sábado, 7 de febrero de 2015

Rajoy llama a su puerta


A estas alturas, creo que todo el mundo habrá visto ese vídeo en el que el Presidente del Gobierno Mariano Rajoy va de puerta en puerta dando las gracias a los ciudadanos. Bueno, en realidad no son ciudadanos en el más estricto sentido de la palabra, son actores y, la verdad, muy buenos, ya que hay saber interpretar muy, muy bien y estar metido en el papel para tener delante a Rajoy y no soltare una grosería, por no decir otra cosa.
En el vídeo aparece una biblioteca, que tiene toda la pinta de ser privada, y unos supuestos estudiantes vestiditos como lo harían unos niños de papá.
En la farmacia solamente un cliente… quizá el único que puede pagar los medicamentos.
Y la tienda no es un bar de pueblo, ni un supermercado de barrio, no; se trata de una tienda gourmet… un establecimiento al que un sector de la población no puede acceder.
Ahora bien, lo que ya es de traca es la vivienda a la que llama el Presidente. No un piso como el que vive la mayoría de la gente. Tiene toda la pinta de ser un adosado habitado con una familia muy tradicional, la típica que nos encontraríamos en una manifestación contra el aborto o llevando banderitas nacionales a manifestaciones por la unidad de España. En resumen, de ese tipo de gente que la crisis le ha afectado en que antes se iban un mes de vacaciones y ahora solamente pueden hacerlo quince días.
¿Esa es la auténtica realidad de lo que pasaría en todas las casas de España? Para los del PP sí, ya sabemos que ellos viven en ese maravilloso mundo de golosinas y piruletas. Probablemente en la mayoría de las casas de este país la recepción sería muy diferente.
Pero que quede clara una cosa… este vídeo no es populismo, populismo es lo que hacen otros.
¿Y si Rajoy llama a la puerta de un hogar con todos los miembros de esa familia en paro? ¿Habría sonrisas y afecto? O si llama a una casa en la que vive un enfermo de Hepatitis C que no puede recibir tratamiento, ¿le abrirían la puerta? O, por ejemplo, a un piso donde les abre una madre viuda a la que sólo le queda la pensión y sus dos hijos han tenido que emigrar a Alemania para poder trabajar, ¿ahí qué pasaría?
Rajoy no nos debe un agradecimiento a los españoles. Son otras cosas las que adeuda. Para empezar, una explicación coherente y que no insulte a la inteligencia sobre la contabilidad en negro del partido que preside. Y añado más… explicaciones y perdón por tantas mentiras durante su mandato.
Está claro que algo está cambiando en este país… y no me refiero a la economía. Rajoy ha abandonado el plasma y parece ser que cualquier día puede llamar a la puerta de cualquiera; habrá que estar preparado, por si acaso, con un cubo de agua sucia a mano (no tendré esa suerte).


2 comentarios:

Luis Alejandro Bello Langer dijo...

El lenguaje crea realidades...eso es lo que pretende la Derecha de Rajoy, por cierto. Y claro...desde acá se ve que los indicadores macroeconómicos han subido, ¿pero qué se les dice a esas millones de personas que han perdido una vida de esfuerzo, han sido desalojados de sus pisos, han caído en la miseria o todo eso junto?

La Economía, como ciencia social y no exacta (subsidiaria de la Matemática, como algunos parecen verla), debe de enfocarse en las personas y su calidad de vida, no en los números que, cual cortina, oculta la tragedia del neoliberalismo y del bipartidismo.

Saludos afectuosos, de corazón.

Anónimo dijo...

La verdad de lo que ocurre en este país, no lo sabemos nadie, porque existe mucha mentira. ¿Estamos realmente tan mal? O es que nos gusta llorar demasiado. Ya sabemos aquello “del que no llora, no mama”. Yo creo, que si realmente estuviéramos tal mal…nos estaríamos matando por las calles. Que hay gente que lo pasa mal “si” pero mucha menos de lo que nos quieren hacer creer.