martes, 28 de diciembre de 2010

Por este año ya vale



Estos días todo el mundo hace balance del año. Para unos bien, para otros mal y, para el resto, simplemente algo más. Yo no puedo incluirme en ningún grupo y, tampoco, puedo decir que no merecería estar en ellos.

Siempre se suele llegar al 31 de diciembre con pesimismo y con una falsa esperanza de que a partir del 1 de enero las cosas cambien, como por arte de magia. Yo, por si acaso, no confiaré demasiado en que de un día para otro vaya a cambiar mi vida de una forma inesperada, evidentemente para bien. Solamente sé que el año que viene es 2.011, lo demás...

Así que yo, señoras y señores, me despido por esta década. La próxima vez que nos leamos ya será en otro año. Por favor, no me falléis ninguno.

viernes, 24 de diciembre de 2010

Una noche distinta


Esta es la misma entrada que puse hace un año y, también, la misma de hace dos. El día es el mismo, por eso creo que sirve. Un año más y los motivos son los mismos, como lo serán al año que viene y al siguiente, y al siguiente, y al siguiente… Solo eso, al fin y al cabo, aunque no participe del folclore navideño, si que creo que es una noche distinta.

Desde hace más de diez años, el día de Nochebuena, suelo hacer siempre lo mismo; a las 8 de la tarde subo a la terraza de mi casa y enciendo una vela. No soy muy amante de la Navidad, pero sí que creo que esa es una noche especial. Tengo la suerte de haberla celebrado siempre en compañía de mi familia por ello me siento afortunado, por poder estar con la gente que quiero. Pero también surgen otros sentimientos inevitables, como son el acordarme de mis seres queridos que ya no están. Es duro, muy duro y por ello necesito un momento para acordarme de ellos en soledad. Justo es el momento en que enciendo la vela. Me acuerdo, especialmente, de los familiares que no están y no puedo evitar soltar unas lágrimas y es que algunas cosas nunca cambiarán.

En esos momentos, después del primer recuerdo, dedico mi luz a más gente. Gente que no conozco pero que existen. Y pienso en todos los que están lejos de casa por motivos de trabajo y esta noche no estarán con sus familiares, en aquellos que tienen que pasar la noche en un hospital, que tienen que dormir en un cajero, en un banco o en cualquier contenedor. En esas madres que desde sus países pensarán en sus hijos, lejos de casa, en aquellos lejos de sus países por motivos políticos, en los que están de viaje, en aquellos que esta noche cenarán solos en casa porque no tienen familia, u otros que sencillamente no podrán cenar, en todos aquellos que acabaron sus días lejos del hogar… como mi admirado poeta, y en tantos más que se nos podrían ocurrir y que no por no nombrarlos están ausentes. Por todos ellos también enciendo la vela para que su luz, al menos esta noche, no les haga sentirse tan solos. Que sepan que alguien, desde la distancia, se acuerda de ellos.

Este año, no solamente quiero dedicarles una vela, también les dedico esta canción, un canto a la paz y a la libertad nunca igualado, igual que os la dedico a todos los que pasáis por aquí.

Que paséis una buena noche.


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sábado, 18 de diciembre de 2010

La "Ch" y la "Ll"


Pues sí, la ch y la ll ya no son letras. La RAE, definitivamente, se ha arrodillado ante la invasión galopante del inglés y ha herido al idioma castellano declarando estas dos letras non gratas. Pero no son, solamente, dos símbolos los que ha perdido nuestro rico lenguaje. Los tildes que adornaban los monosílabos, o esa que se ponía en la o, cuando iba entre números para distinguirla del 0, tampoco se han librado.
Es curiosa la raza española. Hemos tenido a los más grandes genios de la literatura universal, la más grande novela de todos los tiempos está escrita en nuestro lenguaje patrio y, sin embargo, no somos capaces de defender, cuidar y amar, aquello que nos ha hecho grandes: nuestras letras.
La Academia de la Lengua, cuyo lema es limpia, fija y da esplendor desde el siglo XVIII, impotente de cumplir su cometido y apreciando una degeneración de la lengua opta por lo fácil; rebajar el idioma, en este caso la ortografía, al nivel de deplorable bajeza que la mayoría le da en la actualidad. Dicho de otra forma, mejor muerto que tratado a patadas. Solamente hay que darse cuenta como habla la gente y como escribe para llegar a esa conclusión.
Así pues, la RAE se deja llevar por la vorágine analfabeta que nos invade y decide cortar por lo sano, o sea, igualar en un nivel más ínfimo. Cuando esta debería dejarse la vida en que la gente leyera, disfrutara del tesoro que es nuestra literatura, un tesoro que es despreciado. Simplemente se deja llevar, pero bueno, nuestros académicos son los que son y, nuestras letras, al igual que nuestro antaño imperio donde no se ponía el sol, también decaen por los ineptos que se sientan en sus sillones.
Ahora bien, ¿qué haremos los que estamos acostumbrados a usarlas? ¿Los que ponemos tildes en monosílabos? Yo, sinceramente, creo que dará lo mismo. La gente no se fija en esas cosas, así que, os invito a resistir y a analfabetizarnos con dignidad. Tiempo al tiempo.

martes, 7 de diciembre de 2010

El mejor fútbol

Me gusta el fútbol, no soy un forofo acérrimo pero disfruto cuando hay algún partido interesante.

Sin duda alguna, si hay algún equipo que sea el mejor del mundo, hoy por hoy, ese es el F.C. Barcelona. Decir de la historia es muy arriesgado, pero no lo es decir de los mejores.

Este es, sin duda, el mejor partido que he visto en mi vida.

martes, 30 de noviembre de 2010

Sueños de papel


Hemos vuelto a vernos. De la forma más insospechada, de la forma más casual… sin saberlo.

Yo bajaba las escaleras de un edificio, a la derecha estaba el ascensor. Llegando, al ir acercándome, veo que las puertas se abren y al pasar, de soslayo, veo una figura que al salir da un paso atrás y se queda quieta. Es posible que sí, pero no giro la cabeza para asegurarme. No creo en imposibles.

Salgo del edificio y a pocos metros pasas por mi lado, rozándome, caminas con paso acelerado. Estoy seguro que tú sabes que soy yo. De repente pronuncio tu nombre y te detienes sin darte la vuelta. Ahora tengo la certeza que me habías visto.

Camino unos pasos hasta alcanzarte y te miro. Tú me sonríes. Yo te sonrío. Ambos en silencio.

"Estás especialmente hermosa". – Es lo único que me atrevo a decir.

Continuamos sin decir nada, solamente mirándonos, e instintivamente nos damos un abrazo.

Pero algo pasa. Me voy separando de ti mientras tú te quedas quieta. Oigo un ruido atronador que me aleja hasta que desapareces. Mi mano se posa sobre la mesita y apaga el despertador. Trato de volver pero ya no estás, has desaparecido. Al menos me quedo con eso. Sabía que volvería a verte, que aquella no sería la última vez.

Me levanté, me duché y continué el día pensando. Haciéndome preguntas cuya respuesta no quisiera conocer. Ha pasado mucho tiempo y como dijo Neruda:

"Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos".

Yo continuaré haciendo barcos de papel.


sábado, 27 de noviembre de 2010

Ana



Me decía mi amiga Ana, residente en la misma ciudad que el Padrino Fabra, que nunca le había escrito nada, que nunca le había dedicado un escrito. Claro, hay veces que cuando te pillan en una falta, sabiendo que es verdad, no sabes cómo salir del paso y tratas de darle la vuelta a las cosas, dudando mucho que la otra persona se lo crea; cosa lógica por otra parte, porque no te lo crees ni tú mismo.

El otro día me lo volvió a decir, y yo, que últimamente parece que mis musas hayan emigrado en busca de mentes más cálidas, le prometí que lo haría. Lo primero que pensé, mientras asumía mi compromiso, era acordarme de Lope de Vega:

Un soneto me manda hacer Violante,
que en mi vida me he visto en tal aprieto...


Así que pensando y pensando creo que este escrito puede suplir mi falta y mi descuido que, por otra parte, no es ni mucho menos intencionado. Estoy seguro que ella lo sabe.

Tiene ese puntito agudo que me preocupa, me desconcierta y es una derrota de mi ego porque me comprende, quizá, como nadie. En ocasiones me siento como un caballero sin su armadura y ella, supongo que sabiéndolo, responde con una risa evidenciando su enésimo triunfo hacia mi coraza. Pero esto yo nunca se lo reconoceré mirándola a los ojos. Siempre queda algo de orgullo como último bastión.

