martes, 19 de octubre de 2010

William Martin, el soldado desconocido



Esta es una de esas noticias que pasan desapercibidas para la mayoría de la gente pero que, sin embargo, cambian la historia de acontecimientos en un momento determinado.

Conocí la historia hace tiempo. Me la contaron siendo totalmente desconocida para mí. Un hecho apasionante que merece la pena conocer, de gente anónima que pasan a la posteridad sin pretenderlo. Esta es la historia de alguien que, sin saberlo, escribió un episodio importante en la II Guerra Mundial.

A las 7:30 horas del día 30 de Abril de 1943, en plena guerra mundial, el pescador portugués José Antonio Rey María encuentra un cadáver junto a los restos de una balsa neumática, mientras pescaba en la Playa del Portil (Huelva). Atado a su brazo lleva un maletín...

El pescador traslada el cuerpo hacia el puerto, y se informa a las autoridades españolas de la existencia del cadáver. Rápidamente se descubre que se trata de un militar inglés de alta graduación por el uniforme que viste y la “Abwehr” local (el servicio militar de espionaje de los nazis que por aquel entonces eran aliados de Franco) representada en la provincia de Huelva por Adolf Klauss, hijo del consulado alemán en Huelva, tiene conocimiento inmediato de la existencia del cuerpo aparecido muerto, haciéndose con la cartera que éste llevaba.

En la embajada de Alemania en Madrid se examinan y fotografían cada una de las pertenencias, antes de entregarlas intactas a las autoridades británicas. Por la documentación que lleva, al cadáver se le identifica como el Comandante William Martín. Entre las pertenencias hay un juego de llaves, una reclamación de su banco por un descubierto en una cuenta bancaria, entradas de teatro recientes, una factura de alojamiento de su club de Londres, cartas de amor a su prometida Pamela... pero lo que realmente llama la atención de los alemanes es la carta dirigida a un General Inglés en la que se detallan los planes para invadir Grecia en los meses siguientes por el ejército aliado en la denominada “Operación Husky”, y el abandono de invadir Sicilia.

Enterado de ello, Hitler ante tal hallazgo decide reforzar Córcega y Cerdeña y envía al Mariscal Rommel (probablemente el más brillante de sus militares) hasta Atenas. Los buques patrulleros, minadores y dragaminas asignados a la defensa de Sicilia se mandan a Grecia. Dos divisiones Panzer del frente Ruso también se envían, justo en el momento en el que se estaban preparando para atacar a los rusos en la Batalla de Kursk.

El día 10 de Julio de 1943 los aliados comienzan a invadir Sicilia sin ningún tipo de oposición acelerándose el avance aliado por Italia.

Los alemanes habían caído en la trampa. Los informes que portaba el cadáver aparecido en la playa del Portil pretendían hacer creer a los alemanes que se invadiría Grecia cuando en realidad se atacaría Sicilia.

Para ello se creó una personalidad falsa. La del comandante William Martín, que supuestamente viajaría en avión para reunirse con las tropas del Norte de África portando documentación que el servicio de espionaje nazi no dejaría pasar por alto y la aeronave se estrellaría en el mar.

En el submarino “Seraph” se trasladó al cuerpo dentro de una caja metálica de dos metros, cuyo contenido ficticio se trataba de material óptico con la finalidad de no levantar sospechas entre la propia tripulación. El cadáver se dejó en el agua a las 4:30 horas del día 30 de Abril de 1943.

Lo más difícil de la operación a la que se bautizó con el nombre de “Operación Mincemeat” (“Operación carne picada”) fue la de encontrar un cadáver que pareciera haber muerto de frío por una larga estancia en el mar.


¿Pero cuál era la identidad verdadera del muerto William Martín?

Su verdadero nombre era Glyndwyr Michael. Se trataba de un vagabundo de 34 años que fue rechazado del ejercito “por trastornos mentales”, que según unos autores se suicidó tomando matarratas y que según otros murió de neumonía. El forense que realizó la autopsia facilitó su cadáver a los servicios secretos británicos.

