sábado, 30 de diciembre de 2017

Otro más



Dada mi costumbre de publicar los martes y los sábados, por lógica, esta será la última entrada de este año. Del mismo modo, por ser el día que es, podría servir la misma entrada por la circunstancia de acabar el año.
Suele ser habitual durante las últimas horas del año que la gente haga balance o decir eso de ‘año nuevo, vida nueva’. No creo que sea necesario ni una cosa ni otra. Mi vida será la misma cuando llegue el 1 de enero, el 2, 3, 4… Puede que cambie a lo largo del año porque tenga que hacerlo, pero no será ni el 1 de enero ni por ser otro año distinto. Y, del mismo modo, hacer balance de lo que he hecho o he dejado de hacer sería una especie de discurso borbónico durante la Nochebuena y, sinceramente, no le veo ningún sentido, cualquier momento del año es bueno para hacer una retrospección.
Pero supongo que es inevitable no acordarse de ciertas cosas y mientras escribo estas líneas retrocedo con la memoria y pienso en todo lo ocurrido durante este año. Ha sido un año (esta es la única parte diferente a esta misma entrada del año anterior) emocionante, sorpresivo, esperanzador y muchas más cosas…
Quizá quedó algo por pensar, decir o hacer… ahora ya no importa; como decían los berserkers antes de entrar en batalla.

Por todo lo que debimos pensar y no pensamos.
Por todo lo que debimos decir y no dijimos.
Por todo lo que debimos hacer y no hicimos”. 

Nos leemos en unos días.

martes, 26 de diciembre de 2017

Crisálida



Por no sé qué extraña razón hace días, probablemente semanas, que siento un hormigueo en el estómago al pensar en el próximo año.
Los años pares, generalmente, siempre se me han dado mejor, mucho mejor, que los impares en todos los sentidos… a nivel personal… laboral… sentimental… Es quizá, por eso, por lo que me siento así. Este próximo mes de enero tengo unas reuniones que pueden marcar mi futuro en el aspecto laboral. Llevo dos meses preparándome para cuando llegue ese momento y a medida que se acerca me siento más inquieto, ya que, hoy por hoy, es lo que capitaliza toda mi atención dejando otras un poco apartadas.
Otra de las cuestiones de mi intranquilidad tiene que ver, creo, con que se me tambalean ciertos pilares de mi vida. Todo ello se podría resumir en una frase que se dice en la película Kill Bill Vol. 2: “Todos los cabronazos cuando se hacen viejos se sienten solos”. No creo que sea un cabronazo (al menos eso creo), pero es evidente que me hago viejo (no he encontrado la fuente de la eterna juventud) y que estoy solo (sin una relación estable). No sé… como si percibiera que eso tiene que cambiar o cambiará en 2018.
Y hasta aquí puedo escribir. Esos dos motivos son los que hacen que me sienta así. Ahora mismo soy una crisálida, he abandonado el estado larvario y me preparo para ser una mariposa.
Lo peor es que a medida que se acerca enero todo se agudiza más… veremos si cuando me acabe la uva número 12 no caigo desmayado.

