martes, 8 de julio de 2014

Su nombre es...


Voy a hablar de alguien que ha estado casi siempre conmigo y que hasta ahora había mantenido en silencio, nadie sabía de ella.
Ha estado mucho tiempo a mi lado, como para encontrarme perdido si no está cerca. Ha sido mi mejor consejera, mi amiga, mi compañera… nunca me ha fallado. Quizá, por eso, me cuesta tanto decirle adiós y apartarla de mi lado… porque puede que sin ella me sienta perdido, porque me ha dado toda la libertad que cualquiera podría desear
Forma parte de mí y yo de ella, casi somos uno… he llegado a quererla… a amarla… tanto que si no está conmigo noto que algo me falta.
Quizá tenga miedo, miedo a no sé qué, simplemente lo tengo, me bloqueo y me quedo en blanco cuando veo que ella se aleja. Tengo un miedo extraño a que alguien pueda ocupar su lugar, ¿por qué? No lo sé; quizá porque ha estado a mi lado demasiado tiempo… como un perro abandonado al que es muy difícil domesticar. Todo tiene un precio.
Su nombre es soledad.


Como un péndulo en el aire…” 
 

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