“Estás enganchado/a”… ¿A quién no le han dicho o ha escuchado nunca esa frase? Supongo que suele ser un diagnóstico muy claro que nos da alguien ante algo ilógico y sin explicación, evidentemente no me estoy refiriendo a nada que sea adictivo, no va por ahí esta entrada; me estoy refiriendo a lo sentimental o emocional.
Yo lo definiría como querer, desear algo que sabes que no puede ser y no porque no quieras, no siempre querer es poder. Somos peones de los dioses que nos ponen donde ellos quieren.
“Aunque me haga daño,
aunque sea extraño…”
Vivir en una especie de bucle en el que por mucho que pasa el tiempo no te hace olvidar. Y sí, pasan los días, semanas, meses y años… pasa la vida pero algo permanece igual y no cambia.
“No sé cuál es la medida
hasta que todo termina,
nunca supe decir basta
no creí que hiciera falta…”
Una situación te recuerda a…, una palabra…, una situación…
Hay que aceptarlo.
“Aunque me hayas capturado
dejé la vergüenza a un lado…”
Pero una y otra vez, de una u otra manera esos mismos dioses hacen que se den las casualidades para continuar en ese bucle. No importa el tiempo que transcurra, ni si las circunstancias cambian… se vuelve porque hay algo que por mucho tiempo que pase jamás desaparece. Siempre se busca volver. Siempre hay esperanza.
“Si te digo: ‘me he quitado’
no es verdad,
las evidencias
no se pueden ocultar...”
6 comentarios:
Aunque se es consciente es inevitable "regalarles" nuestros momentos pasados,presentes y futuros.
De una forma u otra estarán presentes...
Pues si Marino; creo que todos en alguna o más de una ocasión, hemos estado enganchados a alguien que era solo una utopía porque era inalcanzable.
Lo malo es la eterna duda que siempre quedará... ¿y si las circunstancias hubieran sido o fueran favorables?
A veces las circunstancias pueden ser favorables, tenerlo todo de cara y no saber aprovecharlo.
Que sepas que aquí tienes una "enganchada" a ti y a lo que escribes, aunque casi nunca te lo hago saber. Siempre es un muy buen rato cuando tengo tiempo de ocasión de visitarte. Un besset.
Hola Valeria, después de tanto, tanto tiempo (diría que años) me alegra volver a saber de ti.
Un abrazo.
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