domingo, 24 de diciembre de 2023

Una noche distinta



Esta es la misma entrada que puse hace un año, dos, tres, cuatro, cinco… y la misma que puse en esta fecha desde que comencé en el maravilloso mundo bloguero, allá por el cada vez más lejano enero de 2008. El día es el mismo, por eso creo que sirve.
Un año más y los motivos son los mismos, como lo serán al año que viene y al siguiente, y al siguiente, y al siguiente… Sólo eso, al fin y al cabo, aunque no participe del folclore navideño, sí que creo que es una noche distinta.
Desde el año 97, el día de Nochebuena, siempre hago lo mismo; a las 8 de la tarde subo a la terraza de la casa de mis padres y enciendo una vela. No soy muy amante de la Navidad, pero sí que creo que esa es una noche especial. Tengo la suerte de haberla celebrado siempre en compañía de mi familia, por ello me siento afortunado, por poder estar con la gente que quiero. Pero también surgen otros sentimientos inevitables, como son el acordarme de mis seres queridos que ya no están. Por eso necesito un momento para acordarme de ellos en soledad. Justo es el momento en el que enciendo la vela. Me acuerdo, especialmente, de ellos y no puedo evitar la melancolía, esa que solamente se puede sentir en privado... y es que algunas cosas nunca cambiarán.
Después del primer recuerdo dedico mi luz a más gente; primero a personas que conozco y que comparten cualquier tipo de relación conmigo y después, muy especialmente, a gente que no conozco pero que existen. Y pienso en todos los que están lejos de casa por motivos de trabajo y esta noche no estarán con sus familiares, en aquellos que tienen que pasar la noche en un hospital, que tienen que dormir en un cajero, en un banco o en cualquier contenedor. En esas madres que desde sus países pensarán en sus hijos, lejos de casa; en aquellos lejos de sus países por cualquier motivo; en los que están de viaje; en aquellos que esta noche cenarán solos en casa porque no tienen familia u otros que, sencillamente, no podrán cenar; en todos aquellos que acabaron sus días lejos del hogar… como mi admirado poeta y en tantos más que se nos podrían ocurrir y que no por no nombrarlos están ausentes. Por todos ellos también enciendo la vela, para que su luz, al menos esta noche, no les haga sentirse tan solos. Que sepan que alguien, desde la distancia, se acuerda de ellos y sabe que existen. Nunca se sabe, quizá, alguna vez, tal noche como esta, yo pueda estar en alguna de esas situaciones y no tener a nadie cerca para poder compartirla.
Este año, como los anteriores, también les dedico esta canción y mientras enciendo la vela suena de fondo. Un canto a la paz y a la libertad nunca igualado, igual que os la dedico a todos los que pasáis por aquí.

Que paséis una buena noche.




martes, 9 de mayo de 2023

Voto nulo




Cada vez es más difícil entender a nuestros políticos, nos engañan constantemente normalizando la mentira como instrumento para conseguir perpetuarse en el poder y ya lo hacen con un descaro insultante.
Prometen y no cumplen, pero no pasa nada, porque nosotros, los súbditos, parece que ya estamos acostumbrados a que nos mientan, ya que seguimos votándoles creyendo que si no lo hacemos lo hará el adversario político y ganará quien no queremos que gane y, al final, de eso precisamente se aprovechan nuestros políticos.
Siempre he votado, desde que tengo la edad para hacerlo. Pero esta vez mi voto será nulo. Esta pseudoizquierda se cree que la chusma (no se me ocurre mejor palabra para definir a los votantes) estamos anclados en principios del siglo XX, mientras ellos viven en el año 2023. La derecha no es mejor… pero, al menos, tiene las cosas claras.
Como dijo Sancho Panza “no quiero estar a mercedes, que llegan tarde o mal o nunca”.
Que les den a todos, desde el primero al último.

