Parece ser que este ilustrísimo ayuntamiento tiene una concejalía de Turismo y Patrimonio Histórico. Desconozco si es de nueva creación o ya llevaba tiempo creada, el caso es que existe. En fin, puesto que las barrabasadas en cuanto al poco o inexistente patrimonio del que goza esta ciudad son grandes, era normal que hubiese una concejalía que marcase el rumbo a seguir en este sentido.
Etre los últimos despropósitos de esta concejalía destaca uno, tanto por su interés para la ciudad y lo que significa, como por la forma de hacerlo que tienen. Se trata de la reconstrucción del antiguo Monasterio Jerónimo de la Murta. Un cenobio del siglo XV situado en un valle de incomparable belleza. El monasterio fue ocupado durante más de 400 años y con la desamortización de Mendizabal fue abandonado y expoliado hasta llegar al estado actual, donde quedan unas hermosas ruinas que delatan su anterior grandeza y le confieren al lugar un aspecto imponente, como se ve en la primera foto.
Pues bien, ahora el ayuntamiento se propone consolidar las ruínas y posteriormente reconstruir el monasterio. Para ello piensan invertir, próximamente, 300.000 euros de la Consellería de Cultura y más adelante 1.700.000 euros más no sé para qué. El caso es que en lugar de restaurarlo lo están destrozando (como se puede apreciar en las fotografías).La forma que tiene de conservar un puente del siglo XVI es echar un pegote de mortero y pasar una paleta para alisar la pasta.
En las paredes que quedan a media altura, para que no se degraden más hacen tres cuartos de lo mismo. O sea un conjunto de aberraciones contra un elemento tan simbólico de la ciudad en el que solamente se busca la notoriedad gratuita que por otra parte y por méritos propios de buenos trabajos no se lograrían.
Lo ideal es que ese monasterio siguiese en su estado natural y que la naturaleza recuperase el espacio que un día el hombre le robó. O bien si quieren conservarlo que lo hagan con coherencia, correctamente y sabiendo lo que hacen no aplicando el “todo vale” por mantener algo a cualquier precio. No tendría razón de ser su reconstrucción puesto que es un edificio que en la actualidad no tendría sentido puesto que si se decidiese por esta opción no volvería a ser lo que fue sino que simplemente sería algo artificial y sin sentido. Lo más normal es la conservación pero a manos de gente que sabe, responsable y profesional y no por el simple afán que tiene algunos de salir en una foto de periódico aunque sea a base de cargarse la propia historia local.
Etre los últimos despropósitos de esta concejalía destaca uno, tanto por su interés para la ciudad y lo que significa, como por la forma de hacerlo que tienen. Se trata de la reconstrucción del antiguo Monasterio Jerónimo de la Murta. Un cenobio del siglo XV situado en un valle de incomparable belleza. El monasterio fue ocupado durante más de 400 años y con la desamortización de Mendizabal fue abandonado y expoliado hasta llegar al estado actual, donde quedan unas hermosas ruinas que delatan su anterior grandeza y le confieren al lugar un aspecto imponente, como se ve en la primera foto.
Pues bien, ahora el ayuntamiento se propone consolidar las ruínas y posteriormente reconstruir el monasterio. Para ello piensan invertir, próximamente, 300.000 euros de la Consellería de Cultura y más adelante 1.700.000 euros más no sé para qué. El caso es que en lugar de restaurarlo lo están destrozando (como se puede apreciar en las fotografías).La forma que tiene de conservar un puente del siglo XVI es echar un pegote de mortero y pasar una paleta para alisar la pasta.
En las paredes que quedan a media altura, para que no se degraden más hacen tres cuartos de lo mismo. O sea un conjunto de aberraciones contra un elemento tan simbólico de la ciudad en el que solamente se busca la notoriedad gratuita que por otra parte y por méritos propios de buenos trabajos no se lograrían.
Lo ideal es que ese monasterio siguiese en su estado natural y que la naturaleza recuperase el espacio que un día el hombre le robó. O bien si quieren conservarlo que lo hagan con coherencia, correctamente y sabiendo lo que hacen no aplicando el “todo vale” por mantener algo a cualquier precio. No tendría razón de ser su reconstrucción puesto que es un edificio que en la actualidad no tendría sentido puesto que si se decidiese por esta opción no volvería a ser lo que fue sino que simplemente sería algo artificial y sin sentido. Lo más normal es la conservación pero a manos de gente que sabe, responsable y profesional y no por el simple afán que tiene algunos de salir en una foto de periódico aunque sea a base de cargarse la propia historia local.
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