sábado, 29 de junio de 2013

En el centro de la tormenta


Ahora estoy en el centro de la tormenta.
Quedan dos semanas para que todo acabe y llegar a buen puerto.
Se ve, cerca, el mar en calma.


martes, 11 de junio de 2013

Licantropía estudiantil



Dicen que siempre me pasa lo mismo cuando se acercan los exámenes: me pongo insoportable. Reconozco que no soy amigo de bromas, más bien sería lo que un andaluz llamaría “un triste”, pero en determinadas fechas se agudiza.
En mis tiempos estudiantiles, por estas fechas siempre he estado alterado, concentrado, con dolores de cuello por la tensión acumulada, consumiendo litros de café y llenando el cenicero de colillas.
Cuando vivía en el piso de estudiantes todos íbamos acelerados y se notaba la tensión por cosas que antes eran banales.
Ahora, vuelvo otra vez a pasar por lo mismo (¡quién me lo mandaría!). Se acercan las fechas de exámenes y pronto entregaré el PFC, un proyecto de investigación sobre la arquitectura de piedra seca en el Maestrazgo turolense, quizá, por eso, estoy tan inquieto. La gente con la que trato me lo nota y yo ya les he advertido que no tengan en cuenta si les doy una mala contestación o si mi carácter está más huraño que de costumbre; en un mes ya habrá pasado todo.
Si el hombre lobo se transformaba con la luna llena yo lo hago con los exámenes, lo malo es que estos duran más de una noche.

martes, 4 de junio de 2013

La herida adecuada


No podían ser otros, no podía ser otro. Si a mi vida tuviera que ponerle una banda sonora, sin lugar a dudas estaría interpretada por Héroes del Silencio o bien por Enrique Bunbury. Creo que podría elegir etapas o momentos en los que una determinada canción tendría cabida. En esta ocasión creo que tendría que sonar La herida.
Cuando te encuentras con alguien con quien has compartido tristezas, alegría, triunfos, fracasos y complicidades… y pasa a ser un extraño. Cuando no te transmite nada y piensas, ¿cómo es posible? La situación es rara, sin saber que decir, que hablar, que contar, donde mirar, incomodidad…“¿Qué hay en dos amigos cuando después de todo parecen perdidos y prefieren a otros?”.
Cuando esa persona ha pasado a ser simplemente alguien a quien conoces, nada más… “¡Qué demonios ocurre cuando miradas no se encuentran!”. 
Creo que lo realmente triste es cuando todo ha quedado por el camino; cuando se ha perdido o se ha querido perder. Alguien me dijo una vez que siempre tendemos a hacer daño a aquellos que más nos han ayudado; quizá sea por la confianza depositada… “¿Quién buscó abrigo en algún otro lugar? Es posible que el frío vuelva con la edad”.


También podría sonar otra canción de los Héroes: La chispa adecuada. Cuando piensas que no merece la pena, que todo era mentira y, simplemente, como he dicho antes, pasa a ser alguien a quien conoces que si te cruzas algún día por la calle preferirás decir adiós en lugar de preguntar cómo estás… “Y ahora estás en mi lista de promesas a olvidar. Todo arde si le aplicas la chispa adecuada”.



Simplemente sensaciones; sensaciones que son realidades.