sábado, 18 de marzo de 2023

Sindicatos millonarios



El Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, puede estar tranquilo con los sindicatos, en especial con Comisiones Obreras y UGT, ya que ha comenzado una estrategia de pacificación de los mismos regándolos con millones… la forma de tener a un perro tranquilo es tirándole un hueso para que se entretenga royendo.
En plena guerra con los empresarios y con la polémica para la reforma de las pensiones y las cotizaciones encima de la mesa, el Gobierno ha decidido otorgar 17 millones extra a los sindicatos.
Esto se decidió (porque sí) en el último Consejo de Ministros.
Estas subvenciones se otorgan de forma añadida al dinero que ya reciben los sindicatos procedentes de los Presupuestos Generales del Estado y que para el ejercicio de 2023 incluye partidas de todo tipo con una inversión histórica.
En el año 2021 los sindicatos -especialmente CCOO y UGT- ingresaron 112 millones de euros y en el ejercicio pasado se produjo un incremento del 22,44%, desde el dinero aprobado en 2021 para este fin. Desde la llegada de Pedro Sánchez a Moncloa los sindicatos acumulan más de 300 millones en subvenciones del Gobierno.
Este favor de Pedro Sánchez a los sindicatos se produce en un momento de idilio de CCOO y UGT con el Gobierno, diciendo que sí y aplaudiendo sus medidas, en un escenario de cero conflictividad y ninguna protesta, y además cuando desde el Gobierno se lanza un discurso crítico contra los empresarios.
Esta misma semana, CCOO y UGT, han respaldado la propuesta de la reforma de las pensiones y las cotizaciones que ha provocado el rechazo unánime de organizaciones de empresarios, autónomos y pymes. En un año electoral, con las autonómicas y municipales y dos meses y las generales a final de 2023, Pedro Sánchez cuenta con fieles aliados para vender las bondades de su gestión. Eso sí, pagados por todos con los presupuestos.
No es de extrañar que con la situación que vive el país (energía, gasolina, la cesta de la compra... en sus máximos históricos) no salgan los sindicatos a la calle; ya lo harán, porque es tradición, salir el 1 de mayo. El resto del tiempo, mientras tanto, a descansar y a pegarse una vida que en condiciones normales y en un país con sindicatos decentes jamás hubieran soñado.
Si es que algunos somos imbéciles, y yo el primero. En lugar de haber estudiado una carrera, lo que tendría que haber hecho en mis tiempos mozos era afiliarme a un sindicato y de vez en cuando salir en manifestaciones moviendo la banderita. Pero para eso hay que valer.

sábado, 11 de marzo de 2023

Micro XXXII


Mis mayores y mejores momentos de lucidez son cuando estoy borracho.

sábado, 4 de marzo de 2023

Políticamente 'gayadas'



Cada vez que alguien me dice que es sincero, que no se esconde o que lo dice todo a la cara simplemente hago una muesca de medio lado con la boca y me quedo callado.
Actualmente nuestra sociedad vive una etapa de corrección política, donde se juzga desde una superioridad moral. En la que no hay que ver normal lo que no lo es y en lo que tienes que aceptar para que no te etiqueten… ¿pero qué es una etiqueta más que una opinión de lo que piensen de uno mismo?
Pues parece que es algo más. En la sociedad de lo políticamente correcto hay ciertas cosas que no se pueden decir públicamente.
Por ejemplo… no se puede decir que no se está de acuerdo con que una pareja de homosexuales puedan adoptar hijos; ya sería un tema más profundo si pueden tener hijos. Yo, no soy científico ni entiendo de medicina, pero, en lo poco sé, dos hombre o dos mujeres no pueden procrear; me educaron en el colegio con eso de que papá pone una semillita en el vientre de mamá para tener niños.
De la misma forma que tampoco se puede decir, por ejemplo, la palabra ‘mariconada’. Ahora no son maricones, son gays; de la misma forma que no son tortilleras, son lesbianas. Así pues, ¿en lugar de ‘mariconadas’ se tendrá que decir ‘gayadas’?
Y ya no entro en los distintos géneros que hay. Yo creía que solamente era masculino y femenino, ellos y ellas. Pues no… ahora también hay elles ¿? Y ya, para rezar el rizo, las distintas desviaciones (¿se puede utilizar esta palabra?) que existen: bigénero, pangénero, intersexual, transgénero, trigénero… y así hasta ¡72! No está mal, ¿eh? Confieso que no los he leído todos, pero el más importante, el falto de sentido común, no está, es decir, el gilipollismo.
Pero sí, todo eso nos tiene que parecer normal.
Vladimir, ¡por favor! Pulsa ya el botón.

martes, 14 de febrero de 2023

Teruel regresa al siglo XIII



Juan Diego de Marcilla ha vuelto.
Va a casarse con Isabel, tal como se prometieron hace cinco años cuando él tuvo que partir en busca de la fortuna que hiciese posible el enlace.
Pero Isabel, creyendo que su amado ha muerto, se acaba de desposar con Pedro de Azagra, hermano del tercer señor de Albarracín...


sábado, 14 de enero de 2023

Berny



Los primeros días de la segunda decena de enero nunca son buenos a nivel personal, acontecimientos importantes de mi pasado hacen que así sea.
Tenía que ser en estos días para poner una muesca más en el debe de estos días.
Berny, desde ahora nadarás en mis recuerdos.

