martes, 5 de febrero de 2008

Esto es lo que hay


Ya estamos otra vez de elecciones. Parece mentira como pasa el tiempo pero los súbditos (que no ciudadanos) parece que volvamos a sentirnos importantes. Dejamos de ser unos entes abstractos para convertirnos en los dueños y señores de nuestro destino. Pero no nos equivoquemos porque en una pseudodemocracia como la nuestra no votamos por lo que esta palabra significa, etimológicamente hablando, sino simplemente para saber quien será el partido que nos oprimirá los siguientes cuatro años. Esa es la verdadera diferencia entre una democracia y una pseudo democracia. Nada que ver con la que Benjamín Constan describe en su obra “La democracia de los antiguos”.

Y puesto que estamos en ese periodo en el que unos y otros se pondrán sus mejores galas, sacarán a relucir sus prominentes sonrisas y tratarán de vendernos de la forma más maquiavélica sus productos, sería bueno ver las opciones de mercado que tenemos para poder comprar y satisfacer nuestras necesidades.

Dos serán los partidos que se alternaran el poder. Es lo que hay en un sistema electoral, como el nuestro, en el que el recuento de votos está basado por la infame Ley de Hont, no cabe otra posibilidad. Se ha dicho muchas veces que se quiere reformar esta cuestión pero ¿alguien cambiaría algo que le asegura un éxito? Bueno, esa propuesta en España puede valer, pero en otros países con mayor tradición democrática sería un insulto a la razón.

Pues bien. Por un lado está el PP ¿Qué decir de este partido? Sinceramente no me voy a molestar en dedicarle más de tres líneas porque no creo que merezcan mucho más. Un partido político fundado por el ministro de un dictador fascista se define por si mismo. Quizás me puedan decir: “Si, pero es que estos no son los de antes”. Por su puesto que no lo son pero ¿Alguien se imagina que en Alemania un ministro de Hitler hubiese fundado un partido y se presentase a unas elecciones con posibilidades de poder? Pero, insisto, esto tampoco es Alemania, es España. Creo que queda todo dicho. Lo siento, al final les he dedicado algo más de tres.

Por otra parte tenemos el PSOE. He de reconocer, que he sido votante de ellos, siempre. Me imagino que es la inocencia de la adolescencia que una vez creces se convierte en sentido común. Pero bueno, es curioso lo de esta gente porque ha sido capaz de adaptarse a los cambios que cada tiempo requerían con una facilidad pasmosa ¡Vamos que los disfraces de Mortadelo son una broma comparados con ellos! Son el oportunismo por excelencia. Como aquel que es pobre toda su vida y un buen día sale de la pobreza y ya no recuerda cuando no tenía ni para unas zapatillas. Este es el Partido Socialista Obrero Español, creado en sus inicios bajo las tesis marxistas pero que las han traicionado en cuanto no ha servido a sus propósitos, eso sí, las siglas venden y hay que conservarlas. Desde sus inicios ha tratado de formar parte en ese conglomerado de sindicatos y partidos que formaban la incipiente España del siglo XX. Esta lucha y ansias de poder le llevaron a ser el único partido legal junto con su alter - ego sindicalista, la UGT, en la dictadura de Primo de Rivera, donde incluso uno de sus máximos dirigentes, Largo Caballero, llegó a ser Consejero de Estado durante este periodo. En la etapa de la República, sus ansias de poder le llevaron a poner toda clase de trabas a la legalidad y legitimidad republicana, como sucedió durante el golpe de estado perpetrado por los socialitas manifestándose en la Revolución de Asturias. Durante la dictadura no existió, recayendo toda lucha antifranquista en el partido comunista. Las cárceles estaban llenas de comunistas ¿pero socialistas? Estarían escondidos en sus madrigueras. Pero hete aquí, que cuando el genocida muere empiezan los socialistas a salir cual cristianos de catacumbas y a reproducirse como hongos. Todos eran socialistas. Como los tiempos habían cambiado y tenían que adaptarse, así como en tiempos aceptaron una dictadura o una república esta vez tocaba aceptar una monarquía franquista. Como el buen partido cainita que es. Tuvo suerte de contar con un gran encantador de serpientes proveniente de Andalucía, que vestía chaqueta de pana y se creía el Mesías de aquellos que habían sido perseguidos y maltratados por el antecesor del Borbón, aunque en otros tiempos vistiese la camisa azul de la falange, brazo en alto. La gente como no tiene memoria y en ocasiones es acomodadiza confió en este partido creyendo en unas siglas que representaban el socialismo de siglo XIX y bebían de las fuentes del marxismo cuando realmente había mutado (una vez más) a una socialdemocracia que es el patrón que siguen en la actualidad. Extenderme en los casos de corrupción durante el gobierno del PSOE en tiempos de Felipe González es algo que no merece la pena, bueno espero que por lo menos esto os suene.

