martes, 10 de diciembre de 2013

Regalitos



Estamos en diciembre y se acerca la Navidad, mes de regalos por tradición; probablemente todo un problemón.
Creo que muchas veces los regalos se hacen bajo una cierta presión de tener la obligación de regalar algo. Ejemplo: es el cumpleaños de alguien y hay que regalarle algo, pero el qué. Se acerca Navidad o Día de Reyes y también, ¿qué se puede regalar?
Lo bueno que tienen los regalos es que quien los recibe siempre es correcto, es decir, esboza una sonrisa, dice que le gusta y luego da las gracias. No falla, eso ya viene de fábrica. Por lo tanto, el que regala siempre quedará bien, al menos aparentemente. Porque, seamos sinceros, a todos nos gusta que nos regalen algo más que la intención, ya que no es solamente lo que cuenta.
Así, a bote pronto, se me ocurre el regalo más absurdo que me ha hecho. Fue hace años y era un despertador con forma de gallo. La primera impresión fue que era original, la alarma era un ‘kikiriki’ que sería capaz de despertar a mis vecinos del tercero (y yo vivía en el primero). Pero el puñetero gallo tenía un problema y es que hacía un ruido impresionante al pasar el segundero y yo necesito silencio absoluto cuando voy a dormir. Lo tuve encendido dos noches, ya que a la tercera le quité las pilas y lo guardé en su cajita (que tenía forma de gallinero). Cuando la persona que me lo regaló venía a mi casa yo buscaba una excusa para ir a la habitación sacar el gallo, ponerle las pilas y dejarlo en la mesilla de noche. Sí, un regalo absurdo, aquí era todo intención. Al final el puñetero gallo murió (no de afonía), me cayó al suelo y la cresta fue por un lado, el pico por otro y las patas más allá. Menos mal...
Yo, para recibir regalos soy muy simple, me sirve cualquier versión del libro de don Quijote (comparado con el gallo hay un abismo); cualquier otro libro me sirve, pero con el Quijote es como comprar el número de lotería sabiendo que te va a tocar. Para regalar yo a alguien… pues no sé; creo que si un regalo se hace fuera de fechas siempre es más efectivo que si se hace porque se tenga que hacer. Además, eso de regalar porque te hayan regalado suele ser un desastre.
Así pues, este es mi regalo para todos los que pasáis por aquí habitualmente. Lo que hay dentro solamente vosotros y yo lo sabemos y si no os gusta… siempre quedará la intención.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Precioso regalo Marino gracias!!

Anónimo dijo...

qué bonito !!!

Marino Baler dijo...

Anónimo 1, muchas gracias. Me alegro de que te guste :).

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Anónimo 2, gracias.