martes, 29 de noviembre de 2016

Santa Rita mártir



El respeto que tenemos que tener a la muerte de Rita Barberá no es justificante para el panegírico a su figura política ni para todos los honores que le están rindiendo. No viene a qué. Lo que merecía es un juicio que ya no se celebrará para que explicase su implicación en la trama de blanqueo y financiación del PP, pero no se merece ningún elogio ni respeto institucional quien ha dirigido una alcaldía en la que todos sus miembros han sido imputados. La muerte no hace mejor a nadie, simplemente mata.
Y en su partido, como siempre, con cinismo. Fueron sus propios compañeros los que la obligaron a que se apartara del PP y la habían convertido en una apestada; tanto que ni siquiera se atrevían a acercarse a ella el día del comienzo de la legislatura. Ahora la convierten en poco menos que Isabel la Católica. Algo bueno puede tener la muerte de Rita, no servirá para blanquearla a ella, pero servirá para que algunos blanqueen su mala conciencia. Aunque algunos son tan zotes que ni siquiera saben lo que es la vergüenza, con un diccionario en las manos comenzarían por la primera palabra hasta encontrar esa palabra. Hace falta ser muy sinvergüenza para acusar del fallecimiento de Barberá a los periodistas que han publicado sus presuntas corruptelas y probados despilfarros.
Ha sido su propio partido el que la ha abandonado y ahora buscan culpabilizarnos a todos; pero la única responsable de su situación ha sido la propia Rita.
Fue ella quien despilfarraba el dinero público y cargaba gastos de partido a las arcas de la alcaldía, quien aceptaba bolsos de Louis Vuitton, quien abandonó su coche en el garaje del ayuntamiento durante años como si fuera su casa, quien gastó una millonada en coches oficiales, quien se pasó 54 días sin pisar el Senado (pero cobrando como si fuera) donde la aforó Rajoy o quien dirigía el PP de Valencia mientras se ‘pitufeaba’ para financiar el partido en B. Piden respeto para quien no lo tuvo con los ciudadanos. El respeto no lo da la muerte, se gana en vida.
Por eso ha sido improcedente dedicarle un minuto de silencio en el Congreso. En el Parlamento, donde se les ha negado a otros, como a Labordeta, y es muy poco habitual. El minuto de silencio a Barberá era un homenaje que no merecía, no necesitaba e interesado. El problema no es que Unidos Podemos se haya ausentado, el problema es utilizar las instituciones de este país para distinguir a políticos que las han deshonrado. España debe dejar de dignificar a quienes representan el despilfarro y la corrupción.
Hay que reconocer que ha llevado el aforamiento hasta sus últimas consecuencias. Por ese privilegio de no poder ser juzgada por un tribunal ordinario, ahora solamente Dios podrá juzgarla sometiéndola al juicio divino… paradojas de la vida. El PP ha empezado su canonización. La han hecho mártir, la han ascendido a los cielos y acabarán subiéndola a los altares: Santa Rita mártir, patrona de la corrupción. No seré yo quien le quite en su muerte nada de lo que fue en su vida, un ejemplo de lo que no debiera ser nunca la política.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo en lo que dices. El problema de Rita y el PP ha sido el sistema, un sistema corrupto que les ha permitido hacer lo que les ha dado la gana, sin miedo a las consecuencias.
PP, Nacionalistas, PS, todos se han aprovechado del sistema para robar. Cuando un partido ostenta el poder a nivel nacional o autonómico, y controla todos los estamentos de poder del Estado, incluyendo el poder judicial.Y según los votos conseguidos, tienen derecho a una cantidad de jueces o juezas, ya me dirás quien va ir en contra de quien los ha puesto ahí.
Un cuñado de Rita dijo “Rita podía con todo menos con la traición de los suyos” y los suyos eran el PP. Nunca sabremos judicialmente si era culpable de lo que se le acusaba. Yo no tengo dudas que ella sabía lo que estaba pasando y por lo tanto es culpable, nueve concejales de diez imputados en el ayuntamiento no es ninguna tontería.

Marino Baler dijo...

Es lo que tienen las mayorías absolutas y que no esté limitado el mandato a 8 años. 24 años en un cargo desgastan a cualquiera y es muy difícil salir inmaculado.
Lo que ya está bien en este país es que nadie se entere de nada, que ningún 'jefazo' sepa nada. ¿Aguirre no sabía lo de Granados y Rita no sabía lo que se cocía en su partido en Valencia? Eso no hay nadie que se lo crea; sólo por eso, por no enterarse ya es motivo de sanción. Alguien que ocupa un cargo de importancia no puede no saber lo que hacían los suyos.

Anónimo dijo...

Trabajaba de encargado de 6 a la 15:00 horas en el turno de la mañana y más dependiendo de la faena. Trabajábamos para la Ford, hacíamos unas piezas muy delicadas y no se le podía echar un producto que es un desmóldate de silicona, las piezas con este producto daban un problema muy serio cuando pintaban los coches. En la maquina había una hoja explicándolo todo y al que entraba por la tarde se le explicaba personalmente lo que había que hacer y no una vez. Por la tarde había un responsable del turno, pero el encargado general era yo. Pero uno que tenía muy pocas luces le echó ese producto, estuvimos a punto de perder a la Ford, y seguramente se hubiera cerrado la empresa. Yo por la tarde no trabajaba y por lo tanto no estaba en la fábrica y no era responsable de nada. De todas formas considere que como encargado era mi obligación presentar por escrito mi dimisión. Yo no me sentía culpable, pero seas encargado o político tienes una responsabilidad con los que están bajo tu mando… no me aceptaron la dimisión. Pero los políticos ¡no dimite nadie! y ninguno es responsable de nada de lo que hace, ni de los suyos aunque metan la mano donde no deben. y da igual que estén la mayoría imputados por un juez...no pasa nada.

Marino Baler dijo...

Un buen ejemplo has puesto y como ese miles. Y otra cosa, si los políticos respondiesen con su patrimonio... otro gallo cantaría.

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo.