sábado, 9 de febrero de 2013

La aventura del tocador de señoras



Cuando me regalaron el libro me quedé sorprendido, ya que ni conocía al autor ni a su obra. Siempre, cuando ocurre eso, tengo cierta curiosidad mezclada de recelo sobre lo que tengo entre manos, así que me lo leí esperando descubrir algo nuevo que, posiblemente, me cautivase.
Por lo visto pertenece a una trilogía, pero se puede leer de forma independiente, es decir, no hace falta haber leído los anteriores para continuar con éste. Las historias no se solapan y salvo algunas dudas mínimas que puedan surgir no es preciso empezar por la primera parte. Al principio, cuando empecé a leerlo buscaba algo que me incitase a seguir, me enganchase y me convenciera que tenía que seguir adelante.
Creo que un libro te tiene que enganchar desde el principio y este, al menos para mí, no lo hace. El autor parece que se ha inventado un universo particular en la ciudad de Barcelona en una época actual, pero que no sabría definir en cual.
Los personajes tampoco parecen muy creíbles; que nadie piense que va leer algo normal, en ocasiones me recordaban a las películas de Mortadelo y Filemón.
Las primeras cien páginas se hacen pesadas de leer; la trama es muy lenta y en cualquier momento pueden surgir tentaciones de abandonarlo. Creo que hay pasajes que se podrían suprimir y, en algún momento, parece que haya páginas de relleno. Es una historia que con la mitad de páginas podría haber quedado una lectura bastante entretenida. Quizá, a mitad del libro es cuando aparece algo de cierto interés que sirve de estímulo para continuar con la lectura. Desde ahí hasta el final del libro vuelve con altibajos que pueden hacer que abandones la lectura por no ofrecerte nada apasionante o que continúes esperando encontrar algo. Pero esto de la lectura es como lo colores.
No obstante, es un libro que si bien no ocupa el ‘top 10’ de mis lecturas preferidas, sí que lo ocupa por otras circunstancias.

Argumento: 3
Ambientación: 2
Personajes: 2
Capacidad para seducir al lector: 2 

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias por ese final.

Marino Baler dijo...

A ti Anónimo. Ahí se queda/rá.