimo ejército persa del rey Jerjes I, en la batalla de las Termópilas.
La leyenda dice que fueron 300 espartanos contra un ejército de 1.000.000 de persas; las fuentes historiográficas dicen que las tropas griegas eran unos 5.000 soldados y los persas unos 200.000.
Muchos conocerán el resultado; las polis griegas cayeron derrotadas y los persas avanzaron, aunque supuso una victoria con altos costes logísticos y humanos. La batalla en sí no fue decisiva en el desarrollo de las Guerras Médicas, pero ha sido tomada como ejemplo de heroicidad y resistencia de un pueblo frente al invasor que lo multiplicaba en número, a pesar de saber que era un desenlace fatal.
Grecia, otra vez, ha revivido la misma situación de las Termópilas durante sus negociaciones en Europa en los últimos cinco meses. Ahora, muchos dirán que el referéndum convocado por el Presidente Alexis Tsipras no servía para nada o que estaba claro lo que iba a pasar y que los griegos se bajarían los pantalones ante Europa. Nada más lejos de la realidad. Grecia ha luchado hasta el final contra un enemigo muy poderoso, en este caso el Consejo Europeo. Sus dirigentes han negociado hasta el último minuto por su pueblo, hasta que no han podido hacer más. ¿Qué Grecia ha hecho el ridículo? ¡Cinco meses! Cinco meses hemos estado escuchando noticias de Grecia, ¿no es eso luchar y caer con dignidad y respeto?
Yo hubiera querido que cuando desde Alemania mandaban órdenes a Zapatero y a Rajoy para  que hicieran, por ejemplo, la reforma constitucional, subieran los impuestos, bajaran las pensiones o recortaran en servicios públicos, éstos hubieran tenido el mismo valor y dignidad que ha tenido Tsirpras para defender a su pueblo. Pero no, los nuestros se bajaron los pantalones y no ofrecieron ninguna resistencia. Esa es la diferencia…
Los griegos pueden presumir de haber honrado a los espartanos, mientras que los españoles traicionamos sin respeto a los numantinos… ¿o no?


sábado, 11 de julio de 2015

Geometría desde el Alma



Recuerdo que cuando estudiaba había una asignatura que me gustaba especialmente: geometría descriptiva. En ella, se representan gráficamente figuras a través de la proyección ortogonal de un plano. Para ello, únicamente se utiliza el punto, la línea y el plano.
Es lo único que de vez en cuando practico para no olvidar, aunque hayan pasado algunos años; no sé, sería difícil explicarlo, pero me encanta y apasiona; me parece magnífico. Las líneas se cruzan, aparecen, desaparecen, se cortan y el resultado es fantástico. Al principio puede parecer un galimatías irresoluble y dan ganas de dejarlo, pero con paciencia y tiempo merece la pena todo el esfuerzo dedicado. Lo que al principio es complicado, luego no lo es tanto. Simplemente hay que analizarlo.
Todo en la vida es geometría y nosotros formamos parte de ella. A veces, una línea recta no es el camino más recto entre dos puntos.

Alma, me alegra mucho que hayas vuelto.

martes, 7 de julio de 2015

7 de julio, ¡gora San Fermín!



Sin darnos cuenta ya nos hemos plantado en el 7 de julio.
Esta mañana, antes de salir de casa, me ha dado tiempo a ver el encierro de Pamplona y he recordado otros 7 de julio ya alejados en el tiempo.
Nunca he estado en un encierro, pero he estado en Pamplona varias veces; como dirían los de la Generación del 98, yo visitaba a una mocita que vivía en esa ciudad.
Pero no me recuerda el 7 de julio mis vistas a Pamplona, no. Me recuerda porque eran fechas en las que en mis tiempos de estudiante, el curso daba los últimos coletazos en forma de examen y ya no importaba cuál iba a ser el resultado; lo importante era que acabasen ya, que fuera lo que Dios (en este caso el profesor) quiera y en septiembre más, que por delante estaba el verano para reponer fuerzas, una forma de autoengaño, ya que estudiar en verano es casi misión imposible, a no ser que uno se haga cartujo y se aísle del mundo.
Sí que recuerdo algún año haber hecho exámenes durante estos días. Recuerdo una vez que salía de uno y me fui a una cafetería que había (continúa estando) al lado de la universidad. Aquello era el cuartel general donde nos solíamos reunir. En la tele estaban retransmitiendo el ‘chupinazo’ y un par de amigos de Pamplona maldecían su suerte por no poder estar allí y tener que pasar todavía horas de insomnio delante de los libros.
Sí, cuando veo un encierro de San Fermín me acuerdo de ellos (Pedro y Patxi) y también de Bea, una excelente compañera de clase, también de esa ciudad.
Patxi se dejó los estudios, creo que en tercero, y de los demás lo último que sé es de hace algunos años. Bea, a los pocos años de terminar la carrera se casó con Carlos, su novio de toda la vida, y Pedro, que también terminó, iba a casarse con no sé quién.
Espero que a todos les vaya bien. ¡Gora San Fermín!

sábado, 4 de julio de 2015

Mi gran ola



Desde hace un tiempo tengo la extraña sensación de que algo bueno me va a ocurrir, algo que puede cambiar mi vida de manera positiva. No sé lo que es, pero es como si lo presintiera a corto plazo.
No suelo ser una persona optimista; quien me conoce sabe que no soy un fuente que desborda positivismo, más bien todo lo contrario… diría que me muevo entre el pesimismo y el realismo visto desde el punto de vista desfavorable. No creo que el ser positivo haga que cambien las cosas y es posible que de ese modo los fracasos o las decepciones afecten menos.
Pero llevo un tiempo que presiento algo a mi alrededor; no sé a qué se refiere, pero lo intuyo bueno. En cierta manera me inquieta por lo raro de la situación. A lo mejor no pasa nada y sólo son sensaciones, pero al ser la primera vez en mi vida que me sucede estoy expectante esperando acontecimientos.
Al igual que Patrick Swayze en ‘Le llaman Bodhi’, es posible que yo también me esté acercando a mi gran ola. Tendré que estar atento.