sábado, 4 de mayo de 2019

Trasmoz



Hace unos meses estuve trabajando en la reforma de una casa en Litago, un pueblo a la falda del Moncayo. Solía ir para revisar las obras un par de veces a la semana y tenía que pasar por delante de Trasmoz, un pueblo a unos 3 km. antes de llegar a Litago.
Este pueblo, Trasmoz, se hizo famoso en toda España hace unos años, ya que fue aquí donde tenían escondido al padre de Julio Iglesias cuando lo secuestraron. Pero en la historia de esta población, este hecho puede considerarse como anécdota. Trasmoz tiene el honor, algunos dirían el dudoso honor, de ser el único pueblo de España maldito y excomulgado por la Iglesia Católica. Cerca, a pocos kilómetros, se encuentra el monasterio de Veruela, ese lugar desde el que en una celda Bécquer escribía sus cartas.
En el año 1255 se produjo la excomunión de la que entonces, presumiblemente, sería aldea (actualmente tiene unos 70 habitantes), ¿el motivo? Un enfrentamiento por la leña. Ambos (aldea y monasterio) cogían leña del mismo monte y, por aquel entonces, era un recurso básico para vivir. Había discusiones constantes y un buen (o mal) día, el abad se enfadó y decidió excomulgar a Trasmoz. La fórmula fue sencilla: una simple oración pronunciada por él mismo.
Queda claro que las relaciones entre los habitantes de Trasmoz y el monasterio estaban rotas. Pero casi tres siglos más tarde, no contentos los monjes con la excomunión, llegaría la maldición.
Trasmoz pertenecía al señor Pedro Manuel Ximénez de Urrea y el agua que llegaba al pueblo atravesaba tierras pertenecientes al Monasterio. Las relaciones entre Manuel Ximénez y los monjes nunca fueron buenas y el abad decidió desviar el curso del agua evitando así que llegara al pueblo. El problema se agravó y las Cortes de Aragón mediaron en el conflicto quitando la razón al abad, que por venganza decidió maldecir al señor de Trasmoz, a sus descendientes y al pueblo entero. Por ello, una madrugada de abril de 1511, el abad y los monjes fueron al pueblo y taparon con un velo negro la cruz del altar mientras el abad leía el salmo 108 de la Biblia, una maldición de Dios contra los enemigos: “Danos tu ayuda contra el adversario, porque es inútil el auxilio de los hombres; Con Dios alcanzaremos la victoria, y él aplastará a nuestros enemigos (…)”. Tras cada frase se escuchaba un toque de campana dando solemnidad al acto.
Así pues, el pueblo quedaba, además de excomulgado, maldito a los ojos de todos, en una época en la que la brujería estaba a la orden del día. Todo ello unido a la celebración de aquelarres, falsedad alimentada por el sacristán de Tarazona, aunque su verdadera intención era la de ocultar que en el castillo se acuñaba moneda falsa (la zona es rica en hierro y cobre y con ese material se falsificaba dinero). Se decía que por las noches se escuchaban las cadenas de las almas en pena cuando, probablemente, fuera el ruido de la gran cantidad de moneda que allí se fabricaba.

Castillo de Trasmoz

Por último, cabría mencionar a la Tía Casca, una mujer que era curandera y que la asesinaron tirándola por la colina (Bécquer relató este hecho con su particular estilo en Cartas desde mi celda). Parece ser que coincidió con una época de enfermedades y plagas que afectaron a las gentes, cosechas y animales y, por ello, el pueblo se tomó la justicia por su mano creyendo que ella era la causante de todos los males.

Colina por la que fue arrojada la Tía Casca

En la actualidad ya no hay brujas ni aquelarres, confieso que cuando visité el pueblo había coches aparcados en lugar de escobas; es más, se celebran actos religiosos con total normalidad y, como curiosidad, el único bar del pueblo se llama Tía Casca. Todos los años, no recuerdo la fecha, gracias a su curiosa historia, el pueblo recibe cientos de visitantes con motivo de la celebración de una feria de brujería (incluso hay un museo de brujería). Desconozco como estarán las relaciones con el monasterio (imagino que se habrán normalizado), pero lo que hace siglos se hizo como escarnio no cabe duda que hoy en día es una bendición (ironías de la historia).

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