sábado, 8 de abril de 2017

Maestrillos, el problema de la educación



Tengo que reconoces que a veces soy, como me define una buena amiga, un ‘pisacharcos’; me meto en cosas que ni me van ni me vienen… pero no puedo evitarlo. Una de esas cosas sería el tema de la educación. Tengo la peor opinión de la educación y del sistema educativo de este país.
Hace unos días escuché en esRadio una entrevista a Inger Enkvist, pedagoga e hispanista sueca, acerca del sistema educativo en España. No puedo estar más de acuerdo con ella. Hacía tiempo que no disfrutaba tanto con una entrevista.
Un profesor tiene que saber, tiene que tener conocimientos para mandar al alumno y mandar a freír espárragos al padre cuando vaya a reclamar mejores notas para su hijo. Pero vamos a ver, ¿qué autoridad y respeto puede tener un profesor que comete faltas de ortografía en las preguntas de los exámenes que prepara para sus alumnos? ¿Qué puede enseñar ese profesor? ¿Qué nivel puede transmitir a sus alumnos? Pero el problema también está en los padres, ya que si mi hijo/a da clases con un profesor que tiene faltas de ortografía en los exámenes presento una queja formal para que mi hijo no esté bajo las órdenes de ese zote.
Y todo el problema de la indigencia cultural del profesorado en general se disfraza en la falta de recursos. ¿Falta de recursos? Es cierto, falta de recursos porque no hay suficiente dinero para echarlos a todos a la puñetera calle y preparar unas oposiciones dignas en las que el que quiera ser profesor sea alguien preparado intelectualmente. Pero claro… es fácil echarle la culpa al sistema de las carencias intelectuales que tienen la gran mayoría de nuestros docentes, aderezado con las nulas ganas de llenar el vacío intelectual que tendrían que tener cubierto los que se dedican a la enseñanza.
Extraigo algunas frases de la entrevista que me han parecido más significativas.

Uno de los problemas de la educación de España es el nivel de los maestros”.
Elevar el corte para entrar es esencial”.
Si el sistema es malo y no se pide un esfuerzo, la inversión tiene poca importancia”.
Se habla de inversión cuando no se atreven a exigir a los alumnos, y también a los profesores, un esfuerzo”.
El nivel del sistema finlandés es el nivel de los profesores en primaria. La selección es muy fuerte, muy seria y un alumno no encuentra profesores que no sean personas cultas”.
Ningún país con buen resultado ha eliminado los deberes, es una reivindicación muy extraña”.

Aquí copio el artículo que hace referencia a la entrevista y que se puede escuchar en este enlace.

Tras comparecer en la comisión de Educación en el Congreso de los Diputados, la pedagoga e hispanista sueca Inger Enkvist ha hablado en los informativos de esRadio de los problemas más graves de la educación española. Concretarlos todos es para Enkvist una “pregunta imposible”. Pero sí ha resaltado uno fundamental: “El nivel de los maestros”. En su opinión, “elevar el nivel” entre los profesores de primaria “sería muy importante” para mejorar la educación. “Elevar el corte para entrar es esencial”, ha insistido, “si los alumnos empiezan bien, continuarán con ventaja”.
Enkvist no ve relación entre inversión y resultados educativos: “Si el sistema es malo y no se pide un esfuerzo, la inversión tiene poca importancia”. Para la pedagoga, se habla de inversión “en parte porque uno no se atreve a exigir a los alumnos, y también a los profesores, un esfuerzo”.
Uno de los sistemas más elogiados mundialmente es el finlandés, cuya clave de éxito es, según Enkvist, “el nivel de los profesores en primaria”. La selección es “muy fuerte, muy seria”, y un alumno no encuentra profesores que no sean “personas cultas”. Si desde el principio se profundiza en Historia, en Geografía, en el mundo intelectual, aunque sea en un nivel sencillo, el alumno se acostumbra, no lo cuestiona y sigue adelante”, ha destacado. Además, ha subrayado como esa excelencia entre los maestros hace que ni padres ni políticos cuestionen el sistema: “Confían en los profesores”.
En Asia, ha contado, la razón de su éxito es otra: para ellos lo fundamental es “el esfuerzo”, que es conjunto entre toda la población y que tiene como objetivo “sacar adelante el país”. “Hay un esfuerzo nacional que exige ciertos sacrificios pero que se acepta por el bien de todos”, ha indicado.
Sobre las soluciones para los alumnos que se quedan atrás, Enkvist ha contado la solución finlandesa: darles profesores de educación especial, sacar a los niños del grupo y trabajar “de forma intensiva” con él.
En Asia, la responsabilidad recae en los padres, que deben “asegurarse de que el niño pueda seguir el ritmo del grupo”. “Aceptan el esfuerzo como parte” del objetivo de que los alumnos obtengan un nivel “relativamente igual”.
En este punto, Enkvist ha dicho no entender propuestas como la huelga de deberes: “Ningún país con buen resultado ha eliminado los deberes, es una reivindicación muy extraña”. En su opinión, los deberes tienen que ver con la forma en la que se desarrolla la jornada escolar y ha enfatizado que las tareas en casa deben tener un equilibrio con el ocio. El objetivo, que la tarea “sea eficaz como aprendizaje y agradable para el joven”.
Por último, Enkvist se ha referido a la inmersión lingüística, con la que es muy crítica. La pedagoga defiende que se “pueda elegir”. Si se convierte en algo obligatorio, como en Cataluña, “es una medida muy cuestionable; política, nada educativa”. “No es algo que deba hacer un estado democrático”, ha zanjado.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