Podemos estar tiempo sin hablar y volver a hacerlo en el mismo punto que lo habíamos dejado, como si hubiera sido un hasta mañana.

Ahora, quizá, no esté pasando por sus mejores momentos personales, la pérdida de una madre siempre es un duro golpe. Pero, aún así, estoy seguro que pronto volverá a relucir su maravillosa sonrisa, porque no la ha perdido, solamente la tiene aparcada durante un tiempo.

Y yo, seguiré su consejo y me portaré bien. No entraré en provocaciones infantiles donde el afán de protagonismo va acompañado de ignorancia. En ocasiones como esa yo diría, emulando a los dioses griegos, en una mezcla de arrogancia desmedida y ego descontrolado: “Sería una muestra insignificante de mi poder”. Y ella me contestaría: “Es que, cuando tú das, das”. Además, tengo otros motivos para hacerle caso, me ha prometido que me hará una bufanda para el frío invierno que se avecina. Ahora, es ella la que está en deuda conmigo.

martes, 23 de noviembre de 2010

Pajaritos

Me ha hecho gracia este corto de Pixar que vi el otro día.


martes, 16 de noviembre de 2010

La Dolores




Se funde la leyenda con la realidad. Es difícil conocer que parte pertenece a cada cual, puesto que apenas hay datos lo suficientemente claros como para poder establecer un paralelismo entre ambas situaciones.

La Dolores es, posiblemente, la más famosa jota que existe, la que al mismo tiempo le da fama a la ciudad en la que transcurre la acción, Calatayud.

La Dolores, ciertamente fue un personaje real. Su nombre verdadero era María de los Dolores Peinador Narvión. Hija de un militar gallego (D. Blas) y una distinguida bilbilitana (Dª Delfina Manuela), nació un 13 de mayo de 1.819.

Cuando Dolores tenía seis años, su padre fue nombrado alcalde de Daroca y dos años más tarde (1.827) murió su madre, dejando una fabulosa herencia a sus hijos que administró su viudo.
D. Blas se volvió a casar y continuando con su carrera política fue nombrado alcalde de Gerona, para pasar a ser juez de primera instancia. Parece ser que con tanto ajetreo político, la herencia que había dejado su mujer no salía de sus bolsillos.

Cuando Dolores cumplió 20 años, era una hermosa mujer que atraía a paisanos más distinguidos. Sin embargo esta decidió casarse en secreto (San Miguel de los Navarros, Zaragoza, iglesia que todavía existe) con Esteban Tova, un andaluz que acababa de dejar el ejército y que lo que, por lo visto, más le gustaba de su mujer era la herencia que no había recibido.

Como pasaba el tiempo y la herencia no llegaba, decidieron meterse en largos pleitos hasta que, por fin, la herencia va a sus beneficiarios.

Se ha calculado que hoy en día serían más de 60 millones de euros y sin embargo, entre los numerosos gastos del andaluz y la ayuda de la aragonesa quedaron arruinados.

La fama de La Dolores comenzó a tomar cuerpo en Calatayud, en donde vivieron hasta mediados de siglo con los cuatro hijos que nacieron en esta población. Después se fueron a vivir a la calle de la Ballesta (Madrid), teniendo dos hijos más hasta que a la edad de 71 años y viuda se traslada a pasar los últimos años de su vida a la calle Jardines. El 12 de agosto de 1.894 falleció, reposando en el cementerio de la Almudena.

Esta es la que podríamos definir como la verdadera historia de La Dolores. La parte de leyenda es una copla anónima que cuenta las aventuras de una joven honesta y caritativa que sirve en un mesón de Calatayud. Seducida por un barbero llamado Melchor, es pretendida, a la vez, por Patricio, un rico mercader y por un sargento petulante llamado Rojas. De la muchacha se enamora locamente el seminarista Lázaro, sobrino de la mesonera. La historia termina con la muerte de Melchor al recibir una puñalada de manos de Lázaro.

¿De dónde surge la copla?

¿Qué fundamento tiene?

Son preguntas de muy difícil respuesta, que posiblemente nunca se sepan. Sea lo que sea es indiscutible que fue una mujer de gran relevancia que no dejó indiferente a sus coetáneos.

sábado, 13 de noviembre de 2010

Frankenstein, de Mary Shelley



En esta ocasión podría decirse que la ficción supera la realidad. Siendo ambas ficción pero una que podríamos denominar auténtica y otra falsa. La obra maestra de Mary Shelley, Frankenstein, es una de esas extrañas sorpresas que te llevas cuando piensas leer una cosa y acabas con otra. El mito del moderno Prometeo está muy arraigado por esa película que interpretara en los años 30 el gran maestro del terror, Boris Karloff.

Sin embargo, en nuestra realidad, nada tiene que ver. La criatura (me niego a llamarla monstruo) es un ser del que se puede llegar a sentir compasión. Su creador, el doctor Víctor Frankenstein, es el responsable de todo, de forma involuntaria es una causa efecto. El destino de ambos está unido y luchan por cambiarlo. Llega un momento en que se sienten admiración; uno por ser el creador y el otro por ser creado.

Sin embargo, más allá de la novela, se pueden sacar unas conclusiones que resultan paradójicas. La criatura, es totalmente inocente y no se le puede hacer responsable de sus actos. Los actos que comete son involuntarios, movido por la ignorancia. No tuvo a nadie que le enseñaran, tenía sentimientos, sí, pero no sabía distinguir entre el bien y el mal. Nadie se preocupó por ello, por enseñarle. Posiblemente un ser excepcional, con cualidades pero, como pasa siempre, se suele prestar más atención a la presencia que al fondo. Una interesante moraleja de la realidad actual, de la relación padres e hijos y la responsabilidad que tienen los primeros con los segundos.

A la criatura se le llega a coger cariño y, en un acto de bondad, es posible que alguien se solidarice con ella. Aunque, como he dicho al principio, la película de los años 30 creó un mito cuya etiqueta será muy difícil eliminar.

Sin duda alguna, la representación más fiel de esta novela gótica es la del año 1.994, cuyos protagonistas son Robert De Niro, en el papel de la criatura y Kenneth Branagh haciendo de Víctor Frankenstein. Una película que os recomiendo. Ese será mi plan para la noche del sábado.





Argumento: 5
Ambientación: 5
Personajes: 5
Capacidad para seducir al lector: 6

sábado, 6 de noviembre de 2010

El precio de la felicidad



¿Y qué es la felicidad? Sin duda es algo complicado de definir. Tenemos un concepto abstracto de esa palabra, pero llegamos a desconocer su verdadero ser. Es curioso que siendo así, todos traten de alcanzarla, sin duda alguna pocos lo consiguen. Solemos anhelar lo que no tenemos y eso hace que nuestra vida sea una completa búsqueda, casi siempre estéril.

Quizá, quien mejor se acerque a este concepto sea el budismo. Según esta filosofía (yo no la definiría religión), eliminando el deseo eliminamos el sufrimiento. Pero ello conlleva un trabajo que no es fácil.

Solemos tener una concepción equivocada si comparamos nuestra vida con otros que tienen lo que nos falta, ¿quién no ha pensado nunca, por ejemplo, que sería feliz si tuviera dinero? Luego viene el consuelo de los tontos, el dinero no hace la felicidad.

Sí, es posible que así sea, el dinero no concede la felicidad, simplemente ayuda a tenerla. Pero ello no significa que se consiga. Una persona con una buena posición económica, sin problemas aparentes, una vida cómoda y con sin preocupaciones, no tiene porque ser feliz, ¿alguien le ha preguntado si lo es? Posiblemente no haría falta esa pregunta, a ojos delos demás lo es.

Pero la felicidad no viene por arte de magia, hay que buscarla, hay que arriesgarse y, en ocasiones, renunciar a lo que se tiene. El precio no importa.

Me viene a la cabeza la Reina Critina de Suecia, que renunció a su trono porque una reina católica no podía reinar en un país protestante. No es el único caso, ¿cuántos han renunciado a lo que tenían por hacer realmente lo que querían? Salir del armario no es solamente en el ámbiro sexual. Es un precio que se tiene que pagar, pero más que pagar se compra con gusto.

