martes, 29 de mayo de 2018

Sin musas



Y no será porque no hay cosas sobre las que escribir, pero no sé, no me apetece y parece que las musas me han abandonado. Me hubiera gustado escribir sobre la casa de Pablo Iglesias e Irene Montero, para mí un error, y de la consulta, otro error, que está planteada en clave de ‘¿te gusta mi casa o me tiro por la ventana?’… que te digan que no te tires no significa que les guste.
Estoy seguro que si tuviera a alguna musa rondándome hubiera dicho algo sobre la sentencia de Gürtel… ¿ahora ya se puede decir sin miedo a amenazas que el PP es un partido corrupto o todavía pueden amenazarte en plan ‘cuidado con lo que escribes’? Pues sí, el PP es un partido corrupto. Ahora bien, si el PP es un partido corrupto, ¿qué son aquellos que libre y voluntariamente pertenecen a este partido corrupto? ¿Qué son aquellos que libre y voluntariamente votan a este partido corrupto? Y ¿Qué son aquellos que libre y voluntariamente permiten seguir gobernando a este partido corrupto?
También me hubiera gustado hablar sobre el adiós de Iniesta… hay un vídeo en el que está él solo, después de su último partido como azulgrana, sentado en el centro del Camp Nou… pensando… ¿qué pensaría? Puedo intuirlo… me recordó a mí la última noche en el piso de estudiantes… en esos momentos apareció desde el primer día en el que eché la preinscripción hasta esa noche… Tuve una sensación extraña mientras veía ese vídeo.
Y, finalmente, hoy hubiera escrito sobre varios proyectos laborales en los que he estado inmerso las últimas semanas y que hoy mismo me han dicho que han sido aprobados. Han sido tres noticias favorables, la primera a las 12:00, la segunda a las 13:24 y la tercera a las 14:36; se trata de la reforma de una comunidad bastante grande en Valencia, la rehabilitación de una casa de piedra en Castilruiz, Soria, y la reforma de una comunidad en Zaragoza, respectivamente… tres pelotazos que hacían que de vez en cuando tuviese que tirar de la fe que no tengo.
Bueno… al final algo he contado. Veremos si las musas vuelven pronto.

sábado, 19 de mayo de 2018

Arquitectura de piedra seca


En ocasiones la arquitectura sorprende y uno se encuentra con construcciones que rompen con lo convencional. La arquitectura de piedra seca es una de esas agradables sorpresas con las que te encuentras de vez en cuando.
Hace unos años hice el PFC de ITOP sobre construcciones de piedra seca. Para mí se abrió todo un campo sobre el que aprender.
Contar en qué consiste este tipo de construcción me resultaría complicado. No lo sería por desconocimiento, sino por el hecho de no contar todo lo que se podría ser contado y caer en el error de no dar la suficiente información.
El trabajo que realicé tendrá unas 130 páginas y colgarlo en el blog sería algo infumable. Es por ello que donde mejor se podría entender en qué consiste esta técnica de la piedra seca es en el siguiente vídeo. Hay en Aragón TV un programa llamado ‘Chino chano’ en el que en cada episodio hablan sobre rutas senderistas de Aragón. Uno de los programas se lo dedicaron a la arquitectura de piedra seca en La Iglesuela del Cid, lugar sobre el que hice el PFC. Tengo que reconocer que, para mí, ese tipo de construcciones fueron todo un descubrimiento. Eso me llevó a otro descubrimiento: la arquitectura negra… pero eso queda para más adelante.


martes, 15 de mayo de 2018

Ese Moncayo azul y blanco


Por tener delante de los ojos paisajes como este merece la pena levantarse un domingo a las 8 de la mañana.


El Moncayo visto por la carretera entre Ágreda y Matalebreras, en la provincia de Soria.
Ese Moncayo azul y blanco que evoca a un paseo cogido de la mano…

sábado, 12 de mayo de 2018

Hacer el amor con el Quijote



Suele ocurrir que muchas cosas las damos por supuestas por el simple hecho de conocerlas y nos vemos en la creencia de poder prescindir de ellas pensando que no vamos a descubrir nada nuevo. Se me ocurre el ejemplo de la película Psicosis. Estoy convencido que cualquiera de nosotros podríamos decir algo de ella, pero eso, como es mi caso, no significa que la hayamos visto. En el campo de las artes y letras ocurre lo mismo… ¿qué persona que sea medianamente lectora no ha escuchado hablar de La Odisea? ¿Cuántos lectores la habrán leído?
En mi vida me he encontrado con gente apasionada al fútbol, que se pasarían horas y horas hablando de este deporte; a los toros, gesticulando con sus manos pases de capote; a los coches o motos, conociendo marcas, modelos, cilindradas y consumos y, por supuesto, a la política, hablando como si tuvieran la piedra filosofal para arreglar los males de la sociedad. Pero, sin embargo, hay una gente con la que no me he encontrado nunca: apasionados por el Quijote.
En el primer párrafo comentaba la facilidad de dar las cosas por supuestas y el Quijote no escapa a esa generalización. Pero no, no es así. El Quijote es algo más que la idea que cualquiera que no lo haya leído pueda tener. Es un libro que toda persona debería leer antes de morir.
Cada vez que se lee esa novela es distinta a la anterior, se descubren cosas nuevas, sensaciones nuevas… es una sensación indescriptible. Cada vez que tengo el libro entre mis manos lo abro por cualquier página y me pongo a leer… para mí es un éxtasis, porque sé que algo que he hecho otras veces y me ha causado satisfacción va a volver a ocurrir… parecido a algo desconocido que sé que terminará de manera satisfactoria. Leer el Quijote es como hacer el amor con la mujer amada. El hacerlo no cansa nunca y aunque, en sí, el acto es repetitivo se tiene la certeza de que es único. Sabiendo que, aunque se haya hecho muchas veces, siempre va a ser distinto y al final se alcanza la sublimidad en la mayor amplitud de la palabra. Eso es para mí leer el Quijote y todo lo que lo envuelve.
El jueves pasaba por una librería y entré a comprar el Quijote… me apetecía darme un capricho. El libro que elegí no era un Quijote cualquiera, era el Quijote, único, distinto al resto de Quijotes que tengo (creo que una docena, aproximadamente); de la misma forma que el resto, todos y cada uno, son distintos entre sí y distinto a este… únicos… como estar entre sábanas con una Dulcinea. Pero no sé si alguien sabrá lo que es eso, no he encontrado nunca apasionados por el Quijote.

