martes, 30 de octubre de 2018

La leyenda del jinete sin cabeza


Recuerdo haber visto estos dibujos hace mucho tiempo, cuando todavía era un niño. Se quedó en algún rincón en mi memoria un jinete sin cabeza que lanzaba calabazas a alguien que huía en caballo. Eran otros tiempos y los dibujos eran tal cual, en versión latina.
Muchos años más tarde, Tim Burton me hizo recordar y me enseñó la historia.

sábado, 27 de octubre de 2018

Soy albañil


Así, tal cual, soy albañil. Esta semana me he sacado el curso de 20 horas de albañilería y tengo un diploma que me acredita como tal. Pero todo tiene una explicación. Teóricamente, a una obra solamente puede entrar la gente que esté autorizada, es decir, la empresa constructora tiene que facilitar los datos de los albañiles que van a trabajar en esa obra en cuestión. Entre los muchos papeles que piden a la empresa (estar al día con Hacienda, con la Seguridad Social, que los trabajadores estén dados de alta, seguros y recibo de justificante de pago de un seguro de responsabilidad civil, seguro y recibo de justificante de pago de un seguro de convenio de la construcción y alguno más que no recuerdo) hay que presentar uno como que el trabajador tiene un curso de seguridad de 20 horas en albañilería y un justificante médico. Una forma de sacar dinero y, en cierta forma, provocar que la gente trabaje en B. Pues bien, para una obra presenté toda la documentación de los trabajadores que iban a estar y me recalcaron que eran los únicos que podían entrar. Los trabajos consisten en pintar una comunidad, demoler unos tabiques de unos trasteros y volverlos a levantar y sustituir el solado de una cubierta. En urbanismo, al ser obra menor, sólo pedían una declaración responsable y un estudio básico de seguridad y salud.
Por resumir. A pesar de yo haber sido el redactor del estudio básico no tenía acceso a la obra por no ser trabajador y no tener el curso de albañilería. Es por eso que llamé al prevencionista que lleva el tema de seguridad y me dijo que lo tenía que hacer. Por la confianza que nos tenemos, me dijo lo que yo pensaba, que es una forma de sacar dinero. Me puso en ejemplo muy claro: “es como si a ti, que eres piloto de avión, te piden 1.000 horas de vuelo para darte la licencia de ciclomotor”. Pero nada, hay que pasar por ahí y eso se llama 150 euros. De 8:00 a 15:00 horas dos días y de 8:00 a 14:00 horas un día. Total para que me digan que tengo que ponerme casco, llevar botas de seguridad, gafas de protección en según qué trabajos y que pongan vídeos en YouTube. En el aula seríamos unos 15 a 150 euros cada uno 2.250 euros. Había tres o cuatro rumanos que no hablaban ni entendían español, al igual que 4 ó 5 africanos que tampoco. Al final todos aptos. Tengo el título de albañil sin saber levantar una pared o hacer un alicatado.
Me parece una sinvergonzonería que a gente que no conozca el castellano los consideren aptos cuando estamos hablando de seguridad y que a mí, con mi titulación, tenga que sacarme el título si quiero entrar en una obra. Pero todavía queda la revisión médica, otros 90 euros.
Pero no acaba ahí la cosa. Si en una obra se tiene que realizar un estudio de seguridad y salud (no confundir con el estudio básico de seguridad y salud) se tiene que nombrar un recurso preventivo, es decir, delegar en un trabajador de la obra que haya hecho un curso de seguridad de 60 horas y si no hay nadie que lo tenga pueden poner los problemas que les dé la gana. Así que me tocará hacer el curso de 60 horas (unos 250 euros) y nombrarme a mí mismo recurso preventivo en un futuro, ya que, de lo contrario, yo, que digo lo que hay que hacer y cómo hay que hacerlo, no puedo estar en la obra. Por lo tanto, me tendré que nombrar a mí mismo, ¿cabe mayor estupidez?
Y luego dicen que ayudan a las pequeñas y medianas empresas ¡y una mierda! Si es que ya está todo inventado, ¿a quién van a exprimir? A los pobres desgraciados que quieren hacer las cosas bien. A base de impuestos, seguros y cosas como estas.
No voy a seguir escribiendo, porque tengo un cabreo como una mona... quizá, otro día, con calma, escriba sobre ello; ahora, mejor, tomarlo con humor.


sábado, 20 de octubre de 2018

Cuatro versiones


Cuatro versiones (no 20 poemas de amor) y una canción (desesperada).
¿Con cuál me quedo? Con ella, no hay otra... como dice la canción: “Yo me quedo para siempre con mi reina y su bandera”. Cierro los ojos y escucho…








martes, 16 de octubre de 2018

Micro XVIII


Siempre hay cosas más importantes que hacer… por eso no hacemos lo que toca cuando toca.

sábado, 6 de octubre de 2018

Semana de papeleo



Una semana más como la actual y, como se dice coloquialmente, me tienen que llevar al desguace. A la conclusión que llego es que no he parado, pero, al mismo tiempo, no he hecho nada.
En un par de semanas darán comienzo unas obras sobre las que se empezó a trabajar el mes de febrero y por unas y otras razones se han ido retrasando. Ahora que, por fin, van a arrancar toca la parte más desagradable, la parte administrativa: el papeleo.
Ha sido papeleo, papeleo y más papeleo. En contacto con el asesor para que me envíe justificantes de hacienda y de la seguridad social justificando que no soy un delincuente, papeles sin parar… con los de prevención para que me envíen todo lo de seguridad… imprimir… firmar… escanear… así durante toda la semana, no he podido hacer nada de lo que tenía previsto, ya que de no tenerlo todo en reglar no se puede comenzar. Toda una burocracia innecesaria que hace que se quiten las ganas de hacer cosas.
Hoy y mañana tengo que recuperar el tiempo perdido y adelantar cosas que no he podido hacer. Lo que se dice trabajar los siete días de la semana. Hoy es el pregón de comienzo de fiestas que durarán hasta el 14 y, afortunadamente, la semana será mucho más tranquila. La Virgencica del Pilar me ha echado un cable.