Se tienen conceptos equivocados sobre estatus sociales ¿Podría un cirujano dejar su trabajo e irse a un huerto a vivir? ¿Y un rico banquero dejar sus finanzas e irse de anacoreta a una cueva? ¿Y una arquitecto dejar su depacho e irse a contar historias de la gente? Sí, sin duda. El tener un sueldo respetable y una posición no implica que sea lo que esa persona quiera, simplemente lo que le ha tocado vivir. Al fin y al cabo hay cosas que el dinero no puede comprar.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Manuel Azaña, 70 aniversario de su muerte



Hoy se cumplen 70 años de la muerte de D. Manuel Azaña. No es simplemente un político un político de la II República, que lo fue, ni es alguien que sufrió las consecuencias de una terrible, que también. Se trata del último jefe de estado elegido democráticamente por las urnas. Después de él, Franco y el rey, ¿qué gran diferencia, verdad?

De don Manuel se han dicho muchas cosas, casi todas infectadas por la dictadura o por aquellos que querían aprovecharse de su legado, incluso Zapatero tuvo la poca vergüenza, la desfachatez, de decir que "esta era la España que más se parece a la que había soñado Azaña". Las cosas son así, es lo que tienen los buenos hombres, que todos, para bien o para mal, quieren tener algo que ver con ellos.

Del hombre poco se sabe, se sabe del político. Poca gente sabe que fue Premio Nacional de Literatura en 1.926 por la obra La vida de Juan Valera, que llegó al poder casi por casualidad porque su verdadera pasión era escribir, como queda demostrado en tiempos de guerra con su última obra La velada de Benicarló.

Alguien excesivamente crítico con la España de su tiempo, la que le tocó vivir y que quería realizar una profunda catarsis, creía en ella. Esa condición de superación le llevó a pronunciar frases como "Si los españoles habláramos sólo y exclusivamente de lo que sabemos, se produciría un gran silencio que nos permitiría pensar", o esta otra de gran significado en los albores de una naciente república, "La república no hace felices a los hombres, los hace sencillamente hombres".

Pero si hay una frase que lo persiguió hasta sus días fue "España ha dejado de ser católica", algo que sus más acérrimos enemigos clericales nunca le perdonaron y lo que quería decir era la separación entre iglesia y estado que proclamaba la República.

El que fue, sin lugar a dudas, el mejor orador de la Europa de su tiempo pronunció su último discurso en Barcelona, el 18 de julio de 1.938, cuando la guerra ya estaba agotada y la república perdida. Terminó el mismo con unas palabras que quedarán para la historia: "Paz, piedad y perdón". Hubo paz, sí, pero los vencidos no obtuvieron ni piedad ni perdón.

Azaña, el intelectual y el político, es el mayor exponente de una impotencia, de un fracaso histórico que, tras la derrota republicana, sumió al país en la etapa más terrible de su historia contemporánea.

Dimitió en febrero del 36, cuando Francia e Inglaterra reconocieron a Franco como Jefe de Estado. Se exilió a Francia, al igual que el poeta lo había hecho un mes antes, al igual que miles de españoles que huían de la barbarie de aquellos que iban a salvar a España. Fue escondiéndose de pueblo en pueblo, perseguido por la Gestapo puesto que su nombre figuraba el primero de la lista que los franquistas habían entregado a los nazis para su captura. No es difícil averiguar su fin si hubiera sido capturado.

Su última parada fue en Montauban, donde la llegada de un grupo de falangistas que le iban pisando los talones, puso en alerta al embajador mejicano, Luís Ignacio rodríguez Taboada, quién alquiló un par de habitaciones bajo su protección para él y su séquito. D. Manuel ya estaba muy enfermo y después de diversos ataques cerebrales que le privaron de movimiento y habla murió el 3 de noviembre de 1.940 a los 60 años de edad.

El entierro fue dos días más tarde en el cementerio de dicha ciudad. El mariscal Pétain, colaboracionista nazi, prohibió que se le enterrara con honores de jefe de estado y que la única bandera que se colocara sobre su féretro fuera la rojigualda de Franco. El embajador mejicano se negó a ello y le dijo al prefecto francés que ería enterrado con la bandera de Méjico. En sus memorias le explicó lo siguiente al prefecto:

"Lo cubrirá con orgullo la bandera de México. Para nosotros será un privilegio, para los republicanos una esperanza, y para ustedes, una dolorosa lección".

Hace poco falleció el embajador y, fue enterrado con la bandera tricolor por expreso deseo suyo. Supongo que nunca olvidaría aquellos días.

Hoy, Azaña, permanece en el mismo cementerio. Posiblemente un Jefe de Estado se merezca más, pero es lo que tenemos los españoles, tendemos a ensalzar la mediocridad y a devaluar la excelencia.




Yo, soy partidario que allí siga, para vergüenza de aquellos que lo empujaron y de aquellos que hoy ocupan su lugar.




Un día triste. Estoy afiliado desde hace cuatro años al partido que él fundó, Izquierda Republicana. Hay valores, cosas y sentimientos que valen más que unos votos.

Con respeto y admiración hacia un hombre que no pudo llevar a cabo su idea de España, D. Manuel Azaña Díaz.

Salud y III República.

martes, 26 de octubre de 2010

Momificación en el antiguo Egipto


Los antiguos egipcios creían en la vida después de la muerte. Pensaban que el alma del difunto viajaba al Más Allá. Cuando una persona moría en el Antiguo Egipto, su cuerpo se conservaba por medio del proceso de la momificación.

Pero sólo los egipcios más ricos, además del faraón y su familia, podían encargar su momificación, ya que era un proceso muy costoso, además de largo: la momificación tardaba 70 días en ser finalizada.

El proceso de momificación se llevaba a cabo dos o tres días después de la muerte. El cuerpo era llevado a los embalsamadores, quienes trabajaban a orillas del Nilo, ya que se necesita agua en abundancia. Se colocaba al difunto sobre una mesa de piedra o de madera, e incluso de alabastro, cuyas patas y su decoración tomaban la forma de león. También se empleaban otras más pequeñas para depositar los órganos del difunto.


Mesa de embalsamar para el tratamiento de los cuerpos, en el proceso de la momificación.




Herramientas empleadas en la extracción de los órganos del difunto para proceder a su momificación.




Se lavaba el cuerpo y se procedía a la extracción del cerebro. Se hurgaba con un hierro al rojo vivo por la nariz hasta que el cerebro se “derretía” y se iba extrayendo poco a poco.

A continuación, los órganos internos: el estómago, los intestinos, los pulmones y el hígado. Estos se extraían a través de un pequeño corte que se hacía en el costado. Hay que tener en cuenta que eran verdaderos conocedores de la anatomía humana los que realizaban estas labores.

Una vez extraídos, los envolvían en un paño de lino y se introducían dentro de los cuatro vasos canopos bajo la protección de cuatro dioses especiales, llamados “hijos de Horus”. En esos vasos se colocaba el estómago, intestinos, pulmones e hígados. El corazón se dejaba dentro del cuerpo porque no debía separarse de su cuerpo, pues era el lugar donde residían los sentimientos, la conciencia y la vida.

A continuación el cuerpo era cubierto con natrón, una sal que lo desecaba. Hay que decir que el secreto de la momificación es la sal. No hay otro y, especialmente, la sal del Nilo. Es una sal especial que tiene dos isótopos más que la sal normal, por ello el resultado era perfecto, al absorber más agua. Este tratamiento duraba entre 35 y 40 días, de forma que el cuerpo al estar totalmente deshidratado, ya no se descomponía.

El cuerpo se rellenaba utilizando limo o serrín procedentes del Nilo o especias. Después se cosía, y a veces, lo cerraban con lino, una placa de cera o tratándose de un rey, con una chapa de oro. Se lavaba con agua del Nilo y se ungía con bálsamos aromáticos. Y ya se podía vestir al difunto.

Una vez realizados todos estos pasos anteriores, el cuerpo se envolvía en vendas de lino impregnadas a veces en resina, mediante un ritual muy estricto.

Mientras se realizaba este proceso un sacerdote que portaba una máscara del dios Anubis recitaba las fórmulas de encantamiento correspondientes.

Los vendajes aplicados a las momias se untaban con resina para una mejor sujeción conservación. Se empezaba vendando los dedos uno por uno, las extremidades y por último el resto del cuerpo. Los brazos podían ponerse estirados a lo largo del cuerpo, o se cruzaban en el pecho en posición osiriaca. Se terminaba con la cabeza.

Entre los vendajes se introducían amuletos y tiras de lino que recogían textos del Libro de los Muertos. Sobre el pecho se colocaban un escarabajo alado y las imágenes de los cuatro hijos de Horus, los dioses protectores de los órganos internos.




La cabeza de la momia se cubría con una máscara pintada, y en el caso de momias reales, la máscara funeraria podía ser de oro, como la encontrada en la momia de Tutankhamon.

