En ocasiones, más vale callarse y pasar por imbécil a hablar y demostrar que se es. Pero claro, el problema es cuando el que habla hace pasar por imbéciles a los demás y encima le aplauden como ha ocurrido recientemente en los actos conmemorativos del 2 de Mayo en los que el rey tuvo la osadía de decir lo siguiente refiriéndose a dicho acontecimiento que supone, junto con el de la Constitución de Cádiz, el apuntalamiento de la nación actual:
"Una España unida, democrática, moderna, libre, plural y diversa basada en valores como justicia, igualdad y solidaridad".
Vamos a ver, señor Borbón, puesto que España es democrática ¿A qué elecciones se presentó usted para que lo votásemos? ¡Ah! Que no le votó nadie. Es cierto. Fue el dictador el que lo eligió “democráticamente” o mejor dicho “dedocráticamente”.
"Una España unida, democrática, moderna, libre, plural y diversa basada en valores como justicia, igualdad y solidaridad".
Vamos a ver, señor Borbón, puesto que España es democrática ¿A qué elecciones se presentó usted para que lo votásemos? ¡Ah! Que no le votó nadie. Es cierto. Fue el dictador el que lo eligió “democráticamente” o mejor dicho “dedocráticamente”.
Señor Borbón, si existiese la igualdad, no existiría el artículo 56 en nuestra constitución en el que dice que: “La figura del rey es inviolable y no está sujeta a responsabilidad…” y usted podría ser juzgado por cualquier delito como cualquier español de a pie, así pues ¿Dónde está la igualdad, Juan Carlos?
Pero lo más grave no es que usted diga esto. Lo más grave es que la gente se lo crea y encima le aplaudan. Como ve en este caso no solamente se demuestra que se es imbécil si no que hace que los demás también lo sean.
Y para rematar su, glorioso, puente de Mayo dice en la capilla ardiente de Calvo Sotelo que era:
“Un gran español, un hombre de estado y un demócrata”.
Sinceramente, desconozco si existe un baremo para medir la españolidad de una persona y decir si uno es un gran, un mediano o un pequeño español.
¿Hombre de estado? Bueno, fue ex presidente de la red ferroviaria española y ex procurador a cortes franquistas, que llegó a ser dos veces ministro, presidente del Gobierno e incluso marqués, sin que ni un solo súbdito le hubiera votado jamás para ejercer ninguno de esos cargos, casualmente como a usted.
¿Demócrata? Si usted lo dice, si usted se considera, puestos a decir y ser cosas ¿por qué no? Si María Magdalena siendo puta está en los altares cualquiera puede ser demócrata.
En fin, como esto es España algunos, aparte de ser imbéciles tienen que demostrarlo y hacer pasar a los demás por ello también. Por suerte no todos somos iguales, como nos hacen creer, ¿o sí que lo somos?
Salud.
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