sábado, 23 de julio de 2016

De grana y oro



Y sin saber porqué, de repente, sientes que es un sitio especial… ¿será por el lugar? El Puerto de Santa María… ¿la compañía? Silvia… ¿el momento? Cualquier atardecer que conduzca a la noche… Sí, quizá sea por todo eso y más cosas…
De grana y oro’, no podía ser un nombre más apropiado para un bar a pocos metros de la plaza de toros. Una tarde, volviendo de comprar, cargados con bolsas paramos allí… una cerveza, otra, otra, otra… y, por supuesto, una fritura de pescado… creo que llovía, aunque esto no sea importante… o sí.
Desde entonces ha sido un sitio especial, en el que estar tranquilamente hablando, bebiendo, comiendo… un lugar en el que Cronos no era importante. Sabes que los sitios son especiales cuando no estás, pero piensas que sí siendo inevitable murmurar entre dientes “y ahora podríamos estar en el Grana…”. Sí, esta tarde, antes de la caída del sol podríamos estar allí… y cualquier tarde también. Pero los sábados por la tarde en el ‘De grana y oro’ tienen algo especial.
Dicen que “quien no ha visto toros en El Puerto no sabe lo que es un día de toros”. Igual que el agua, algo tendrá El Puerto de Santa María cuando lo bendicen… doy fe de ello… algo que para mí ya es mucho dar.

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