domingo, 24 de diciembre de 2017

Una noche distinta



Esta es la misma entrada que puse hace un año, dos, tres, cuatro, cinco… y la misma que puse en esta fecha desde que comecé en el maravilloso mundo bloguero. El día es el mismo, por eso creo que sirve. Un año más y los motivos son los mismos, como lo serán al año que viene y al siguiente, y al siguiente, y al siguiente… Sólo eso, al fin y al cabo, aunque no participe del folclore navideño, sí que creo que es una noche distinta.
Desde el año 97, el día de Nochebuena, suelo hacer siempre lo mismo; a las 8 de la tarde subo a la terraza de la casa de mis padres y enciendo una vela. No soy muy amante de la Navidad, pero sí que creo que esa es una noche especial. Tengo la suerte de haberla celebrado siempre en compañía de mi familia, por ello me siento afortunado, por poder estar con la gente que quiero. Pero también surgen otros sentimientos inevitables, como son el acordarme de mis seres queridos que ya no están. Por eso necesito un momento para acordarme de ellos en soledad. Justo es el momento en el que enciendo la vela. Me acuerdo, especialmente, de ellos y no puedo evitar la melancolía, esa que solamente se puede sentir en privado... y es que algunas cosas nunca cambiarán.
Después del primer recuerdo, dedico mi luz a más gente; primero a personas que conozco y que comparten culaquier tipo de relación conmigo y después, muy especialmente, a gente que no conozco pero que existen. Y pienso en todos los que están lejos de casa por motivos de trabajo y esta noche no estarán con sus familiares, en aquellos que tienen que pasar la noche en un hospital, que tienen que dormir en un cajero, en un banco o en cualquier contenedor. En esas madres que desde sus países pensarán en sus hijos, lejos de casa; en aquellos lejos de sus países por cualquier motivo; en los que están de viaje; en aquellos que esta noche cenarán solos en casa porque no tienen familia u otros que, sencillamente, no podrán cenar; en todos aquellos que acabaron sus días lejos del hogar… como mi admirado poeta y en tantos más que se nos podrían ocurrir y que no por no nombrarlos están ausentes. Por todos ellos también enciendo la vela, para que su luz, al menos esta noche, no les haga sentirse tan solos. Que sepan que alguien, desde la distancia, se acuerda de ellos y sabe que existen. Nunca se sabe, quizá, al año que viene, tal noche como esta, yo pueda estar en alguna de esas situaciones.
Este año, como los anteriores, también les dedico esta canción. Un canto a la paz y a la libertad nunca igualado, igual que os la dedico a todos los que pasáis por aquí.

Que paséis una buena noche.



sábado, 23 de diciembre de 2017

Noqueado



Voy a predecir el futuro. Sí, porque soy así de chulo. Mañana, el Borbón saldrá en televisión para dar su tradicional e inútil discurso navideño. En su favor hay que decir que este año ha trabajado el doble que otros años, ya que ha dado ¡dos discursos!
Bien, para no desviarme, sigo. Veo en mi bola de cristal que diga lo que diga el Borbón, la mayoría de los políticos van a aplaudir con las orejas.Aunque Felipe, a mitad de discurso, recite una lista de la compra seguro que escucharemos cosas como que “Conoce perfectamente a su país y todos los anhelos, deseos y retos que tienen los españoles”, “Valores sobre los que España construyó a partir de 1978, un Estado maduro en derechos y libertades”; “Comparto con el Rey la necesidad de diálogo, reformas democráticas, unión y responsabilidad en esta nueva etapa de la democracia español”; “Un discurso adecuado y oportuno, ya que puso en valor que España es un gran país, en el que cabemos todos y que construimos entre todos”. Me apuesto lo que queráis a que no me equivocaré mucho… Ojalá tuviera tan claros los números de la primitiva... no es complicado adivinar a qué partidos pertenecen los autores de esas frases.
Ahora bien. Tengo que confesar que las declaraciones de Floriano de 2014 me dejaron de piedra. Es como si Tyson me hubiera soltado un gancho, evidentemente de derecha, y me hubiera noqueado. Atentos. “Un motivo más para que los españoles nos sintamos legítimamente orgullosos de él”. “Es un Rey pegado a la calle, que conoce perfectamente los problemas que tienen los españoles y los retos que tenemos como sociedad”.
No sé qué decir.
No puedo.
Simplemente lo leo una y otra vez y me quedo paralizado.
Repitámoslo varias veces…
Es un Rey pegado a la calle, que conoce perfectamente los problemas que tienen los españoles y los retos que tenemos como sociedad”.
Es un Rey pegado a la calle, que conoce perfectamente los problemas que tienen los españoles y los retos que tenemos como sociedad”.
Es un Rey pegado a la calle, que conoce perfectamente los problemas que tienen los españoles y los retos que tenemos como sociedad”.
Es un Rey pegado a la calle, que conoce perfectamente los problemas que tienen los españoles y los retos que tenemos como sociedad”.
Es un Rey pegado a la calle, que conoce perfectamente los problemas que tienen los españoles y los retos que tenemos como sociedad”.
Es un Rey pegado a la calle, que conoce perfectamente los problemas que tienen los españoles y los retos que tenemos como sociedad”.

