Muy mal está el país cuando necesita de actos heroicos y se agarra como un clavo ardiendo a lo ocurrido en el Gamonal, Burgos. Hay cosas que no entiendo, por más vueltas que le dé.
Algunos tratan de vendernos lo ocurrido en Burgos como una especie de ‘toma de la Bastilla’ a la española cuando creo que es difícil darle una lectura y poder sacar una lectura positiva de todo ello.
La lectura que yo le doy es que se trata de un hecho aislado y nada más, pero que no va a prender la mecha de ninguna revolución ni de ningún cambio; en un mes todo olvidado. Ejemplos tenemos de ello y el más significativo el Movimiento 15 M.
Cuando surgió este movimiento algunos creían, o creíamos, que algo podría cambiar en este país y que estos corruptos que nos gobiernan pasarían en el mejor de los casos a la cárcel. Un par de semanas después se realizan las elecciones autonómicas y municipales y la derecha no solamente no pierde sino que en algunas comunidades, como la valenciana, paradigma de corrupción, mejora su mayoría absoluta; en otras, como Castilla la Mancha, feudo del PSOE durante décadas, consigue la mayoría absoluta y en Andalucía gana las elecciones aunque no gobierne. Seis meses, en noviembre de 2011, la derecha consigue una mayoría absoluta como nucna había tenido un partido político en este país, ni siquiera en los tiempos de Felipe González.
Moraleja. Si todo lo que se suponía que era el 15 M, ese cambio que muchos anhelábamos, no sirvió para nada… ¿va a servir lo del Gamonal?
Habría que recordar que en Burgos el PP tiene la mayoría absoluta y que las reformas del Gamonal iban tanto en el programa electoral del PP como del PSOE, casualmente los dos partidos más votados, ¿qué pasa? ¿Qué la gente no se lee los programas electorales? ¿Cuántos de los que estaban en esas manifestaciones habían votado PP o PSOE?
Mi pesimismo no es solamente con la clase política dirigente; es también con los ‘borregos’ que los han puesto ahí mediante sus votos. Que se han creído sus mentiras; analfabetos políticos, sin duda alguna el peor de todo analfabetismo, como dijo Bertold Brecht.
No hay esperanza… o sí, pero no por la vía pacífica.
Y encima el presidente del Gobierno, diciendo “Estoy convencido de que a la Infanta le irá bien”.
No me extraña que Larra se suicidara.
2 comentarios:
La verdad es que no dejas títere con cabeza; cuándo uno no ve más que tinieblas me hace pensar que es poco valiente, ya ves, España hoy es una desesperanza, pero, aún en tiempos de cólera se debe tener el coraje de defender la voz de la verdad. Es muy cómodo suicidarse por la rabia que produce la mala fe de los demás, lo verdaderamente heroico es levantarse y buscar la senda que te permita luchar y abrazar la felicidad. El que los demás voten un partido u otro no es motivo para no defender tus derechos ni para llenar tu corazón de odio y no abrirte nuevos caminos. Debes de recapacitar y no pelear con odio porque envenena los sueños. En fin yo también intento levantarme y caminar y no creas que no se me hace cuesta arriba. Un abrazo.
Estoy de acuerdo con los dos. Para mi suicidarse es de cobardes…levantarse todos los días y luchar por tu familia o por tu mismo,es lo realmente valiente.
Lo que tú dices Marino, lo vengo diciendo yo hace tiempo y es que somos un pueblo aborregado,que aceptamos todo sin cuestionarnos nada. Si te has dado cuenta, cada cual defiende lo suyo y solo sale a la calle a protestar si se siente perjudicado él personalmente “preferentes, despidos o que les quiten ayudas” etc.
Las encuestas dicen que el PP ganara…pero no por mayoría. Y la izquierda nacionalista ya está a bofeteadas, porque todo el mundo quiere coger un buen puesto en las listas.Ante la posibilidad de una coalición de izquierdas y así tener un buen puesto en un hipotético y futuro gobierno valenciano.
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