Finalmente, la momia se introducía en uno o varios sarcófagos de madera o de piedra que se encaban unos con otros y se entregaba a la familia para comenzar con los ritos funerarios.

sábado, 23 de octubre de 2010

De lo que se entera uno...



Un profesor que tuve en la E.G.B. decía “piensa mal y acertarás”. Pues bien, uno como es muy mal pensado es lo que hace. Simplemente me voy a limitar a exponer los hechos sin lanzar el dedo acusador, cada cual que saque sus propias conclusiones.

El caso es muy sencillo de entender. En mi pueblo gobierna el PP, con mayoría absoluta, sí, es una vergüenza más para los alzireños, pero los valencianos somos así, no aprendemos ni a base de corrupción. Resulta que hay una universidad, la Universidad Católica San Vicente Martir de Valencia, la cual imparte una o dos carreras (es tan poco el éxito que tiene que ni sé cuál, o cuáles, pueden ser).

Hace un par de meses, más o menos, se empezó a construir un centro sociocultural cerca de dicha universidad, con dinero del Plan E, este que ha concedido ZP. Pues bien el coste es de casi un millón de euros, concretamente 955.000 €. Hasta aquí todo claro.

Pero donde empiezan la rarezas es cuando la concejal de educación, Anabel Juárez, dice a micrófono cerrado que el destino de dicho edificio no está muy claro, pero que si la universidad lo necesita el Ayuntamiento está dispuesto a ceder alguna sala a los profesores de esta institución. Blanco y en botella. La cosa está clara, con dinero público hacen un edificio para uso y disfrute privado (y encima católico).

Así, de esta forma tan despótica actúa el PP de mi pueblo, pasándose por el forro lo público para favorecer a lo privado.

Pero no, aquí no acaba la cosa. En el ayuntamiento de Alzira hay un tal José Vicente Morote Sarrión que actúa de asesor de urbanismo. La verdad que nadie sabe si hace algo o no, porque la oposición dice que no aparece por allí, el PP calla y el tío se embolsa 3.000 € mensuales por un supuesto asesoramiento. En fin, uno de los cientos de chanchullos que hay en los ayuntamientos donde, cuando la honradez y transparencia no son bandera, todo se convierte en la casa de tócame Roque.

Y aquí lo enlazo al principio y no diré lo que pienso puesto que no tengo pruebas, simplemente me limito a contar hechos, las conclusiones me las guardo. Da la casualidad que este Morote es miembro del Consejo de Gobierno de la Universidad Católica San Vicente Martir de Valencia. Y no solo él, también su hermano. Ello me lleva a lanzar una pregunta que, posiblemente, sea retórica:

¿Casualidad que el Ayuntamiento de Alzira se gaste un millón de euros de dinero público para una entidad privada y que el asesor de urbanismo del Ayuntamiento pertenezca al equipo de gobierno de dicha entidad?

Cada cual que piense lo que quiera. Yo, desde la lejanía y a pesar de no estar en mi pueblo, siento la vergüenza de actos como este.

martes, 19 de octubre de 2010

William Martin, el soldado desconocido



Esta es una de esas noticias que pasan desapercibidas para la mayoría de la gente pero que, sin embargo, cambian la historia de acontecimientos en un momento determinado.

Conocí la historia hace tiempo. Me la contaron siendo totalmente desconocida para mí. Un hecho apasionante que merece la pena conocer, de gente anónima que pasan a la posteridad sin pretenderlo. Esta es la historia de alguien que, sin saberlo, escribió un episodio importante en la II Guerra Mundial.

A las 7:30 horas del día 30 de Abril de 1943, en plena guerra mundial, el pescador portugués José Antonio Rey María encuentra un cadáver junto a los restos de una balsa neumática, mientras pescaba en la Playa del Portil (Huelva). Atado a su brazo lleva un maletín...

El pescador traslada el cuerpo hacia el puerto, y se informa a las autoridades españolas de la existencia del cadáver. Rápidamente se descubre que se trata de un militar inglés de alta graduación por el uniforme que viste y la “Abwehr” local (el servicio militar de espionaje de los nazis que por aquel entonces eran aliados de Franco) representada en la provincia de Huelva por Adolf Klauss, hijo del consulado alemán en Huelva, tiene conocimiento inmediato de la existencia del cuerpo aparecido muerto, haciéndose con la cartera que éste llevaba.

En la embajada de Alemania en Madrid se examinan y fotografían cada una de las pertenencias, antes de entregarlas intactas a las autoridades británicas. Por la documentación que lleva, al cadáver se le identifica como el Comandante William Martín. Entre las pertenencias hay un juego de llaves, una reclamación de su banco por un descubierto en una cuenta bancaria, entradas de teatro recientes, una factura de alojamiento de su club de Londres, cartas de amor a su prometida Pamela... pero lo que realmente llama la atención de los alemanes es la carta dirigida a un General Inglés en la que se detallan los planes para invadir Grecia en los meses siguientes por el ejército aliado en la denominada “Operación Husky”, y el abandono de invadir Sicilia.

Enterado de ello, Hitler ante tal hallazgo decide reforzar Córcega y Cerdeña y envía al Mariscal Rommel (probablemente el más brillante de sus militares) hasta Atenas. Los buques patrulleros, minadores y dragaminas asignados a la defensa de Sicilia se mandan a Grecia. Dos divisiones Panzer del frente Ruso también se envían, justo en el momento en el que se estaban preparando para atacar a los rusos en la Batalla de Kursk.

El día 10 de Julio de 1943 los aliados comienzan a invadir Sicilia sin ningún tipo de oposición acelerándose el avance aliado por Italia.

Los alemanes habían caído en la trampa. Los informes que portaba el cadáver aparecido en la playa del Portil pretendían hacer creer a los alemanes que se invadiría Grecia cuando en realidad se atacaría Sicilia.

Para ello se creó una personalidad falsa. La del comandante William Martín, que supuestamente viajaría en avión para reunirse con las tropas del Norte de África portando documentación que el servicio de espionaje nazi no dejaría pasar por alto y la aeronave se estrellaría en el mar.

En el submarino “Seraph” se trasladó al cuerpo dentro de una caja metálica de dos metros, cuyo contenido ficticio se trataba de material óptico con la finalidad de no levantar sospechas entre la propia tripulación. El cadáver se dejó en el agua a las 4:30 horas del día 30 de Abril de 1943.

Lo más difícil de la operación a la que se bautizó con el nombre de “Operación Mincemeat” (“Operación carne picada”) fue la de encontrar un cadáver que pareciera haber muerto de frío por una larga estancia en el mar.


¿Pero cuál era la identidad verdadera del muerto William Martín?

Su verdadero nombre era Glyndwyr Michael. Se trataba de un vagabundo de 34 años que fue rechazado del ejercito “por trastornos mentales”, que según unos autores se suicidó tomando matarratas y que según otros murió de neumonía. El forense que realizó la autopsia facilitó su cadáver a los servicios secretos británicos.

En el epitafio de la tumba 14 del sector San Marcos del cementerio de Nuestra señora de la soledad de Huelva aparece el nombre de William Martín, Comandante de la Marina Inglesa. En el sepulcro se han depositado flores durante todos estos años. Los miembros de una familia de origen inglés residentes en Huelva se han encargado de ello.

martes, 12 de octubre de 2010

Salida de misa de doce del Pilar de Zaragoza (1897)

Su título no deja lugar a dudas.

Se trata de la filmación realizada por Eduardo Jimeno Correas, cineasta zaragozano, durante mucho tiempo la primera película grabada en España. Ahora, algunas investigaciones, entre las cuales una de Sánchez Vidal que demuestran que al final no, que era otra que por lo visto también fue grabada en Zaragoza. La "Salida de Misa de doce del Pilar de Zaragoza (1.897)" fue rodada artesanalmente, en una escalereta y revelada en la cercana Posada de las Almas, la posada (dicen también) más antigua de España, fundada un 3 de Enero de 1705.


martes, 21 de septiembre de 2010

Gracias maño

Mucho se ha dicho estos días. No voy a redundar. Simplemente, ¡gracias maño!


sábado, 11 de septiembre de 2010

Las manos


Hay dos cosas en las que siempre me fijo en una mujer: su nariz y sus manos.

