martes, 18 de julio de 2017

Herramientas para dibujar


No sé hasta que punto ser lo último o lo primero en algo es bueno o malo. Hace unas entradas comentaba el cambio que ha supuesto en los despachos de arquitectura pasar de la mesa de dibujo al ordenador. Yo soy de esas promociones que están a caballo entre lo antiguo y lo moderno. Como decía en aquella entrada, yo conocí esa transición que llamamos nuevas tecnologías.
No sé lo que actualmente se enseñará en las escuelas de arquitectura, me imagino que si volviese el curso que viene estaría totalmente perdido en lo referente a las asignaturas. Por ejemplo, la asignatura de expresión gráfica consistía en dibujar a mano alzada fachadas de edificios singulares (iglesias, ayuntamiento, casas señoriales, etc.), algunos todavía los tengo guardados en una carpeta grande. Otra parte era dibujo técnico (diédrico y acotado). Por la experiencia que tengo, era algo muy difícil de aprender. Hacía los dibujos paso por paso, docenas de veces. Ahí estaba yo con el escalímetro, la escuadra, cartabón, compás y ¡ale! Línea de tierra, cambio de plano, dibujando los distintos tipos de líneas, planos, figuras, intersecciones… ¡y no había manera! Me cambiaban un dato y ya no sabía hacerlo. Era como aprender la misma multiplicación y si cambiaban los números ya no saber multiplicar. ¿Cómo lo aprendí? De la forma más extraña. Después de muchas horas dibujando, sin saber porqué hacía las cosas, un día me levanté y ya sabía hacerlo, lo que suele decir ‘ver la luz’; tanto es así, que luego yo daba clases de esa parte de la asignatura a otros compañeros.
Desconozco si todo esto se seguirá estudiando, supongo que sí, aunque no con la misma intensidad. El caso es que hoy en día todo se hace por ordenador y, la verdad, ya no hace falta ensuciarse las manos con la tinta de los ‘rotring’. El programa por excelencia, el que sustituyó a la mesa de dibujo, es el AutoCAD. Con sus diferentes versiones, es el que más se ha utilizado orientado a la producción de planos, empleando para ello los recursos tradicionales de grafismo en el dibujo, como color, grosor de líneas y texturas tramadas Con este programa se pueden realizar todo tipo de diseños técnicos en 2D y 3D a la escala deseada.

 

Pero desde hace cuatro o cinco años, ha aparecido Revit. Es parecido al anterior, pero, aunque suene contradictorio, totalmente diferente. Funciona por componentes dando la opción de poner ejes y muros arquitectónicos. Aquí no se dibuja, se construye. No se pone una línea, se pone un muro, viga, pared… A los muros les puedes puertas y ventanas, además de asignarles un material. También agregar elementos como muebles, columnas o cortinas. Es un programa sumamente complicado y dudo que haya gente en el mundo que lo sepa manejar todo, todas sus posibilidades, al 100 %.


Finalmente está Sketchup. Con este programa se conceptualizar volúmenes y formas arquitectónicas. Muy intuitivo y sencillo de utilizar. Suelo usarlo cuando tengo que hacer una presentación rápida en 3D para que alguien vea de forma sencilla, por ejemplo, una distribución.


Por eso hablaba al principio de las ventajas y desventajas de la transición entre lo antiguo y lo moderno. Imagino que el manejo de estos programas se aprenderá en las escuelas de arquitectura, mientras que en mis tiempos no existían (con timidez se hablaba de AutoCAD y en pocos estudios se usaba de forma profesional), yo he tenido que aprender a manejarlos de forma autodidacta y cuando llegaba a un punto que no podía seguir no tenía más remedio que hacer cursos particulares (con el correspondiente gasto). Con AutoCAD y Sketchup no tengo ningún problema, pero con Revit… pasará mucho tiempo hasta que me sienta seguro para usarlo sin problema y ni así sabré utilizar todo su potencial.
No obstante, a pesar de todos estos avances, a veces, echo de menos una pequeña mancha de tinta en un plano y maldecir al cielo por ello. No sé... tiene algo de romántico.

Volverán las oscuras golondrinas
de tu balcón sus nidos a colgar,
y otra vez con el ala a tus cristales,
jugando, llamarán.

Pero aquellas manchas de tinta,
que veíamos salir del rotring
y caer como lágrimas del día...
ésas... ¡no volverán!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Mala cosa que la tecnología avance tan rápidamente. Cualquier día Marino ya no haréis falta, el ordenador lo hará todo.

Marino Baler dijo...

Alguien deberá manejar el ordenador... pero es cierto que la tecnología ellimina muchos puestos de trabajo.