sábado, 23 de junio de 2018

¿Lo recuerdas?


¿Ahora lo ven?

Así es como debió haber terminado

Nos estamos perdiendo como seres humanos y la gente va a morir alrededor de las fronteras

El infierno es la realidad en la que vivimos

Los líderes mirando

La humanidad que naufraga

Sólo está durmiendo

Espero que la humanidad encuentre una cura para la visas


Duerme mi niño


Del embate sirio a ahogarse en el mar turco

Un cálido abrazo

Dejando este mundo de mierda

Nosotros lo pusimos a dormir, ahora es momento de que nosotros despertemos


En los brazos de un ángel



Símbolo de una crisis


¡Oh, mira! Un delfín

La humanidad ha naufragado


La nueva cara de la humanidad

La sociedad del espectáculo

La humanidad desvaneciéndose

...


Nuevo mundo






sábado, 16 de junio de 2018

Baila morena


También era sábado, pero no recuerdo el día concreto… ha pasado mucho tiempo… fue muy a principios de siglo; lo único cierto es que era por estas fechas, el periodo en el que acababan los exámenes de junio y dejan dos o tres semanas para preparar los de julio.
Esa noche, como tantas otras habíamos hecho siempre, nos escapamos los dos con el coche… sin rumbo fijo, lo importante era alejarnos del mundo para entrar en el nuestro… y llegamos a Borja, ese pueblecito cuyo Eccehomo todavía no le había dado fama mundial.
Entramos a un pub. Estaba oscuro. Sólo había un chico que estaba detrás de la barra hablando con una chica. Pedimos una cerveza, en aquellos tiempos se podía fumar… Cuando acabó la canción que sonaba en aquel momento comenzaron los acordes…


Y ella, aunque no era morena y, quizá, tampoco habría moonlight, esa noche bailó, como nadie lo ha vuelto a hacer, sólo para mí. Gilda renacida.

martes, 12 de junio de 2018

George Sand



Tomó el pseudónimo literario de George Sand. Frecuentemente vestida de hombre, de una belleza morena y muy latina, se podría decir que su propósito era ser la Byron femenina; una dandy que querría edificar su propia vida. Ser ella. Nada lésbico hay en George Sand; si usó un nombre masculinizante y en su juventud se puso chistera y levita es porque quiso significar y visualizar que sólo poniéndose en el sitio del hombre -ocupando su puesto- la mujer alcanzaría la culminación de sus derechos y posibilidades, se autorrealizaría. Una adelantada a su tiempo. Musset… Chopin… fueron sus grandes amores. Esta poesía da idea de quién fue…

Carta de George Sand a Alfred de Musset

Estoy muy emocionada de decirle que tengo
bien entendido que la otra noche usted tuvo
siempre unas ganas locas de hacerme
bailar. Guardo el recuerdo de vuestro
besar y me gustaría mucho que sea
esto una prueba que yo pueda ser amada
por usted. Estoy dispuesta a mostrarle mi
afecto desinteresado y sin cál-
culo, y si usted quiere verme también
desvelar sin artificio mi alma
toda desnuda, venga a hacerme una visita.
Charlaremos como amigos, francamente.
Le probaré que soy la mujer
Sincera, capaz de ofrecerle la afección
más profunda y también la más estrecha
amistad, en una palabra, la mejor prueba
que usted pueda soñar, ya que vuestro
espíritu es libre. Piense que el abandono que yo re-
pito es bien largo, bien duro y a menudo
difícil. Así es que soñando tengo el espíritu
grueso. Acuda entonces rápido y venga a
hacerme olvidar por el amor donde yo quiero
ponérmelo.

Posdata: ahora hay que leerla saltando las líneas pares.

martes, 5 de junio de 2018

Sobran los motivos



No es sólo por el juicio de la Gürtel, eso es sólo la punta del iceberg. Tampoco porque mantuvieran secuestrada la RTVE para sus propios intereses, incluso justificando su director su aparición en los papeles de Bárcenas atacando a Podemos por Irán y Venezuela. Ni siquiera por el desprecio hacia las víctimas del franquismo negándose a retirar una medalla y pensión vitalicia al torturador conocido como Billy el Niño. No, no es sólo por esto que he mencionado.
Había que echarlos. Había que echarlos por haber despedazado este país. Había que echarlos por no haber dejado ni una institución sin corromper. Había que echarlos por robar, estafar, mentir y engañar.
Había que echarlos por seguir actuando como herederos de un régimen totalitario con caciques, como si el país fuera suyo. En los últimos días han maniobrado en la Justicia para conseguir la libertad de la mujer de Bárcenas, condenada a 15 años, para que el extesorero no se vaya de la lengua… y así todo.
Sobran las razones para haberlos echado a la calle. Si Rajoy hubiera tenido dignidad política tendría que haber dimitido cuando un tribunal determinó la existencia de una contabilidad ilegal y, quizá, salir de la Presidencia para entrar en la cárcel por haber mentido ante los jueces. Pero Rajoy hizo lo único que sabe y que le pidió a Bárcenas: ser fuerte y resistir. Pero no, ha sido el país el que no lo ha resistido más. Esta moción no iba de partidos, iba de echarles porque no se iban. Sobran los motivos.
No iba de intereses partidistas, iba de interés general. Iba de liberarnos del secuestro institucional, acabar con la corrupción e impunidad, apender a dialogar, respetar a la ciudadanía, devolver la dignidad a la política y a la decencia. Iba de este país, de democracia y de gente. Iba de que mientras siguiera el PP casi todos perdíamos, sí, casi todos… excepto ellos.

sábado, 2 de junio de 2018

Por los campos de Soria


Ayer, por motivos laborales, estuve en Soria… ¿qué decir? Ese olor a pueblo, un olor característico… algún mugido de vacas… campos verdes… carreteras interminables… aire fresco del Moncayo… No se me ocurre mejor excusa para releer a Machado…





Campos de Soria
 I
Es la tierra de Soria árida y fría.
Por las colinas y las sierras calvas,
verdes pradillos, cerros cenicientos,
la primavera pasa
dejando entre las hierbas olorosas
sus diminutas margaritas blancas.
La tierra no revive, el campo sueña.
Al empezar abril está nevada
la espalda del Moncayo;
el caminante lleva en su bufanda
envueltos cuello y boca, y los pastores
pasan cubiertos con sus luengas capas.