La nariz. Me gusta mirar de perfil esa parte de la cara. Me parece extraña por ser de distintas formas y que la misma que en una cara puede ser perfecta en otra la afea. Acariciarla de arriba abajo, empezando por el entrecejo y bajando hasta la punta de la misma. Haciendo ese recorrido de forma pausada…

Las manos, ¿qué decir de las manos? Creo que es lo que más dicen de una persona. Nos muestran como es, su cuidado se generaliza en todo el cuerpo, su limpieza habitual lo mismo. No, no me gustan las uñas largas, por muy limpias que estén. Si quiera me gustan pintadas, las prefiero al natural, quizá por no ser muy amigo de disfraces. Unas manos dicen tanto que solamente hay que escucharlas, observarlas, tocarlas, sentirlas.

La forma en la que sus dedos se mueven es un perfecto baile acompasado, del mismo modo que se camina con delicadeza o rudeza, se mueven las manos. Es la prolongación perfecta de nuestro ser.

Puestos a precisar, tengo predilección por la mano izquierda. Vivimos en un mundo de diestros, para diestros, donde los zurdos nos sentimos, en alguna ocasión un poco marginados. En mi caso, la mano derecha, solamente me sirve para cambiar las marchas del coche, no le doy otra utilidad que no sea la de mera comparsa de la izquierda.

Torpe miembro mi parte derecha, no siento lo mismo con una que con otra, no tengo ni el mismo tacto ni la misma fuerza. Incluso para acariciar, entrelazar los dedos, lo que en una supone una pequeña odisea con final feliz, en la otra es simple placer transmitido al tacto.

Y es que una caricia no solamente se da con cariño. El medio usado para ello es la parte más importante y menos atendida. Acariciemos con manos rudas y hagámoslo con suaves. Es una forma más de decir las cosas.


martes, 7 de septiembre de 2010

El 7 de septiembre

Simplemente por el día que es y porque me apetece… esta canción. Podría ser pero no, no celebro ningún aniversario. Hace ya algunas hojas de calendario que no llego a celebrarlo, no recuerdo la última vez que lo hice, o quizá sí, pero ahora no viene al caso. Simplemente ha pasado mucho tiempo. Al fin y al cabo celebrar este tipo de cosas no deja de ser algo anecdótico, soy más de otros aniversarios, pero quedan guardaditos en mi memoria, en mi corazón. Cuando algo se termina no se puede, no se debe borrar si han habido cosas buenas, en mi caso mi álbum de recuerdos es algo muy preciado. Lo guardo en esencia de pachuli para que permanezca intacto, como el primer día.

Esta canción representa todo eso; Recuerdos, vivencias, agradecimiento. No creo que deba escribir nada más, en esta ocasión, para mí queda en versión acústica.




martes, 17 de agosto de 2010

Números; Pi y Fi



Los números no son solamente lo que vemos. No expresan únicamente cantidades, hay más, mucho más. Encierran todo un apasionante mundo de misterios, interpretaciones y casualidades que se nos escapan. Todo está relacionado numéricamente. No solamente existen los números que conocemos habitualmente, hay muchos tipos, que si bien no se utilizan coloquialmente, en la vida diaria, forman parte de nuestra vida, posiblemente sin saberlo. Podemos encontrarnos los números complejos, reales, imaginarios, racionales, irracionales… cientos, miles, millones de combinaciones con solamente diez dígitos.
Pero quizá, hay dos números que destaquen por encima de los demás por su rareza, por su desconocimiento, por su simple existencia y aplicación. Se trata de dos números que pertenecen al grupo de los irracionales y que son más conocidos como Pi (π) y Fi, o número áurico (Ф).

Pi es, aproximadamente, 3,14159265358979323846… y es la relación entre la longitud de una circunferencia y su diámetro. La notación con la letra griega π proviene de la inicial de las palabras de origen griego "περιφέρεια" (periferia) y "περίμετρον" (perímetro) de un círculo.

Se puede aplicar a varias fórmulas geométricas, siendo una de las más conocidas la que determina el área del círculo: Pi (3.14157) x radio al cuadrado. Habitualmente, y para simplificar su cálculo, basta con utilizar 3,14.

Otra cosa es Fi o Phi (Φ,φ), que equivale, también de forma aproximada a 1,6180339887498... Y cuyo nombre se debe en honor a Phidias o Fidias, quien esculpió los frisos del Partenón, entre otras obras, aplicando las enseñanzas de Euclides. Pi es también llamado "número áureo" o "número de oro", porque multiplicándolo con cualquier otro número se logra una proporción perfecta, una superficie rectangular con la que se logra construir cosas perfectamente armoniosas y estables (desde una tarjeta de crédito, hasta una pirámide, el Templo de Salomón, una catedral, la torre Eiffel, el cuerpo humano, una flor... como cualquier ser vivo, las órbitas de los planetas, etc., etc., etc.). Fi permite trazar un rectángulo que se podrá subdividir o multiplicar infinitamente manteniendo siempre su maravillosa proporción. Este número siempre ha causado gran admiración en la historia. Ya era estudiado en el Antiguo Egipto, pasando por los arquitectos fenicios, la Escuela de Pitágoras, los constructores medievales, los genios del Renacimiento (Leonardo Da Vinci, Miguel Ángel, entre muchos otros), hasta el día de hoy, donde sigue siendo estudiado por los matemáticos.

Para entender este concepto es mejor mirar el siguiente vídeo. Quizá, después de verlo, las cosas nos parezcan distintas.



martes, 10 de agosto de 2010

Y me quedo corto...


Esta es la máxima expresión de...
desfachatez,
desvergüenza,
cinismo,
descaro,
osadía,
insolencia,
indecencia,
grosería,
atrevimiento,
obscenidad,
procacidad,
burla,
mofa,
escarnio,
choteo,
cachondeo,
bufonada,
recochineo,
frescura,
falsedad,
hipocresía,
petulancia,
impertinencia,
guasa,
carnavalada,
pitorreo,
sorna,
altanería,
arrogancia,
vanidad,
jactancia,
endiosamiento,
engreimiento,
altivez,
impertinencia…
y algo más que me dejo.

La hoy felizmente casada con el Borboncito Felipe, Letizia Ortiz, otrora periodista divorciada de un profesor de lengua, ha dicho lo siguiente a unos ex colegas conversando en una sala de prensa:

“No echo de menos ser periodista. Estoy muy contenta con mi trabajo actual”.


Yo podría decir más cosas pero creo que está muy claro. Desde luego que esta tía cada vez que habla parece que tenga diarrea bucal (con perdón).

sábado, 7 de agosto de 2010

El Seis Doble



Hay cosas que no se pagan, y no porque no cuesten dinero, simplemente porque no se ponen a la venta. Es difícil que alguien lo ofrezca de forma desinteresada, por el simple hecho de escuchar, de conocer, de dar voz. La libertad de expresarse un pueblo es algo que está prohibido. Sí, dicen que vivimos en democracia, que tenemos voz, pero… esa libertad se mide en la distancia de las cadenas que nos sujetan, poco más.
Hace más de dos años, concretamente en julio de 2.008, descubrí un lugar peculiar, distinto, raro, extraño. Un sitio que es una pequeña gota en el océano, pero que calma mi sed. Se trata de un periódico digital llamado El Seis Doble. Un lugar en el que no hay una opinión que valga más que otra, donde se informa a la gente y, lo más importante, donde la gente puede expresarse.

Es difícil en estos tiempos, donde hay tanto de todo, donde la información es bombardeada constantemente, poder elegir un lugar fiable que no ponga trabas a nadie, y este periódico cumple a la perfección esta premisa.

Uno de los pocos sitios por los que merece la pena encender el ordenador al llegar a casa. Desde que lo conocí, lo único que me ha impedido no leerlo es no tener conexión, en ocasiones los elementos también influyen.

Y es distinto no solamente por la variedad de noticias, sino por la opinión de sus usuarios. Gentes anónimas, con inquietudes, con vidas distintas, pero que todos tenemos en común esa sensación de poder expresar sin sentirte vigilado, censurado, vetado. El límite son nuestros propios comentarios… y eso es mucho hoy en día.

Al poco de conocerlo, su director me ofreció la posibilidad de ser articulista. Era un reto importante. Yo solamente escribía en este blog, una ventana que me cree para poder contar cosas que no se pueden contar habitualmente. El Seis era diferente, era un sitio más amplio.

Así pues, comentaba y escribía de vez en cuando algún artículo. Pero claro, como en las cosas de la vida, no todo gusta a todo el mundo y emulando a Cyrano:

Pues bien, ese es mi vicio,
me gusta provocar, adoro ese suplicio...

