El fin de semana pasado estuve en Teruel. Es, junto con Soria, una de las dos ciudades donde quién no me encuentre puede buscarme. Había estado varias veces, solo o acompañado, visitando los mismos sitios, aun así siempre hay algo que descubrir.
Esta vez he ido con otros ojos, con ojos de mirar, de observar, de sentir el entorno en su conjunto y no individualmente. Sería absurdo hablar de las torres de San Martín o el Salvador, de la catedral, del museo provincial, del acueducto… cuando todo eso está al alcance de la mano de cualquiera y, seguro, con datos más precisos de los que podría dar yo.
Teruel es una ciudad que merece la pena visitar al menos una vez. Tiene un encanto especial que la hace distinta. Yo siempre he dicho que toda la provincia, y por ende la ciudad, son grandes desconocidas. La gente no las conoce y yo, puedo dar fe que existe. Es posible que sea de los últimos lugares vírgenes de España, donde la especulación inmobiliaria no ha arrasado completamente como ha ocurrido con los Pirineos. Y las sensaciones que me he llevado de Teruel, en esta ocasión, es que se trata de una ciudad muy heterogénea en su construcción. Está declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, debido a su arte mudéjar. Brevemente diré que el mudéjar es una especie de eslabón entre el arte cristiano de la época y el musulmán. Lo practicaban los musulmanes que permanecían en los reinos cristianos tras ser conquistados sus territorios y, a cambio de impuestos, conservaban su religión y privilegios, pero sin hacer demasiado alarde de ellos. Por lo tanto podemos imaginar que es una arquitectura que mezcla elementos cristianos con musulmanes sin decantarse abiertamente hacia una posición.
Pero no solamente es mudéjar lo que podemos encontrarnos. Tenemos edificios renacentistas, como el museo provincial; góticos, como la Iglesia de San Francisco; y sobre todo modernistas como la famosa Plaza del Torico, símbolo de Teruel, donde este estilo predomina entorno a tan conocido símbolo.Es Teruel un ejemplo donde los estilos arquitectónicos, aunque dispares entre sí, conviven con una cortesía digna de elogio. Ningún edificio desentona por su ubicación, como si hubiera sido hecho a medida para ese lugar. Entre ellos se reparten el espacio, la importancia, sin que uno ocupe el lugar del otro. Parecen construidos al mismo tiempo, aunque haya entre ellos 500 años de diferencia. Paseando por la torre del Salvador, subiendo calle arriba, hasta la Plaza del Torico, no hay nada que no nos invite a realizar, una y otra vez, el mismo recorrido y a observar distintos elementos, cada vez que pasemos por allí.Teruel es una gran desconocida, hay que descubrirla, pasear por sus calles, sentarse en la plaza mirando el Torico, visitar el mausoleo de los amantes, ver su catedral, subir a sus torres mudéjares, tocar las piedras de su acueducto y, sobre todo, querer volver. Os puedo asegurar que Teruel existe y seguirá haciéndolo aunque las instituciones se empeñen en que sea olvidada.
Distintos edificios modernistas ubicados en la misma plaza.
Edificio renacentista, acutalmente uado como museo. Se encuentra a escasos metros de la catedral, de estilo mudéjar, y en una de las calles adyacentes a la Plaza del torico.
Esta es una de las entradas a la catedral, de estilo mudéjar. Es conocida como la capilla sixtina del mudéjar.
Torre de la catedral.
Cimborrio de la catedral, donde se observa la arquitectura mudéjar en su máxima exponencia.
Una de las torres mudéjares que existen en la ciudad. Esta, actualmente, se encuentra en proceso de restauración y, junto con la del Salvador, es la más característica. En su base, si uno se acerca, se puede observar las consecuencias de la artillería francesa durante la Guerra de la Independencia.
Es el acueducto renacentista más grande de España.
Por último, la torre del Salvador. De parecida construcción a la de San Martín, se dice que ambas fueron construidas en un año. Con una altura de poco más de 50 metros, se iba elevando a casi un metro por semana. Observar el emplazamiento que tiene. Al contrario que la de San Martín, esta se encuentra en una estrecha calle que va a desembocar a la plaza del torico. De ahí hasta llegar a la plaza, en unos 50 metros, pasamos del mudejar puro, al modernismo más representativo sin apenas darnos cuenta. Sin dañar a la vista, mezclando ambos estilos con una amabilidad sin igual.
He puesto algunas de las fotografías que hice (reconozco que soy un aprendiz de aficionado a fotógrafo), dejándome otras para una obligada visita. Teruel es esto y mucho más. Os invito a que descubráis esa ciudad, esa provincia. Seguro que no os arrepentiréis.
Teruel es una ciudad que merece la pena visitar al menos una vez. Tiene un encanto especial que la hace distinta. Yo siempre he dicho que toda la provincia, y por ende la ciudad, son grandes desconocidas. La gente no las conoce y yo, puedo dar fe que existe. Es posible que sea de los últimos lugares vírgenes de España, donde la especulación inmobiliaria no ha arrasado completamente como ha ocurrido con los Pirineos. Y las sensaciones que me he llevado de Teruel, en esta ocasión, es que se trata de una ciudad muy heterogénea en su construcción. Está declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, debido a su arte mudéjar. Brevemente diré que el mudéjar es una especie de eslabón entre el arte cristiano de la época y el musulmán. Lo practicaban los musulmanes que permanecían en los reinos cristianos tras ser conquistados sus territorios y, a cambio de impuestos, conservaban su religión y privilegios, pero sin hacer demasiado alarde de ellos. Por lo tanto podemos imaginar que es una arquitectura que mezcla elementos cristianos con musulmanes sin decantarse abiertamente hacia una posición.
