jueves, 6 de agosto de 2009

La justicia hecha a medida


Dicen, comentan, murmuran que vivimos en democracia. Una democracia muy particular ciertamente, porque el simple hecho de tener monarquía ya atenta contra todo principio democrático, o sea, que todos somos iguales ante la ley y que podemos elegir a todos nuestros representantes. A pesar que estos dos principios fundamentales no se cumplen continúan diciendo, comentando y murmurando que vivimos en democracia porque otro de los preceptos democráticos es la separación de los tres poderes: ejecutivo, legislativo y judicial.

Según Montesquieu, estos tres poderes deberían ser independientes, como una especie de contrapeso donde se equilibrasen unos con otros para un perfecto funcionamiento. Pero esto es algo que no se cumple tampoco. Si partimos de la base que en España el poder legislativo y ejecutivo son prácticamente los mismos y entre ambos eligen al poder judicial pues ¿qué se puede esperar? Cuando hace unos meses entre los dos partidos mayoritarios eligieron a los jueces de CGPJ, poniendo y quitando de su puesto y repartiéndoselos, como si fueran cartas de una baraja, entonces los principios del filósofo francés se los pasan por la entrepierna con todo descaro.

¿Cuáles son las consecuencias de todo esto? Lo hemos vivido recientemente en el caso Camps. Que por no condenar o por no morder la mano que le da de comer se archiva la causa y tan tranquilos. Realmente yo no sé si Camps es culpable o inocente ¿alguien lo sabe? El juez no ha dicho que ni que sí ni que no, simplemente ha archivado la causa y ya está. Supongo que es la forma más cómoda de acabar con todo, algo así como ni sí ni no sino todo lo contrario. Pero categóricamente, no ha dicho “Es inocente” o “Es culpable”.

Personalmente pienso que es vergonzoso todo lo ocurrido. Y Camps tiene parte de culpa con todo el circo montado. Primero que no conocía al Bigotes, después en una conversación decía que “lo quería un huevo” (¿ahora será monórquido?) después que tenía facturas, después que no las tenía, al tiempo decía que lo había pagado con dinero de la farmacia de su mujer. En resumen, todo mentiras y contradicciones. Por no hablar de los contratos, sospechosamente, beneficiosos que ha conseguido Orange Market. Si hicieran caso a Montesquieu aplicarían una frase suya que decía:

“La amistad es un contrato por el cual nos obligamos a hacer pequeños favores a los demás para que los demás nos los hagan grandes”.

A buen entendedor pocas palabras bastan. Desconozco si Camps sigue queriendo a su amiguito del alma un huevo o ahora también lo quiere con el que le queda, pero sí hacemos caso al refranero popular “Dime con quién vas y te diré quién eres”.

Para acabar con todo el esperpento vivido, Camps, graba un vídeo, sin presencia de periodistas, agradeciendo el apoyo prestado ¿tendría miedo a las preguntas? Después de tanto calvario sufrido ¿qué menos que someterse a una rueda de prensa?

Recuerdo cuando empezó todo que Camps decía que iría a los tribunales para limpiar su honor y yo me pregunto ¿Qué significa eso de limpiar el “honor”? ¿Qué es el “honor”? Es una palabra de la cual que desconozco su significado real. Pero ¿Y el "honor" de los valencianos quién lo limpia? ¿Quién limpia la vergüenza de los valencianos de tener a un Presidente de la Generalitat recibiendo regalos de tramas corruptas? Los políticos, como la mujer del César, además de ser honrados han de parecerlo y en este caso, al menos, no lo parecen.

Es posible que crea en un estado utópico, pero no me parece lo más saludable que quienes ponen las leyes, o sea los políticos, y quienes nombran a los jueces, también los políticos, no puedan estar bajo la espada de la justicia como si fuesen ciudadanos especiales. A modo de venganza, Montesquieu vuelve a aparecer para recordarnos que:

“La ley debe ser como la muerte, que no exceptúa a nadie”.

Pero esto por desgracia no es así. Un sistema político en el que esto no se cumple no puede, no debe, llamarse democrático.

Cualquier persona sabe reconocer lo que está bien y lo que está mal por ello este sistema en que cualquier político se libra impunemente del peso de la justica no puede conseguir otra cosa que sintamos un desprecio a todo lo que significa esa palabra. Eso sí, que a nadie se le ocurra no pagar una simple de multa de tráfico o hacer mal la declaración de hacienda, porque le embargan hasta los calcetines.

Y mientras tanto el Presidente de la diputación de Castellón, Carlos Fabra, se desmarca con las siguientes declaraciones:

“A los socialistas, el archivo del caso Gürtel les ha sentado como un cuerno quemado, pero como dicen en mi pueblo: ajo, agua y resina, a joderse, a aguantarse y a resignarse”.