A ver si Tyson me da otro gancho, esta vez de izquierda, y vuelvo a la realidad.

martes, 19 de diciembre de 2017

Todo es navidad


Navidad. Paz y amor es lo que se dice en estas fechas. Parece ser se corre un tupido velo y todo queda aparcado… el 7 de enero ya veremos.
Pero toda esa mascarada no disfrazada la vergüenza de país en el que nos ha tocado vivir (hay cosas que no se pueden elegir). Cuando se nombran cosas como la Memoria Histórica, la derecha fascistoide sale en manada (o en piara) con el argumento de que se recuerda sólo a unos… de que a los del otro bando se les olvida… que no hay que abrir heridas… que la Constitución… que la reconciliación… que los otros también hicieron no sé qué… etc., etc., etc.
El problema que hay cuando se habla de este tema es el confundir periodos. Es decir, la Memoria Histórica está hecha en favor de quienes padecieron persecución o violencia durante la guerra civil y la dictadura. Repito guerra civil y dictadura, o sea, entre el 18 de julio del 36 y el 20 de noviembre del 75… ¿a qué viene aquí hablar de lo ocurrido entre el 14 de abril del 31 y el 17 de julio del 36? No obstante, acusar a la II República como culpable de lo que hubiera podido ocurrir en ese periodo es como culpar a la monarquía de lo ocurrido desde que se implantó por deseo del dictador (terrorismo, crisis, violencia machista, etc.). Por lo tanto, no se puede hablar de la II República en esos términos de responsabilidad si no se habla igualmente de la actual monarquía.
Por otra parte, cuando se dice que hay que se olvida a algunas víctimas… quizá haya que buscar los nombres de esas víctimas en las placas que había (y que sigue habiendo en algunos pueblos) en las paredes de las iglesias; comenzaban con ‘Caídos por Dios y por España’ y acababan con ‘¡Presentes!’.

Placa en la iglesia de Bulbuente, Zaragoza. Fotografía tomada en agosto de 2017.

Dicen que hay que olvidar, pero conviene recordar que España es el único país de Europa que no ha condenado el fascismo. Donde el fascismo ha quedado impune y sujetos como el torturador franquista Antonio González Pacheco, conocido como Billy el Niño, están cobrando una jubilación como cualquier anciano que no tenga las manos manchadas de sangre.
Hace unos días, salieron en televisión víctimas de este torturador contando las vejaciones a las que eran sometidos. Estoy hablando de la década de los 60 y mitad de los 70. Estos son los testimonios de gente como Luis Miguel Urbán o Lidia Falcón y muchos más que fueron víctimas del sadismo de este sujeto, ¿deben perdonar las víctimas a este criminal? ¿Querer condenarlo sería justo o injusto? ¿Sería un agravio que se aplicase la Memoria Histórica? Evidentemente, son preguntas retóricas.


He visto presos ‘políticos’ en Cuba dando ruedas de prensa desde la cárcel a medio mundo. En España, instituciones penitenciarias abren expediente a Jordi Sánchez y a Oriol Junqueras por hacer declaraciones a través del teléfono. Pero, según los demócratas peperos del 155, la dictadura es en Cuba. Aquí todo es libertad, paz y cariño.
Navidad.

sábado, 16 de diciembre de 2017

Un sábado del lejano 06


Uno, sin saber porqué, olvida cosas que ha hecho… lugares en los que ha estado y, de repente, un día, por eso que llaman casualidad, vuelven los hechos y los lugares.
No sé escribir la onomatopeya de un suspiro… dejo a la imaginación del lector cómo podría ser... cómo sería con diecisiete segundos de duración.