En el epitafio de la tumba 14 del sector San Marcos del cementerio de Nuestra señora de la soledad de Huelva aparece el nombre de William Martín, Comandante de la Marina Inglesa. En el sepulcro se han depositado flores durante todos estos años. Los miembros de una familia de origen inglés residentes en Huelva se han encargado de ello.

9 comentarios:

Palmira Oliván dijo...

Una de las historias de espionaje más fascinantes habidas y por haber, porque con ella (se puede decir)se empezó a fraguar la derrota de los alemanes en la II Guerra Mundial.

Yo conocía esta historia por una película, de las tantas de guerra que tanto gustan a mi padre (de las que algunas se empiezan a ver con desgana pero luego te enganchan), titulada "El hombre que nunca existió" de 1956.

Interesante entrada.

Besos.

MAYTE dijo...

No conocía la historia y me ha fascinado, es increíble como los alemanes cayeron en la trampa.

Besos.

Anónimo dijo...

Genial entrada. :-)
Huelva tiene grandes historias desconocidas...
Su pasado inglés marcó, tanto para bien como para mal, mucho a esta tierra, aunque se suele limitar su conocimiento al Decano...
Gracias por dar a conocer un trocito.

Me ha gustado mucho el detalle de las flores en su tumba, bien cierto es.
A veces, cuando voy a pasear al cementerio, saludo a William y, siempre le acompañan...

Venid a Huelva y conocerla más allá... Os gustará.

Marino Baler dijo...

Palmira; Desconocía que existía na película. si que es cierto que este episodio es una obra obra maestra del espionaje mundial. Un simple engaño cambió el curso de la historia.

Un besset.

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Mayte; Sin duda alguna una historia tan fascinante como desconocida.

Bessets.

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Anónimo; Coincido contigo en cuanto a la provincia de Huelva. Es totalmente desconocida. Tuve ocasión de conocer algo hace tiempo y me quedé con ganas de conocer más, hoy lo vería con otros ojos, pero es algo que tengo pendiente en un futuro. Merece la pena.

Un saludo.

tag dijo...

Pues me ha gustado mucho esta historia. No la conocía y tampoco la pelicula que dice Palmira.

Y es que... nos queda tanto por aprender....
Y a mi concretamente, además, me falta por conocer Huelva que no me cabe ninguna duda de que será preciosa.

Un besset Marino

Marino Baler dijo...

Tag; Andalucía es algo más que la Semana Santa, la Alhambra, la Mezquita, el Rocío, los carnavales de Cádiz y las playas. Tiene Huelva, las minas de Rio Tinto donde está el corazón de la Tierra, Moguer donde lo plateado deslumbra, un monasterio que descubrió un nuevo mundo y la desembocadura de los ríos Tinto y Odiel, donde puedes ver la más maravillosa puesta de sol que puedas imaginar jamás, sobre un antiguo muelle al que llegaba el tren.

Un besset.

Anónimo dijo...

El astro Rey escogió Huelva para irse a dormir... Es la ciudad española con más horas de sol al año...
Y además de lo que dijiste...
Una Gruta llena de Maravillas en Aracena.
Un pueblo en que la vida no se vive, se danza (Villablanca).
Otro en que serás El Rey Arturo o cualquiera de sus caballeros (Cortegana).
Un balcón a lo infinito en la Peña de Arias Montano.
La primera cárcel de Miguel Hernández en Rosal de la Frontera... (estamos en deuda contigo Miguel).
A quien le guste... un Belén Viviente "que te deja muerto" en Beas.
...
Vale, no sigo... que parezco una guía turística...
Venid y... os lo enseñamos :-)

Marino Baler dijo...

Anónimo; No conozco los sitios que mencionas en tu último comentario, pero quedan apuntados. La desgracia de Miguel Hernández la conocía, me la contaron hace tiempo, casualidades trágicas de la vida. De Huelva capital recuerdo perfectamente algunos lugares dignos de visitar.
Gracias por tus recomendaciones.

Un saludo.

Anónimo dijo...

Esta historia la conocía y desde luego es fascínate, los alemanes llegaron a creer que el gobierno español había sido participe a sabiendas de ese engaño hasta el punto que abrieron un investigación.