Y por fin llegamos a nuestros tiempos. A los tiempos de ZP. Como he dicho, al empezar a escribir sobre el PSOE, yo he sido votante suyo. Siempre he sido de izquierdas, por lo tanto he considerado que lo mejor es una república y no porque sea lo mejor, sino porque es el menos malo de los sistemas políticos que hay. Por otra parte, prefiero decir que considero que lo mejor es una democracia antes que llamarme demócrata, que aunque pueda parecerlo, no es lo mismo. Sinceramente es una palabra que me produce urticaria y si los Acebes, Zaplanas, Blancos, Fragas, Carrillos y Bonos de turno son demócratas yo me tengo en más alta estima y prefiero no meterme en el mismo saco que ellos. No quiero que me definan con una palabra tan prostituida como esa. Pues bien al definirme de izquierdas y querer democracia, lógicamente, tenía que ser republicano. Para todos aquellos que lean esto comentarles que democracia viene del griego, significa demos (pueblo) y cracia (poder). El pueblo tiene el poder, este elige a sus representantes, no se los imponen, como en este caso nos han impuesto al Borbón. La mejor definición de democracia quizás la dijo Abraham Lincoln: “Democracia: gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo”. Por ello, por el hecho de ser republicano y ver que el PSOE no hacía nada en este sentido decidí no volver a votarles después de esta legislatura. Pero por favor, que no todo vayan a ser reproches por mi parte. He de agradecerle a ZP que me ahorrase 4 años de mi vida cuando al volver las tropas de Irak salió en televisión brindando “por el rey y por España”. Ello hizo que me moviese y que descubriese un partido que solamente con su nombre ya es lo suficientemente atractivo para mí, Izquierda Republicana, el partido fundado por D. Manuel Azaña Díaz ¿qué más puedo pedir?


Por ello me revolvió el estómago cuando vi a ZP hablando sobre el presidente D. Manuel Azaña, el mejor orador de la Europa de su tiempo (buscar artículo en el País 6 - XI - 2007). Mire usted, don José Luis, esta no es ni por asomo la España que hubiera soñado el presidente, entre otras cosas, la España de Azaña tenía a dirigentes sobradamente preparados para la época, entre ellos a Victoria Kent (casualmente también de IR) ¿A quién tiene usted? ¿A Pepiño Blanco? Usted necesitaría nacer cien veces y no lograría entender lo que quería D. Manuel. Para empezar El era republicano y por ello debería guardar un respeto a su memoria, a la memoria de un hombre que gente que militaba en su partido le hicieron la vida imposible ¿Acaso se imagina a un republicano hablando de Pablo Iglesias? Por favor, entiendo que para usted no haya ningún tipo de comparación, y por ello tenga que hablar de Azaña, pero no insulte a la inteligencia con sus palabras.

Señor Zapatero si los santos suben al cielo… D. Manuel está en el firmamento.

Así pues déjese de hacer el ridículo, como haríamos nosotros si en un ataque de locura y de pérdida de razón alabásemos a Pablo Iglesias. Dedíquese a, entre otras cosas, cambiar el sistema educativo porque yo no quiero que mis hijos puedan pasar de curso con cuatro asignaturas suspendidas. Déjese de “educaciones para la ciudadanía” disfrazándolo en un falso laicismo, aunque quizás por algún sitio hay que empezar pero cuando es la sociedad la que está mal, dudo mucho que unas horas a la semana sirvan para este propósito. Procure que su sistema educativo, enseñe a mis hijos matemáticas, lenguaje, geografía, historia y todo lo que se tiene que enseñar en un colegio que de la educación ya me encargaré yo, pero como supongo que no será suficiente quizás un servidor también tenga que enseñarles todo aquello que nuestro incompetente sistema no enseña. No hay problema por ello. Y al respecto permítame que haga mía una cita de D. Manuel Azaña que, seguramente, desconoce.

Pero ¿Cree Su Señoría que a mí me estorba? No, a mi no me estorba nadie, señor Lerroux, por dos razones: en primer lugar, porque yo en el fondo, tengo de mi raza el ascetismo, todas las cosas de la vida las tengo ya echadas a la espalda hace muchísimos años, y habiendo gozado de casi todas, me son absolutamente indiferentes; en segundo lugar, porque tengo el demonio de la soberbia, y a un hombre soberbio nadie le estorba".

Diario de Sesiones del Congreso de los Diputados de 3 de octubre de 1933. Contestación del Sr. Azaña al presidente del gobierno Sr. Lerroux.
Supere esto, don José Luis. Cuando sea capaz de abandonar de su vocablo el socorrido talante, algo habremos avanzado.

A la vista de los acontecimientos juzguen ustedes y voten en consecuencia, pero no, tampoco se crean nada de esto, simplemente investiguen y averígüenlo por ustedes mismos. El conocimiento es lo único que nos puede hacer cambiar.


Salud y República.

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