martes, 12 de diciembre de 2017

El regalo



sábado, 9 de diciembre de 2017

Cervantes... perdónalos



Después del dichoso ‘Halloween’, con sus muertos y terrores para ver quien se pone más ridículo con su disfraz, vienen los ‘Merry Christmas’, con su ‘Santa Claus’ deseando unos ‘happy days’. Todo ello siempre que nos quede humor (y dinero) después de haber pasado el ‘Black Friday’, por supuesto.
Ya falta poco para que propongan el ‘Thaksgiving Day’ y tengamos que indultar un pavo o bien cocinarlo al horno. En lo que tengo más dudas es en si llegaremos a la celebración del ‘The Fourth of July’ o ‘Independence Day’, pero, ¿quién sabe? En este país “cuanto en él sucede está tratado por vía de encantamientos”.
¡Pobre don Miguel!
¡Cervantes, perdónalos porque no saben ni lo que dicen ni lo que escriben!

martes, 5 de diciembre de 2017

Micro XVI


A veces es necesario escapar de nuestro propio mundo de ilusión para conocer la verdadera realidad que nos rodea.

sábado, 2 de diciembre de 2017

Vitruvio denostado



Marco Vitruvio (arquitecto, ingeniero y escritor romano) defendía en su tratado ‘De Architectura’ que la arquitectura descansa sobre tres pilares básicos: venustas (belleza), firmitas (firmeza) y utilitas (utilidad), produciéndose un equilibrio entre estas tres variables, aunque la ausencia de una de ellas haría que una construcción no pudiera ser considerada como tal.
En nuestro tiempo parece que el concepto de venustas ha perdido relevancia en un contexto arquitectónico donde, muchas veces, la teorización de una idea es un elemento suficiente para justificar y dar sentido a un proyecto, más allá que la resolución formal y la belleza del mismo.
El principio de firmitas, entendido como la resolución constructiva y material del edificio, aunque fundamental, pierde cada vez más importancia, en la medida en que se busca economizar al máximo los costos, no se entiende que una buena construcción es una buena inversión, que requerirá mucho menos mantenimiento en un futuro y resistirá de mejor manera el paso del tiempo. El sector de la construcción, y me refiero desde el peón hasta el arquitecto, ha perdido ese sabor artesanal que tenía y se ha convertido en un proceso industrial; alguna vez he dicho que echo de menos un borrón de tinta en los planos.
Finalmente, el principio de utilitas, relacionado con el uso del edificio, al igual que con firmitas, pierde calidad en función de la rentabilidad.
Firmitas y utilitas pueden tener una relación con aspectos cuantificables, ergo tienen un costo. La venustas es un principio gratuito y que no va necesariamente asociado a un coste, es algo mucho más subjetivo. En ese sentido, un edificio hermoso no será necesariamente más costoso que uno que lo sea menos, lo que lo vuelve por lo tanto fundamental para la arquitectura. Los tres pilares básicos no van enlazados de forma proporcional.
Urge volver el principio de venustas, el eterno dilema de si la arquitectura es arte está más latente que nunca. Frente a una realidad que, probablemente, de manera inconsciente, margina o, quizá, no valora, este último pilar.


Tales construcciones deben lograr seguridad, utilidad y belleza.
Se conseguirá la seguridad cuando los cimientos se hundan sólidamente y cuando se haga una cuidadosa elección de los materiales sin restringir gastos.
La utilidad se logra mediante la correcta disposición de las partes de un edificio de modo que no ocasionen ningún obstáculo, junto con una apropiada distribución, según sus propias características, orientadas del modo más conveniente.
Obtendremos la belleza cuando su aspecto sea agradable y esmerado cuando una adecuada proporción de sus partes plasme la teoría de la simetría”.
Marco Vitruvio