II
Las tierras labrantías,
como retazos de estameñas pardas,
el huertecillo, el abejar, los trozos
de verde obscuro en que el merino pasta,
entre plomizos peñascales, siembran
el sueño alegre de infantil Arcadia.
En los chopos lejanos del camino,
parecen humear las yertas ramas
como un glauco vapor las nuevas hojas
y en las quiebras de valles y barrancas
blanquean los zarzales florecidos,
y brotan las violetas perfumadas.

III
Es el campo undulado, y los caminos
ya ocultan los viajeros que cabalgan
en pardos borriquillos,
ya al fondo de la tarde arrebolada
elevan las plebeyas figurillas,
que el lienzo de oro del ocaso manchan.
Mas si trepáis a un cerro y veis el campo
desde los picos donde habita el águila,
son tornasoles de carmín y acero,
llanos plomizos, lomas plateadas,
circuidos por montes de violeta,
con las cumbres de nieve sonrosado.

IV
¡Las figuras del campo sobre el cielo!
Dos lentos bueyes aran
en un alcor, cuando el otoño empieza,
y entre las negras testas doblegadas
bajo el pesado yugo,
pende un cesto de juncos y retama,
que es la cuna de un niño;
y tras la yunta marcha
un hombre que se inclina hacia la tierra,
y una mujer que en las abiertas zanjas
arroja la semilla.
Bajo una nube de carmín y llama,
en el oro fluido y verdinoso
del poniente, las sombras se agigantan.

V
La nieve. En el mesón al campo abierto
se ve el hogar donde la leña humea
y la olla al hervir borbollonea.
El cierzo corre por el campo yerto,
alborotando en blancos torbellinos
la nieve silenciosa.
La nieve sobre el campo y los caminos,
cayendo está como sobre una fosa.
Un viejo acurrucado tiembla y tose
cerca del fuego; su mechón de lana
la vieja hila, y una niña cose
verde ribete a su estameña grana.
Padres los viejos son de un arriero
que caminó sobre la blanca tierra,
y una noche perdió ruta y sendero,
y se enterró en las nieves de la sierra.
En torno al fuego hay un lugar vacío
y en la frente del viejo, de hosco ceño,
como un tachón sombrío
tal el golpe de un hacha sobre un leño.
La vieja mira al campo, cual si oyera
pasos sobre la nieve. Nadie pasa.
Desierta la vecina carretera,
desierto el campo en torno de la casa.
La niña piensa que en los verdes prados
ha de correr con otras doncellitas
en los días azules y dorados,
cuando crecen las blancas margaritas.

VI
¡Soria fría, Soria pura,
cabeza de Extremadura,
con su castillo guerrero
arruinado, sobre el Duero;
con sus murallas roídas
y sus casas denegridas!
¡Muerta ciudad de señores
soldados o cazadores;
de portales con escudos
de cien linajes hidalgos,
y de famélicos galgos,
de galgos flacos y agudos,
que pululan
por las sórdidas callejas,
y a la medianoche ululan,
cuando graznan las cornejas!
¡Soria fría! La campana
de la Audiencia da la una.
Soria, ciudad castellana
¡tan bella! bajo la luna.

VII
¡Colinas plateadas,
grises alcores, cárdenas roquedas
por donde traza el Duero
su curva de ballesta
en torno a Soria, obscuros encinares,
ariscos pedregales, calvas sierras,
caminos blancos y álamos del río,
tardes de Soria, mística y guerrera,
hoy siento por vosotros, en el fondo
del corazón, tristeza,
tristeza que es amor! ¡Campos de Soria
 donde parece que las rocas sueñan,
conmigo vais! ¡Colinas plateadas,
grises alcores, cárdenas roquedas!…

VIII
He vuelto a ver los álamos dorados,
álamos del camino en la ribera
del Duero, entre San Polo y San Saturio,
tras las murallas viejas
de Soria barbacana
hacia Aragón, en castellana tierra.
Estos chopos del río, que acompañan
con el sonido de sus hojas secas
el son del agua, cuando el viento sopla,
tienen en sus cortezas
grabadas iniciales que son nombres
de enamorados, cifras que son fechas.
¡Álamos del amor que ayer tuvisteis
de ruiseñores vuestras ramas llenas;
álamos que seréis mañana liras
del viento perfumado en primavera;
álamos del amor cerca del agua
que corre y pasa y sueña,
álamos de las márgenes del Duero,
conmigo vais, mi corazón os lleva!

IX
¡Oh, sí! Conmigo vais, campos de Soria,
tardes tranquilas, montes de violeta,
alamedas del río, verde sueño
del suelo gris y de la parda tierra,
agria melancolía
de la ciudad decrépita.
Me habéis llegado al alma,
¿o acaso estabais en el fondo de ella?
¡Gentes del alto llano numantino
que a Dios guardáis como cristianas viejas,
que el sol de España os llene
de alegría, de luz y de riqueza!