A falta de leer todo y escuchar la entrevista voy darte mi opinión. Hace unos 30 años, los países escandinavos decidieron un sistema educativo consensuado con todos los partidos políticos de sus países, para evitar que cada vez que cambia la ideología de un gobierno, cambie la educación. Y también emplearon mucho dinero por alumno y profesor, consiguieron una educación de muy alto nivel, que necesitaba también profesores/as comprometidos con lo que se esperaba de ellos y de altísimo nivel…a diferencia de España.
En cuanto a la inmersión lingüística,las lenguas cooficiales deben de ser obligatorio el aprenderlas para todos/as, igual que el castellano…ya está bien.Vienen de fuera para trabajar en puestos de la administración valenciana y se encuentran con otro idioma,y se lo quieren saltar para ocupar un puesto al que no tienen derecho si no siguen las reglas...y se de lo que hablo.

Marino Baler dijo...

No coincido contigo en el segundo párrafo. Yo soy de la opinión de que cualquiera nacido en España pueda acceder a un puesto de trabajo en cualquier lugar de la geografía.
Si estoy en Valencia y voy al médico o a hacer una gestión en la administración me da lo mismo que me hablen en valenciano que en castellano mientras sean eficaces.
Soy de la opinión que se tiene que premiar que uno sea competente, no que hable uno u otro idioma. Que yo pueda optar en Valencia a un puesto igual que uno de Albacete, por ejemplo. Y del mismo modo en cualquier sitio de España.

Anónimo dijo...

En primer lugar tienes que decidirte qué país quieres y que consideras tu que es este país. Yo considero que somos una nación y dentro de ella hay diferentes territorios, con una lengua, cultura e historia propia diferenciada de Castilla y del castellano. Por lo tanto con en Suiza, tenemos que tener una gran autonomía del Estado Central, y como en Suiza si uno de un Cantón alemán se va a vivir al italiano…tiene la obligación de aprender las lenguas oficiales que ahí se hablan y lo demás son tonterías. Y si les gusta bien y si no ya saben el camino de salida.

Marino Baler dijo...

Yo creo que somos un país, con una lengua común, que se habla en todo el territorio, por ello, considero que todos tenemos los mismos derechos. Otra cosa es que alguien, en su empresa privada, contrate a quien quiera, pero en lo público debería haber igualdad.

Anónimo dijo...

Cada día que pasa por desgracia somos más vascos, catalanes, gallegos, valencianos que españoles. Pensamos más en nuestros derechos y privilegios en el entorno que vivimos, que en el conjunto del país. Si eres de una comunidad rica no quieres compartir esa riqueza con el resto y tampoco el trabajo…esto es así.