Pero no solamente es mudéjar lo que podemos encontrarnos. Tenemos edificios renacentistas, como el museo provincial; góticos, como la Iglesia de San Francisco; y sobre todo modernistas como la famosa Plaza del Torico, símbolo de Teruel, donde este estilo predomina entorno a tan conocido símbolo.Es Teruel un ejemplo donde los estilos arquitectónicos, aunque dispares entre sí, conviven con una cortesía digna de elogio. Ningún edificio desentona por su ubicación, como si hubiera sido hecho a medida para ese lugar. Entre ellos se reparten el espacio, la importancia, sin que uno ocupe el lugar del otro. Parecen construidos al mismo tiempo, aunque haya entre ellos 500 años de diferencia. Paseando por la torre del Salvador, subiendo calle arriba, hasta la Plaza del Torico, no hay nada que no nos invite a realizar, una y otra vez, el mismo recorrido y a observar distintos elementos, cada vez que pasemos por allí.Teruel es una gran desconocida, hay que descubrirla, pasear por sus calles, sentarse en la plaza mirando el Torico, visitar el mausoleo de los amantes, ver su catedral, subir a sus torres mudéjares, tocar las piedras de su acueducto y, sobre todo, querer volver. Os puedo asegurar que Teruel existe y seguirá haciéndolo aunque las instituciones se empeñen en que sea olvidada.
Plaza del Torico
El famoso torico, símbolo de Teruel. Creo que no deja indiferente a nadie que haya oído hablar de él. Su fama, como es evidente, no se corresponde con su tamaño.Distintos edificios modernistas ubicados en la misma plaza.
Museo provincial
Edificio renacentista, acutalmente uado como museo. Se encuentra a escasos metros de la catedral, de estilo mudéjar, y en una de las calles adyacentes a la Plaza del torico.
Catedral de Teruel
Esta es una de las entradas a la catedral, de estilo mudéjar. Es conocida como la capilla sixtina del mudéjar.
Torre de la catedral.
Cimborrio de la catedral, donde se observa la arquitectura mudéjar en su máxima exponencia.
Torre de San Martín
Una de las torres mudéjares que existen en la ciudad. Esta, actualmente, se encuentra en proceso de restauración y, junto con la del Salvador, es la más característica. En su base, si uno se acerca, se puede observar las consecuencias de la artillería francesa durante la Guerra de la Independencia.
Acueducto de Teruel
Es el acueducto renacentista más grande de España.
Mausoleo de los amantes
No podía faltar la visita al mausoleo de los vecinos más importantes de Teruel, Isabel de Segura y Juan Martínez de Mancilla, cuyas momias se encuentran en el interior de los sarcófagos, visibles a la vista, pero no se pueden fotografiar. Las estatuas, de alabastro, están hechas por el escultor Juan de Ávalos, el mismo del Valle de los Caídos. Las cabezas están ladeadas, sin llegar a mirarse, y las manos juntas, sin llegar a tocarse, símbolo de un amor imposible.
Torre del Salvador
Por último, la torre del Salvador. De parecida construcción a la de San Martín, se dice que ambas fueron construidas en un año. Con una altura de poco más de 50 metros, se iba elevando a casi un metro por semana. Observar el emplazamiento que tiene. Al contrario que la de San Martín, esta se encuentra en una estrecha calle que va a desembocar a la plaza del torico. De ahí hasta llegar a la plaza, en unos 50 metros, pasamos del mudejar puro, al modernismo más representativo sin apenas darnos cuenta. Sin dañar a la vista, mezclando ambos estilos con una amabilidad sin igual.
Escalera estilo mudejar
Esta escalera, fabricada con ladrillos estilo mudéjar, es una de las maravillas que podemos encontrarnos. Observemos su trazado, su simetría perfecta. A pocos metros de la anterior torre, sirve de acceso entre dos calles a distinto nivel.
He puesto algunas de las fotografías que hice (reconozco que soy un aprendiz de aficionado a fotógrafo), dejándome otras para una obligada visita. Teruel es esto y mucho más. Os invito a que descubráis esa ciudad, esa provincia. Seguro que no os arrepentiréis.
6 comentarios:
Gracias a ti me he dado un paseo fabuloso por Teruel, ciudad que conocí hace muchos años pero de la que apenas me quedaban recuerdos.
Estupenda...
Un beso
Gracias por el paseo....nunca estuve allí y ahora a,al menos,tengo la curiosidad ;)
Después de este increible paseo virtual, tengo más gana que nunca de ir a Teruel :-)
Besos
Eres un gran narrador, gracias a ti y tus fotos hoy he estado en Teruel, el mausoleo de los amantes me ha estremecido.
Besos.
Yo si que he estado en Teruel, en varias ocasiones.
La ultima vez os la conté este invierno, con motivo de la celebración de Los Amantes de Teruel.
Me gusta Teruel, es una ciudad ideal para vivir sin los agobios de las grandes ciudades.
Yo solo le veo un pero a Teruel
y es el frio, brrrrrr, que de verdad se te congelan hasta los sesitos.
bonita ciudad, voy a tomarla.
:)
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