Aunque más que provocar es decir lo que pienso. Quizá podría decirlo de otra manera, pero ¿por qué tengo cambiar? Cada cual escribe como quiere, o como puede, y eso es algo que no se puede sancionar:

Renunciar para siempre a cadenas y protocolo;
posiblemente no volar muy alto, pero solo.

Eso me ha traído decenas de discusiones con otros comentaristas, que más que encenderme me motivan. Incluso tengo el honor de haber sido el único comentarista al que le dedicaron una carta al director. De ello ya hable en otra entrada y no merece la pena. Pero bueno, como dijo Quevedo:

Apenas hombre, sacerdote indino,
Que aprendiste sin christus la cartilla;
Chocarrero de Córdoba y Sevilla,
Y en la Corte, bufón a lo divino.

No me importa que me critiquen, ni hablen de mí. Lo que me molesta es que se ponga en dudala imparcialidad del periódico respecto a mis comentarios. Eso es más fácil, supongo.

Todas las noches, a las 00:00, cuando salen las noticias del día, ahí estoy. Esperando impaciente por saber lo que se cuece en mi pueblo. Supongo que el estar lejos hace que se sientan más las cosas, la única ventana que tengo para enterarme de lo que nadie me cuenta.

Y de todo esto, el responsable es su director, José Ramón. Lo conocí personalmente hace un año. Me sorprendió. No me esperaba que fuese así. Cuando alguien tiene tanto éxito en algo suele dejarse llevar por ciertos cantos de sirena. Él no. A pesar de haber coincidido en pocas ocasiones, tienes la sensación que lo conoces de toda la vida. Como aquel amigo de la infancia que no ves en años, te lo vuelves a cruzar y todo sigue igual. En ocasiones, me recuerda al conejo blanco de Alicia en el país de las maravillas. Siempre corriendo, pendiente del reloj y de sus ocupaciones, falto de tiempo. Por ello, cuando me dice que lo llame cada vez que vuelva al pueblo, de tarde en tarde, su compañía se disfruta más, se saborea como un buen puro acompañado de licor. Las horas pasan de una manera vertiginosa. No hace falta hablar de nada en concreto. Cualquier tema es bueno para saber a la persona que tienes delante. En mi caso me siento privilegiado de compartir esos momentos. Lamento no estar más cerca, no poder hacer que esos instantes sean más repetitivos, por ello los guardo de una forma especial. De la misma forma siento que la distancia me impida poder echar una mano, involucrarme, si hiciera falta, en ese maravilloso espacio virtual que es como mi casa en la distancia.

Con esta entrada quiero hacer dos cosas. La primera homenajear al Seis Doble de forma sencilla, llana. No hace falta usar adjetivos, hipérboles o epítetos para definir algo que simplemente por hecho de existir ya merece elogios, el peloteo lo dejo para otros. La segunda desear que siga siendo lo que ha sido hasta ahora.

Como dijo Larra, "no queremos venir a este mundo a ser un álamo más en la alameda". Y este periódico desde luego que no lo es.

martes, 3 de agosto de 2010

Desde mi púlpito


Siempre se ha preocupado el hombre por saber si había algo después de la muerte. Ese miedo le ha llevado a crear mitos que le proporcionen esperanzas. Los de mal corazón y peores sentimientos han encontrado consuelo en la religión. Muerte y miseria en nombre de un dios.

Yo, soy ateo, apóstata, no tengo que dar más explicaciones. Demasiado tengo con mi vida como para preocuparme de una supuesta futura. Si me tienen que dar algo en otra vida que me lo den en esta que es en la que estoy, como decía Sancho, “prefiero un toma que dos te daré”. Si hay algo después de la muerte ya me las ingeniaré allí igual que lo hago aquí. Pero estoy contento. Contento de saber que, en caso de existir, tendré un lugar donde me concederán un par de alitas y un aura sobre mi cabeza. El cielo lo tengo ganado, haga lo que haga. Y si por casualidad, alguno de vosotros no puede entrar no os preocupéis, os lanzaré una escalera para que podáis subir.

Este regocijo, esta confirmación me la ha dado un descubrimiento que he hecho hace unos días. Bueno, a decir verdad, hacía tiempo que lo conocía pero hace poco que he profundizado, a raíz de un vídeo que vi en Youtube de este personaje explicando historia. Se trata del blog de un cura, o de un cura y su blog, o de un blog que no tiene cura. No sabría muy bien como definirlo, o sí, pero sería demasiado fácil y perdería el encanto de toda esta verborrea.

El blog en cuestión se llama Desde mi campanario, y su autor es Ángel David Martín Rubio. Solamente con una ojeada a su blog se ve de que pie cojea. Un curioso personaje, ciertamente. Mezcla entre don Pío, el genial humorista valenciano, con discurso del cardenal Pla y Deniel. Provisto de su alzacuellos, su figura oronda, sus gafas de niño bueno y ese acento extremeño, se dedica a ir allí donde es requerido a dar lecciones de historia. Pero claro, no de la historia en general, sino centralizado en la II República, la quema de conventos e iglesias, asesinatos de curas, monjas y bla, bla, bla. Bueno, tampoco os creáis que acude a cualquier televisión. Casi siempre suelen ser programas de Intereconomía y Libertad Digital.

Tiene la facilidad de hacer mutar la opinión cada vez que se le escucha. Primero produce perplejidad, luego hace falta un tiempo para ordenar sus argumentos. La tercera vez ya piensas que es un pobre iluminado, de esos que se creen tocados por la gracia de Dios y que tienen que predicar la verdad. Imaginaos a Pío Moa con pelo, alzacuellos y sin bigote.

En fin, es tan fácil desmontar sus argumentos que da pena. Evidentemente cuando cuenta la historia, obvia las palabras de Manuel Irutia, obispo de Barcelona, quién el 16 de abril del 31, solo dos días de proclamarse la II República, la Iglesia ya dejó claro que no le convenía la democracia al pronunciar estas palabras:

"Sois ministros de un Rey (en alusión a Alfonso XIII) que no puede ser destronado, que no subió al trono por el voto de los hombres, sino por derecho propio, por título de herencia y de conquista".

Y es que la Iglesia, siempre ha estado jodiendo al pueblo. Era algo evidente que la II República no le convenía. La pretensión del equipo de gobierno de la República era la de reducir la extraordinaria fuerza económica y social de la Iglesia católica. En 1931 había en España casi 110.000 religiosos, 32.600 del clero secular y 77.000 del regular, pertenecientes a 42 órdenes masculinas y 178 femeninas; la proporción de religiosos por habitantes (uno cada 493) era la más alta del mundo después de la de Italia; la Iglesia declaraba poseer doce mil fincas rústicas y más de ocho mil edificios urbanos, a los que debían sumarse otras miles de propiedades no escrituradas; además, de acuerdo con el Concordato de 1851, el Presupuesto del Estado era el sostenedor de este verdadero ejército religioso, a lo que se añadían las aportaciones de los fieles y las rentas del patrimonio. Sin embargo, la importancia de la Iglesia iba mucho más allá de sus recursos económicos y humanos; su influencia radicaba en la autoridad moral sobre la población, en la bien organizada red de instituciones culturales y benéficas, de medios de comunicación y la participación mayoritaria en el sistema educativo. Los dirigentes republicanos, herederos de un laicismo comprometido, pretendieron desde un primer momento reducir la capacidad de influencia del poder fáctico eclesiástico. Esto era tanto más necesario con el apoyo que las jerarquías eclesiásticas realizaron desde un principio a la causa monárquica y el esfuerzo legitimador de toda actuación contraria a la República. Los más notorios de estos jerarcas fueron el cardenal primado de Toledo, Pedro Segura, y el obispo de Vitoria, Mateo Múgica, fundamentalistas religiosos y radicales monárquicos que acabaron siendo expulsados del país. Los incidentes más graves sucedieron en mayo, tras la pastoral del cardenal Segura el día 1 de Mayo del 31:

“Cuando los enemigos del reinado de Jesucristo avanzan resueltamente, ningún católico puede permanecer inactivo”.

Segura atacaba a todo defensor de la República por defender una visión accidentalista de las formas de gobierno, incompatible, a su juicio, con un buen católico.

El 13 de mayo de 1931, marchó a Roma, volviendo el 9 de junio, pero cuatro días más tarde es detenido y expulsado de España. Poco tiempo después se intervienen unos documentos al obispo de Vitoria, al ir a cruzar la frontera, por los que Segura ordenaba la venta de bienes eclesiásticos en España y el envío del producto de la venta fuera del país. Vamos, lo que hoy sería evasión de divisas.