sábado, 7 de enero de 2023

Un chispazo de lucidez



A veces tengo la sensación de que mi vida es una carrera en la que voy en primera posición y tengo el final a pocos metros. Pero algo sucede, hago un último esprint, un último esfuerzo… pero no llego, la distancia siempre es la misma para cruzar la meta. Una sensación como algo que tienes delante pero no lo puedes coger y cuando alargas el brazo se aleja por una razón incomprensible.
Hacía meses que no escribía, había perdido la motivación y la ilusión… y no es que me haya vuelto, pero, a veces, aparece un chispazo de lucidez que hace que mis dedos se posen sobre el teclado.
El mundo gira, sigue girando.
Ahora echo la vista atrás y pudiendo leer algunos de mis escritos no me reconozco; no reconozco a aquel Marino con este. Sería un fantástico ejercicio de personalidad poder hablar con nuestros distintos ‘yos’ a lo largo del tiempo… ¿cómo conversarían el de 2010 con el de 2020? ¿El de 2015 con el de 2022? Tengo la sensación dentro de un diálogo educado los cuchillos asomarían entre los dientes.
Como dijo Neruda, “nosotros los de entonces ya no somos los de ahora”. Cierto, no soy el de entonces, así como el de ahora tampoco es el de entonces.
Sí, estoy convencido que volveré a escribir. Es mi grito de liberación.

sábado, 24 de diciembre de 2022

Una noche distinta



Esta es la misma entrada que puse hace un año, dos, tres, cuatro, cinco… y la misma que puse en esta fecha desde que comencé en el maravilloso mundo bloguero, allá por el cada vez más lejano enero de 2008. El día es el mismo, por eso creo que sirve.
Un año más y los motivos son los mismos, como lo serán al año que viene y al siguiente, y al siguiente, y al siguiente… Sólo eso, al fin y al cabo, aunque no participe del folclore navideño, sí que creo que es una noche distinta.
Desde el año 97, el día de Nochebuena, siempre hago lo mismo; a las 8 de la tarde subo a la terraza de la casa de mis padres y enciendo una vela. No soy muy amante de la Navidad, pero sí que creo que esa es una noche especial. Tengo la suerte de haberla celebrado siempre en compañía de mi familia, por ello me siento afortunado, por poder estar con la gente que quiero. Pero también surgen otros sentimientos inevitables, como son el acordarme de mis seres queridos que ya no están. Por eso necesito un momento para acordarme de ellos en soledad. Justo es el momento en el que enciendo la vela. Me acuerdo, especialmente, de ellos y no puedo evitar la melancolía, esa que solamente se puede sentir en privado... y es que algunas cosas nunca cambiarán.
Después del primer recuerdo dedico mi luz a más gente; primero a personas que conozco y que comparten cualquier tipo de relación conmigo y después, muy especialmente, a gente que no conozco pero que existen. Y pienso en todos los que están lejos de casa por motivos de trabajo y esta noche no estarán con sus familiares, en aquellos que tienen que pasar la noche en un hospital, que tienen que dormir en un cajero, en un banco o en cualquier contenedor. En esas madres que desde sus países pensarán en sus hijos, lejos de casa; en aquellos lejos de sus países por cualquier motivo; en los que están de viaje; en aquellos que esta noche cenarán solos en casa porque no tienen familia u otros que, sencillamente, no podrán cenar; en todos aquellos que acabaron sus días lejos del hogar… como mi admirado poeta y en tantos más que se nos podrían ocurrir y que no por no nombrarlos están ausentes. Por todos ellos también enciendo la vela, para que su luz, al menos esta noche, no les haga sentirse tan solos. Que sepan que alguien, desde la distancia, se acuerda de ellos y sabe que existen. Nunca se sabe, quizá, alguna vez, tal noche como esta, yo pueda estar en alguna de esas situaciones y no tener a nadie cerca para poder compartirla.
Este año, como los anteriores, también les dedico esta canción y mientras enciendo la vela suena de fondo. Un canto a la paz y a la libertad nunca igualado, igual que os la dedico a todos los que pasáis por aquí.

Que paséis una buena noche.




martes, 19 de abril de 2022

Pausa


Siempre me he dicho que nunca dejaría de escribir en el blog, ya que es algo que considero muy propio, algo que yo parí. Aquí hay cosas mías muy personales que de otra forma no hubiera podido contar.
Desde que comencé en el maravilloso mundo bloguero (enero de 2008) todos los meses he colocado, como mínimo, un artículo; para no romper la tradición, aunque sea un simple punto, al menos una vez al mes lo seguiré haciendo.
Desde hace un tiempo, por razones que no vienen al caso, no encuentro motivaciones para escribir y por ello, siguiendo con aquello que me prometí, no voy a cerrarlo, simplemente le daré una pausa indeterminada hasta que los hados vuelvan de nuevo o las circunstancias cambien. Poco más. Gracias a todos lo que habitualmente pasáis por aquí o a los que lo habéis hecho alguna vez. Nos leeremos en el futuro, seguro.