sábado, 5 de febrero de 2011

Las calles siguen sin nombre

Nos daba moral, nos subía el ánimo y nos incitaba a comernos el mundo. Esta canción era capaz de ello en aquellos críticos momentos.

Así como los toreros se santiguan antes de salir al ruedo, nosotros nos la poníamos antes de un examen importante (la verdad es que no había ninguno que no lo fuera). Este era nuestro grito de guerra cuando éramos estudiantes y mis compañeros y yo antes de salir del piso nos la poníamos a todo volumen.

No sabíamos lo que iba a pasar pero esos instantes daban moral para enfrentarte a lo que se avecinaba; solamente tú, unos folios delante y unas cuantas por delante para salir airoso.

Teníamos un equipo de música con tocadiscos y cinta de casete, el Cd todavía estaba lejano. Como un ritual, cuando estábamos preparados la poníamos y salíamos con una moral por las nubes. Ese Bono cantando...


I want to run.
I want to hide.
I want to tear down the walls
that hold me inside.
I want to reach out
and touch the flame.
Where the streets have no name.


Y la guitarra de The Edge haciéndola vibrar como solamente él sabe era una sensación indescriptible. Las pinturas de guerra estaban ya preparadas en forma de bolígrafos, reglas y calculadora. La batalla iba a comenzar y teníamos que salir victoriosos... aunque a veces volviéramos derrotados... pero eso ya lo contaré en otra ocasión.

Aquellos días de febrero, aunque lejanos, han vuelto a mi memoria al mirar el calendario.



2 comentarios:

MAYTE dijo...

Marino, que tiempos aquellos… cuando se están viviendo quieres que acabe esa etapa de la vida para dar paso a la siguiente y ahora se recuerda con mucha nostalgia.

Besos y feliz semana.

Casteee dijo...

Ohhh!! U2 me has dando la sonrisa de la tarde :)

Sin duda la época de estudiante es una de las más maravillosa de la vida.

Besos