Una serie de provocaciones que condujeron al intento de incendiar el diario ABC, con una represión del acto por la Guardia Civil que produjo dos muertos; esto produjo una oleada de asaltos e incendios de edificios religiosos que se extendió durante cuatro días por Madrid, Málaga, Sevilla, Córdoba, Cádiz, Alicante y Valencia; más de un centenar de edificios fueron pasto de las llamas. Después de estos incidentes no hubo más ataques contra las iglesias que pasaran de algún cristal roto. La quema de conventos supuso un duro golpe para la joven República, cuyo inexperto Gobierno fue acusado de debilidad, pero más importante, la alegre confraternización del mes anterior fue sustituida por una tensión que en los sectores católicos alcanzaba categoría de crispación.

Aunque fue postergado el debate sobre el tema religiosos para evitar enfrentamientos enconados, en la redacción constitucional se evidenció aún más claramente el profundo desacuerdo entre las distintas fuerzas políticas. Mientras conservadores y liberales reducían las reformas a la separación entre Iglesia y Estado y la firma de un nuevo Concordato, los radicales y socialistas exigían la expulsión de las órdenes religiosas y las restricciones al culto. La resolución alcanzada, propuesta por Azaña, fue la reducción de la presencia de órdenes (expulsión de los jesuitas y congelación del número de eclesiásticos) y la prohibición de ejercer la enseñanza; legalización del divorcio y secularización de cementerios. Aunque las medidas estaban justificadas por la absorción de funciones administrativas que conllevaba la separación de la Iglesia y el Estado, el modo en que se ejecutaron hirió gratuitamente a una buena parte de la sociedad e incluso encontraron opositores entre sinceros republicanos laicistas, que, sin embargo, eran enemigos del anticlericalismo que destilaban más las exposiciones, que las medidas, que finalmente, fueron adoptadas.

Existe un libro muy bueno, totalmente recomendable para el que esté interesado en el tema, que se titula La conservación del patrimonio español durante la II República (1.931 – 1.939), por el doctor arquitecto Julián Esteban Chapapría. En el se relatan todas las intervenciones arquitectónica (coste económico, proyectos, lugares…) en todo tipo de edificios, tanto civiles, religiosos o militares, durante el periodo republicano. Pensemos un poco, si durante la II República se hubieran querido eliminar todas las iglesias, ¿no hubieran tenido tiempo suficiente para hacerlo?

Escribiendo esta entrada me acordada de Felipe, del blog Reflexiones, cuando llama a las cosas por su nombre ¡Cuanta razón tienes, compañero! Son fascistas, y encima con sotana. De lo peor.

Así, pues, estos iluminados que pretender dar lecciones que no vengan contando mentiras sobre la quema de conventos, iglesias, violaciones de monjas, etc., etc., como si la II República fuera la causante de ello. Si la Iglesia tuviese que pagar todos los crímenes y muertes ocasionados en su nombre no debería existir una triste ermita en pie. Por lo tanto, estos que pretenden contar la historia, amparados bajo las alas del águila y en nombre de la Iglesia, mejor harían en preocuparse por sus almas. Algunos les adelantamos por la izquierda sin ser creyentes. Amén.

sábado, 31 de julio de 2010

Sensaciones de un teatro



Hace calor. Cerca del río se nota menos, y ella, al levantarse, me tapa con su silueta el sol. Veo a la Dulcinea descrita por aquel que pasó por aquellas tierras. Susurros que se mezclan, suspiros que se enredan, deseos que se juntan.
Paseando entre piedras cargadas de historia, yo pongo un granito de arena. Maravilloso Siglo de Oro, teatro de corralas, Quevedo y Góngora, caballero de triste figura y escudero, como no, Dulcinea deseada, mujer de sangrantes labios y ojos que atrapan con la mirada. Silencios en un parque, despedidas con besos en portal. La envuelvo con mi capa, tapamos el rostro con el sombrero de ala ancha. Si pasa un sereno, el disimulo se hace evidente. El sol apareciendo, hay que dormir. Mañana continuaremos con los versos, sin necesidad de batirme en duelo. Mi espada no es afilada y antes que retar a Alatriste, prefiero perderme entre sonetos. En la despedida, una mirada esperanzada y en el aire gotas de tinta. Eso ya queda escrito. No hace falta más. Fin de la función.

martes, 27 de julio de 2010

Siete diferencias

Yo creo que hay más de siete, pero si se dicen todas la cosa no tiene gracia.




martes, 20 de julio de 2010

Tabaco y Chanel


Y esta canción me lleva, me hace imaginar. Y me traslado a una orilla de playa, paseando los dos. De fondo sus palabras en mi oído, y el mar, siempre traicionero empujándome para que me acerque a ella. En una noche cerrada sin luna, tampoco hace falta, esa noche la tengo a mi lado. Caminamos por la arena, simplemente pensamientos que pasan, ella.

Sentados en un banco esperando ver amanecer, elementos conjugados que se hacen propicios. Tengo frío, me dice. Se acurruca en mi hombro y la rodeo con mi brazo. Tocando su piel prohibida, solo pasa el silencio. Está empezando a amanecer, nuevos colores claros nos descubren, pero él no sale. No se atreve a salir. Lentamente se enfurece y lucha y por fin, el sol ante la evidencia de su derrota decide mostrar su esplendor para hacer frente. Pero la batalla está ya ganada.

Salimos volando y llegamos. Una canción, podría ser esta. Mi mano pide la suya para bailar. Es la segunda vez que la voy a tocar. Respiraciones aceleradas marcan mi ritmo, cierro los ojos y pruebo lo prohibido. Un momento eterno cargado de brevedad. Allí, en medio de la nada, dos cuerpos funden sus cinco sentidos en uno solo.

La miro, me mira, acaricio su piel, esta vez sin pedir permiso. De la nada sale una rosa, seguido de una despedida. No tengo que recordarla, solo escuchar el latido del corazón.



miércoles, 14 de julio de 2010

Publicidad




Tengo un amigo que tiene una empresa de productos de poliestireno expandido. Se dedica, básicamente, a la fabricación de envases de todo tipo. Seguro que muchos lo veis diariamente, es lo que se denomina vulgarmente, envases de corcho.
Pues bien, el otro día, comiendo con él, me comentaba cosas sobre su empresa y lo complicadas que están las cosas en la actualidad (todos lo sabemos). En su caso, por ejemplo, una empresa con 30 trabajadores por turno ha visto reducida su plantilla un tercio porque han tenido que suprimir el turno de noche. No es fácil tomar esa decisión. Cuando meses atrás hablaba con él se le notaba agobiado y preocupado por la situación que pasaba. Ahora, parece ser, que está tomando de nuevo impulso. No han restablecido el turno nocturno al 100% pero, en ocasiones trabajan algún sábado media jornada (cosa impensable hace unos meses).

La verdad que me alegro. Supongo que eso supondrá una pequeña mejora en la economía de muchas familias. Preguntándole yo sobre esta pequeña transformación me decía que no se trata de un movimiento económico tan grande como pueda suponerse, simplemente se trata de moverse, de no estancarse y de saberse vender.

La gente tiene miedo, no invierte. – Me decía. – Hay que ofrecerle las cosas con atractivo, saber que lo que les vendes va a ser provechoso y que siempre habrá alguien que responda.
Entonces, ¿cuál es el secreto? – Le pregunté yo.

Publicidad. – Me contestó firmemente.
La publicidad es lo que hace que las cosas se muevan, que el producto se venda, continuaba explicándome, evidentemente es algo muy caro. Una página web no es barata y la hora del programador tampoco. Pero con una moderada inversión y tiempo hemos conseguido no quedarnos estancados y que esto no fuera a menos.

Curioso, la verdad que yo nunca lo había pensado. Está claro que vivimos en un mundo donde hay que saber venderse, donde la publicidad dice mucho de un producto, ¿quién no ha comprado movido por un anuncio? Eso me hizo pensar.

La verdad que yo siempre he sido reacio a poner este tipo de cosas en mi blog. No por nada, sino porque simplemente no me interesaban, no lo veía así. Pero ahora, quizá he cambiado de opinión y voy a probar.

Pondré publicidad durante un tiempo. Me parece una forma de poner mi pequeño granito de arena. Unos se anuncian y otros compran si les interesa, yo solamente soy el intermediario entre ambos. Así que, desde hoy probaré esta nueva posibilidad, supongo que ha alguien habrá algo que le interese.

sábado, 10 de julio de 2010

Frente a frente


Esta canción fue compuesta por el compositor Manuel Alejandro y Jeanette fue la que la interpretó, popularizándola, a principios de los 80.

