sábado, 11 de abril de 2020

En tierra de nadie



Creo que uno mismo adquiere unos ideales políticos dependiendo del entorno en el que se críe. Siempre se escucha hablar de política en un ambiente familiar y eso hace que la tendencia sea más propicia a ‘ideas heredadas’ (lo pongo entre comillas) que a ideas propias.
En mi caso me he criado en un ambiente de izquierdas; con decir que mi abuelo, la persona que más me ha influido en mi pensamiento, era afiliado a la CNT creo que no hace falta decir la tendencia política… aunque si quedan dudas, como digo en mi presentación de este blog, soy de izquierdas hasta para escribir.
Este país ha tenido la desgracia de tener la historia que ha tenido en los últimos 50 años y ello ha hecho que sea el PSOE el que coja la bandera del izquierdismo y que le haya dado el suficiente rédito político para establecerse en un alternancia política.
Yo he sido votante del PSOE, sí, lo confieso, todos tenemos una etapa de nuestra vida en la que estamos equivocados. En mi vida siempre ha prevalecido el republicanismo; sí, soy republicano hasta la médula y el PSOE no lo es. Pero esto de la política es algo muy complejo y yo creo que uno no debe enrocarse en unas ideas y pensar que son inamovibles; de la misma forma que en el año 96 estuve en la plaza de toros de Valencia en un mitin de Felipe González, actualmente tengo claro que no iría por nada del mundo… vergüenzas de la juventud, supongo.
Después de algunos años sin tener un referente político claro (aunque soy afiliado de Izquierda Republicana, reconozco que es un partido meramente testimonial y prácticamente insignificante) Pablo Iglesias y Podemos llenaron ese vacío que sentía dentro de mí en el campo políticos… quizá porque lo veía como un partido que decía lo que yo consideraba que debía ser, lo que en aquel momento hacía falta: borrar del mapa (políticamente hablando) al PP y a toda su red de corrupción y si, de paso, arrastraba consigo al PSOE mucho mejor.
Los que sois seguidores de este blog podréis recordar algunos artículos míos al respecto. Sí, yo veía a Podemos como el arma regenerativa que necesitaba este país y a Pablo Iglesias como al hombre que iba a traer todo aquello que, más allá de la república, yo siempre había deseado. Sí, para mí era como el mesías y aplaudía sin cuestionar y justificando todo aquello que hacía él o cualquiera de Podemos…
Pero el tiempo va pasando…
Llegados a este punto tengo una gran pregunta que me hago a mí mismo y que podría ser como aquella cuestión tan famosa de si fue antes el huevo o la gallina, y es la siguiente: ¿cambian las ideas o cambian las personas?
Desde hace tiempo hay cosas que no me han gustado ni de Pablo Iglesias ni de Podemos; sin ir más lejos, la compra del chalet fue un torpedo en la línea de flotación que hizo que mi fe ciega fuera desapareciendo. Después vino lo de la jura del cargo. Escuchar decir a Iglesias eso de “juro por el Rey y la Constitución”, fue algo que acabó de derrumbarme y darme cuenta que las esperanzas que yo pudiera tener en un país republicano parece que se desvanecían; es una forma de hablar, porque mis sentimientos republicanos nunca van a desaparecer y eso, afortunadamente, no depende de nadie. Y no, no me duele decir esto, como he dicho antes, las ideas no son inamovibles y uno debe tragar con todo aquello que haga o diga el partido en el que ha depositado la confianza.
Finalmente, con la pandemia que estamos pasando, aunque entiendo que es una situación difícil, pero no creo que lo estén llevando bien, dando bandazos de un lado a otro y, lo que es peor, dejando desprotegidos a las pymes y autónomos que son, sin lugar a dudas, los que sostienen el país… pero de esto ya habrá tiempo de hablar.
Así que en estos momentos parece ser que vuelvo a encontrarme en tierra de nadie y mi desencanto por la política es más que evidente. Quizá yo haya cambiado, no lo sé, pero considero que mis ideas son las mismas, o viceversa; la cuestión es que, en estos momentos, no me parece que haya ningún partido político con el que identificarme y que en las próximas elecciones creo que no perderé el tiempo; ya lo he perdido bastante y decepcionado igualmente.