¡Carlos Fabra, señoras y señores! ¿Va a dar esta persona lecciones de honradez? Prefiero no pronunciarme sobre lo que pienso sobre el ínclito político castellonense, porque últimamente los peperos le han cogido gusto a eso de amenazar con ir a los tribunales, a defender el honor, y no me apetece para nada. Entre otras porque yo no soy político y ya me imagino la sentencia, pero espero que el pensamiento personal no constituya delito… al menos por ahora, quizás mañana si.
En fin como vemos esto es lo que hay, posiblemente tampoco nos merezcamos nada mejor, al menos muchísimas cosas deberían cambiar.


P.D. Acabo de enterarme que el portavoz del PP del ayuntamiento de Palma y ex concejal, junto con otras cuatro personas más, todas relacionadas con el PP, han sido detenidos por presunta corrupción ¿Hacemos apuestas para ver como acaba el asunto?

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Y lo de Esperanza Aguirre? Otro carpetazo.
Me hace gracia que los miembros del PP exijan siempre dimisiones ante la mínima sospecha del contrario sin dar propio ejemplo.
Besos.

Marino Baler dijo...

Parsimonia, si es que hay tantos casos... Desde que Alfonso Guerra dijo, allá por el año 82 aquello de "Montesquieu ha muerto", ya lo teníamos claro. Y los que no habrán salido públicamente.

Besos.

Luis López dijo...

Esta democracia con monarquía, poderes dependientes de los gobernantes, listas (y listos) cerradas (y cerrados) es una mierda. Lo de Camps es de juzgado de guardia. El problema es que, ahora, tendrá más votos que nunca. Pasa siempre en esta maltrecha piel de toro.
No pases mucho calor, pisha.
Saludos.

Anónimo dijo...

Ganas de vomitar, eso es lo que me producen estas cosas (con perdón) entre otras sensaciones.
Hacerlo en cada uno de los trajes del buen señor, en cada toga de juez, en casi todo el sistema.

¿Sería delito eso?
Seguramente.
Acabaría con mis huesos en el lugar en que nunca acabarán los de estos señores tan señores que "nos representan".


Enhorabuena por esta entrada.
Da fuerzas para seguir adelante.

Marino Baler dijo...

Luis; Es increible como ha cambiado la sociedad valenciana respecto al PP, desde los tiempos de Blasco Ibañez que las izquierdas eran predominantes y ahora...
Ya escribiré sobre ello.

Un saludo.

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Anónimo; La justicia en este país es ciertamente un cachondeo pero ¿qué se puede esperar de unos jueces elegidos a dedo por los propios políticos?
Ciertamente dan ganas de hacer eso que dices, pero antes convendría estar afiliado a un partido mayoritario para que no te sancionen... el problema es que la dignidad está por encima de unas siglas.

Gracias por comentar y bienvenido/a.

Anónimo dijo...

A mayores deberes, mayores derechos...una cosa de proporcionalidad y es por eso que las autoridades, por ejemplo, en muchas sociedades tienen fuero previo en el ejercicio de sus funciones.

Montesquieu plantea el equilibrio de los poderes del Estado, pero es algo precario que no es fácil establecer aunque se intenta constantemente en la práctica. Se alude a los nombramientos por parte de acuerdos entre los Poderes del Estado "para preservar el pluralismo" de las entidades estatales...aunque a veces apunta más a una repartija.

Con los altos magistrados de los Tribunales...pasa que algunos tienen claro que no pueden llegar a la Corte Suprema porque, o fallaron en contra de casos de Derechos Humanos o porque encabezaron procesos contra actuaciones en los Gobiernos de la Concertación. Hay excepciones puntuales, pero por negociaciones de lado y lado.

Quien nada hace, nada teme...aunque lo hiciese por una vez para aclarar dudas, bueno hubiese sido que Camps despejase todas las interrogantes. Tienen fuero las altas autoridades...pero, por dignidad y respeto, sean dignos con ese beneficio y no se escuden tras él.

El honor se defiende con hechos, no con bravuconadas. Saludos afectuosos, de corazón.

Marino Baler dijo...

Luis Alejandro; El problema de todo esto es que, en ocasiones, quien es elegido por el puelo se cree por encima del bien y del mal porque el pueblo lo ama. Personalmente sería partidario de limitar la reelección, como máximo, a dos candidaturas. Posiblemente algunos no se acomodarían tanto en el sillón como lo hacen ahora, aunque también se corre el riesgo que por saber que no van a volver a salir elegidos se acomoden demasiado... eso ya entra en el sentido común de cada uno.

Un saludo.

Anónimo dijo...

A ver...ejemplos en Chile.

Presidente: Sin reelección inmediata; cuatro años.
Parlamentarios: Reelecciones indefinidas; ocho años (Senadores) y cuatro años (Diputados)...se intenta legislar al respecto, pero es como si un perro se mordiese la cola.
Jueces de la Corte Suprema: Desde que son designados, permanecen en sus cargos hasta los 75 años de edad (límite que no existe en otros altos puestos del Estado).

Saludos afectuosos, de corazón.