En 2.010, Enrique Bunbury (siempre Bunbury) hizo una versión de la misma, dándole su toque personal. Si no supiera que no es el autor original diría que es suya. Bunbury siempre tiene una canción para un momento determinado, uno en concreto. Nada es Infinito.

Frente a frente, todo un canto a algo irremediable que no tiene solución, no puede tenerla. Algo que se rompe, aún quedando cosas, aún quedando todo. Como una fuerza que empuja hacia soluciones drásticas que pesarán. Siempre queda eso, siempre quedan cosas por decir, por hacer, pero… ni se hacen ni se dicen. La última oportunidad es esa, frente, a frente, pero esta no siempre se da. El orgullo, el maldito orgullo, transformado con el tiempo en remordimientos hace que se pierda, ¿qué no se daría por poder hacerlo? Mirando a la cara y decir “Adiós”, aunque duela, aunque una fuerza punzante atraviese el estómago. Siquiera eso. El tiempo se encarga de recordarlo.

Lo compartido, lo sentido, lo vivido se queda en nada, solo en dolor. Y los recuerdos se vuelven pesadillas al recordar. Yo no creo que solamente queden las ganas de llorar, pues siempre hay algo de que hablar, palabras por decir, aunque sea una simple mirada. Sin reproches, porque en cosas de dos siempre hay razones comunes.

Bunbury (siempre Bunbury) esta vez no ha acertado. No solo queda eso, queda mucho más. Muchos imposibles comunes y muchos posibles irrealizables. Eso es todo. Como diría Neruda: “A lo lejos alguien canta, a lo lejos. Mi Alma no se conforma con haberla perdido”. Yo respondería “Gracias por todo”.

martes, 6 de julio de 2010

Razas humanas



Según el esoterismo todo planeta da siete razas; nuestra Tierra ya ha dado cinco, faltan dos. Después de las siete razas nuestra Tierra, transformada por grandes cataclismos, se convertirá, a través de millones de años, en una nueva luna. Toda la vida involucionante y evolucionante de la Tierra vino de la Luna. Cuando la gran vida abandonó a la Luna, esta murió, se convirtió en un desierto. En la Luna existieron siete grandes razas. El alma lunar, la vida lunar, está ahora involucionando y evolucionando en nuestra Tierra actual. Así es como se reencarnan los mundos.

Según los aztecas, los hombres de la primera raza fueron devorados por tigres, los de la segunda raza se volvieron monos, los de la tercera se volvieron pájaros y los de la cuarta se convirtieron en peces. Nosotros, o sea, los de la actual quinta raza nos convertiremos en chivos. Actualmente estamos en la quinta raza, sexta sub-raza, cuarta ronda planetaria.

La primera raza fue gigantesca y de color negro, empero estuvo muy civilizada. Esta fue una raza andrógina, asexual, semi-física, semi-etérica. Los individuos podían reducir su tamaño al de una persona normal de la actual raza aria. Los rituales y sabiduría de la primera raza fueron maravillosos. Los templos y construcciones fueron portentosos. La barbarie no existía en aquella época. Dicha raza divina fue devorada por los tigres de la sabiduría. El regente de esa raza fue el dios azteca Tezcatlipoca. Cada individuo era un verdadero Maestro de sabiduría. La reproducción se realizaba por el acto fisíparo, el cual es semejante al sistema de reproducción de las células orgánicas mediante el proceso de división celular. Así, el organismo padre-madre se dividía en dos. El hijo andrógino se sostenía por un tiempo del padre-madre. La primera raza vivió en la Isla Sagrada situada en el casquete polar del Norte. Todavía existe dicha isla en estado de Jinas.

La segunda raza fue gobernada por el dios azteca Quetzalcoatl. Esa fue la humanidad Hiperbórea. La segunda raza fue arrasada por fuertes huracanes. Los degenerados de la segunda raza fueron los monos, antepasados de los monos actuales. Esa raza se reproducía por el proceso de brotación, tan común en los vegetales. De todo tronco brotan muchas ramas.

La tercera raza fue arrasada por el sol de lluvia de fuego (volcanes y terremotos). Esa fue la raza Lemur. Dicha raza fue gobernada por el dios azteca Tláloc. Esta raza fue hermafrodita y se reproducía por el sistema de gemación. La Lemuria fue un continente muy extenso situado en el océano Pacífico. Los hombres lémures que se degeneraron tuvieron después rostros semejantes a pájaros. Por eso los salvajes, recordando la tradición, se adornan con plumas en la cabeza.

Los hombres de la cuarta raza fueron los atlantes. Esa raza vivió en el continente Atlante situado en el océano Atlántico. La ciencia ya ha podido comprobar que en el fondo del océano Atlántico existe un continente sumergido. La raza Atlante estuvo gobernada por el dios azteca Atonatiuh. Dicha raza terminó con una gran inundación. Son descendientes de esta raza las tribus precolombinas de América, los chinos primitivos, los primitivos egipcios, etc.

Nosotros, los arios, somos la quinta raza. Nuestra actual raza terminará con un gran cataclismo.

La sexta raza vivirá en una Tierra transformada y la séptima será la última. Después de estas siete razas, la Tierra se convertirá en una nueva luna.

Cosas que pasan, ¿será verdad? Yo creo que no estaré para verlo.


sábado, 3 de julio de 2010

No son tan tontos



Muchas veces me llama la atención como la gente alude a la democracia que vivimos en este país para sacar la bandera de la libertad de expresión y de la igualdad. La libertad de expresión es poder hablar de cosas pero sin pasarte (recuerdo la revista el Jueves hace tres veranos) y la igualdad pues más o menos lo mismo. En un país monárquico nunca puede haber igualdad, por no hablar de la diferenciación de la ley rico vs pobre.
Pero otro de los defectos que adolece este país es, sin duda alguna, la política, los políticos y los cargos que ocupan. Hace tiempo que me ronda un pensamiento por la cabeza; Si a cualquier persona que quiere trabajar en cualquier lugar le piden unos estudios, una preparación, una experiencia, ¿por qué no se pide igualmente para los políticos?

Si cualquiera de nosotros queremos entrar en un sitio de la administración, de la empresa privada, en el primer caso debemos pasar unas oposiciones donde se presentan miles para unas pocas plazas, y en el segundo, tenemos que presentar un currículum alucinante. Ahora bien, cualquier ceporro, cualquier vago, cualquier iletrado que no sepa hacer la o con un canuto puede tener un concejalía (con su buen sueldo), una alcaldía (ídem) o incluso un ministerio (más ídem) por el simple hecho de estar afiliado a un partido, e ir en unas listas. Yo me pregunto, ¿cómo es posible que a esa gente, cuyas decisiones nos afectan a todos, no se le pida una mínima preparación académica y cultural? Cualquiera me dirá que la universidad solamente da un título y no es necesario tener carrera para mandar. Falso. La universidad, entre otras cosas, te prepara para pensar, para tomar decisiones y, en definitiva, a saber lo que tienes que hacer, o por lo menos buscar soluciones.

En mi pueblo, por ejemplo, salvo tres o cuatro concejales que tienen diplomatura y licenciatura, el resto son de los del carnet y el número en la lista. Tenemos un agricultor (que me dijo que yo no sabía nada del campo y yo, inocente, creía que él sería ingeniero agrónomo), una ex presidenta de la UNICEF local y el resto falleros. Con estos mimbres, ¿qué cesto se puede hacer? Evidentemente tienen su buen sueldo, mayor que muchos licenciados. Bueno, por no hablar de Pepiño Blanco o de Celestino Corbacho que no han acabado la universidad.

Yo, personalmente, soy partidario de una sociedad tecnocrática. Una sociedad donde los mejores, los que estén más preparados, sean los que tomen las decisiones. Evidentemente preferiría que en materia económica un economista estuviese al mando de un ministerio que uno de carnet. Pero claro, siempre, los mismos, sacan la bandera de la democracia en la que cualquiera puede ser elegido para cualquier puesto (curiosamente no dicen nada de la jefatura del estado).

Mientras estemos gobernando por gente mediocre, por gente que lo único que tiene es una fijación política pero que no sepa como llevarla a cabo, esto siempre será lo que dijo mi admirado Poeta, una España de charanga y pandereta.

Está claro que, a este paso, cuando tenga hijos, más le valdrá que con quince años lo afilie a un partido donde pueda vivir cómodamente que pagarle una carrera. Esto es España y hasta entonces nada habrá cambiado.