6 comentarios:

Benja dijo...

Creo que el entorno en que se cría una persona es muy importante a la hora de definir sus ideas políticas en el futuro, pero no siempre. Creo que la educación es tan importante o más que la familia y con quien te juntas. Tu tenias gran ilusión con Podemos y te han defraudado, pero si buscas la familia de estos tan de izquierdas que están o estaban en Podemos y también en Izquierda Unida y en otros, te llevarías una sorpresa muy grande.
¿Cambian las ideas o las personas? Las personas sin ninguna duda. Buscan el sillón y el cargo importante y si no lo encuentran en un partido, se van a otro sin importarle nada la ideología.
Jorge Verstrynge, Echenique, Tania Sánchez, Carolina Punset etc. son un ejemplo. En algunos casos cambiaron a partidos totalmente opuestos.
Y Pablo Iglesias dijo en uno de esos círculos donde se reúnen “No gobernaremos nunca si no tenemos la mayoría absoluta para gobernar, porque no se puede pactar para gobernar” la clave del Poder no está en las instituciones, “AQUÍ ESTA EN NUESTRAS PELOTAS”, está en la calle… y jamás estaría en el gobierno reinando un Borbón.
Esto es parte de una grabación del señor Iglesias, antes de ser VICE…como cambian las personas en cuatro días.

Benja dijo...

He de decirte Marino, que yo ya he pasado lo que tú con Podemos. De los 14 años, soy regionalista nacionalista valenciano, pero no separatista. No tengo dudas que dentro del conjunto de España siempre seremos más fuertes que solos.
El partido se creó por los años 85-90, consiguiendo un gran éxito. Primero estaba el PSPV, después UV y el tercero PP, Estos ofrecieron cargos y ocupar sillones muy importantes dentro del PP, lo que hizo que mucha gente importante e imprescindibles de UV se cambiaran de chaqueta. Con ellos se fueron muchos votos por los líos internos entre los diferentes grupos que había dentro del partido. Y fue la muerte del partido más importante que representaba al regionalismo valenciano. UV acabo integrándose en el PP y en 2014 desapareció oficialmente. Por lo tanto, el respeto y confianza que tengo en los políticos, es…nulo.

Leo dijo...

Últimamente me declaré nihilista convencida. Dejar en "tierra de nadie" ganaría la batalla al egocentrismo.

Creo que los ideales políticos dependen del entorno en cierta manera. Sí, admiro mi entorno, pero siempre discrepo con ciertas formas de ver la vida. Rebelde convencida, me declararia yo, supongo. Las ideas se deben de remover sino serías un parásito de la vida.

El país, el mundo... es de todos y para todos con una coherencia equitativa bien definida.
Si la cadena de valores funciona desde tu colega más cercano entonces todo se contaminaría de energía positiva.
¿Interesa vernos a todos unidos y felices? Pues ese es la incognita...

Leo dijo...

Feliz día de la República.

Marino Baler dijo...

Todavía recuerdo a Lizondo, en un anuncio electoral puesto de traje y con una azada en la mano como si estuviera cavando... Mucha valencianía pero, como bien dices, se vendió al PP por el sillón.
Yo, la verdad, que esty desencantado. Quizá me gustaba Pablo Iglesias porque lo veía firme en su discurso, pero sí, es tocar el poder e irse todo por el retrete; debe ser lo que llaman la erótica del poder, aunque, en ciertos casos, más que erótica sea pornografía.
Creo que, a estas alturas, es casi imposible que vuelva confiar en algún líder político.

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Leo... demasiado profundo para mí :O. Feliz día de la República (aunque seas del PSOE ;).

Benja dijo...

Lizondo pacto con el PP con la idea de hacer una gran coalición y poder derrotar al PSPV. Y la idea del PP era acabar con UV y lo consiguió.