martes, 8 de mayo de 2018

Marcianitos verdes


Iba de viaje volviendo a Zaragoza después del último largo puente, cuando decidí parar en un área de servicio para tomar un cortadito e ir al servicio. ¡A qué mala hora! Estaba lleno de gente que iba de viaje y autobuses, tanto de jubilados como de estudiantes (imagino que aprovecharían el puente para hacer el viaje de fin de curso). Como me dí cuenta que era imposible que me atendieran fui directamente al servicio. Estando allí, como le sucedió a Sancho en la aventura de los batanes “haciendo lo que otro no pudiera hacer por él”, aunque en mi caso eran ‘aguas menores’, escuché a unos niños que decían: “Oh, son condones” y otro “siiii, condones” y varias voces decían: “mirad… condones”.
Cuando acabé fui a lavarme las manos y vi que al lado del lavabo había una máquina de condones con sus variantes de colores y sabores. Allí estaba yo, lavándome las manos lentamente, aguantándome la risa (por lo gracioso e inocente que me parecía la situación) y escuchando a los niños, que no tendrían más de once años, todos vestidos iguales, con el mismo chándal, mirando la máquina de condones sorprendidos. Y seguían… “Mira, los hay de colores”, “Y de sabores, como los chicles”, “Yo nunca he visto ninguno”, “¿No dolerá? Eso tiene que apretar mucho”, “No, es como un calcetín”, “Y como funcionan”… Ese tipo de cosas decían los niños en el minuto aproximado que yo estuve allí haciendo como si me lavara las manos sólo por el gusto de escucharlos.
Cuando me sequé las manos, les pedí que, por favor, me dejasen pasar, ya que de los 4 ó 5 niños que había al principio, en el tiempo que estuve allí llegaron a ser más de una docena; todos mirando la máquina, aunque había algún atrevido que se atrevía a pulsar una palanca por si saliese alguno. Todo ello acompañados por un “ooooh” al valiente que se atrevía.
No cabía duda... estaba ante los marcianitos verdes de Toy Story en su versión humana.


Aquí está la escena completa y su veneración por el gancho.

sábado, 5 de mayo de 2018

Transición a la carta



ETA se ha disuelto. En números redondos (y sin ganas de ponerme a rebuscar datos exactos) ha matado unas 900 personas en 60 años. Rajoy ha dicho que “No hubo ni habrá impunidad para ETA”.
Después de la guerra civil, una vez que el bando republicano estaba vencido y aplastado, ¿cuántas personas fueron represaliadas en casi cuarenta años? Se habla de entre 150.000 y 200.000. ¿Han sido juzgados por la democracia los criminales franquistas? No, incluso el torturador Billy el Niño es hoy un viejo que lleva una vida plácida. ¿Han pedido perdón por tanto sufrimiento? No, dijeron que había que olvidar. ¿Ha homenajeado Rajoy a las víctimas? No, incluso se jacta de no destinar partidas económicas para la Ley de Memoria Histórica; mientras que la Fundación Francisco Franco sí que recibe subvenciones económicas por parte del Estado.
Sería bueno recordar cuando ese sujeto llamado Felipe González (se me ocurren varios adjetivos para nombrarlo, pero sería de aplicación el código penal) negó a Josefina Manresa, viuda de Miguel Hernández (no hace falta contar quién fue, como murió y porqué), un juicio de rehabilitación, ya que el poeta seguía (y sigue) condenado por rebelión. Como el de Hernández hay miles de casos. Pero en nombre de la transición se decretó ‘borrón y cuenta nueva’ y ‘pelillos a la mar’ o, mejor dicho, ‘huesos en las cunetas’. Reconciliación lo llaman algunos. La amnesia como sustituto a la historia y a la memoria.
Con las palabras de Rajoy ha quedado claro que para pasar de la dictadura a la democracia se necesita una larga, muy larga transición; en cambio, sólo se precisan segundos para pasar de la democracia a la dictadura. ¡Arriba España 2.0!