Creo que cuando vio que había que atravesar dos puertas para entrar no se extrañó. Fuera hacía frío, mucho frío (supongo que era normal) acompañado de una llovizna que no molestaba, al contrario.
Al entrar ocupamos la primera mesa a la izquierda. Los asientos eran un banco con cojines corrido a lo largo de toda la pared. Cuando ya nos habíamos quitado los abrigos y entrado un poco en calor fui a la barra a pedir. Un bombón con hielo para mí y un cortado para ella.
La cafetería estaba oscura, solamente se iluminaba con pequeñas bombillas en el techo y por las luces que tenía el camarero en la barra. Sonaba música de fondo no demasiado alta, lo que hacía que la conversación pudiera ser agradable.
Nosotros hablábamos; hablábamos de aquellas cosas que en otro contexto, quizá, no tendrían importancia o no hablaríamos, pero allí sí. Conversábamos con la tranquilidad que daba el saber que el tiempo no importaba, daba igual.
Me levantaba y pedía dejándome llevar por los consejos del camarero que nos recomendó varios cócteles; sin saber sus ingredientes me parece que el sabor vuelve a mis papilas.
De vez en cuando ella apoyaba sus piernas en las mías o bien yo doblaba una pierna encima del asiento. Continuábamos hablando enlazando temas. Son esos momentos en los que el mundo se reduce a un metro cuadrado.
Acababa de sonar algo, probablemente de Maná, y cuando volvió a empezar la música me dijo: “Escucha esta canción”. Nos quedamos en silencio, no nos mirábamos, simplemente escuchábamos hasta que terminó.
Esto que he relatado ocurrió un fin de semana, viernes noche, el último de octubre, tal como este, hace diez años… en el Café Hispano… de Soria, donde dicen que el tiempo pasa cadencioso sin pensar y el dolor es fugaz. No hace falta contar más, el resto queda guardado en el cajón de la memoria.
Ha pasado el tiempo, pero si algunos dicen que “veinte años no es nada” menos lo son diez. Quelqu’un m’a dit “escucha esta canción”.
2 comentarios:
No es por nada, pero, esto me suena a AMOR PROFUNDO Y SINCERO....
Un saludo...
Me imagino que hablas de un pasado lejano, ¿no? :).
Besets.
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