martes, 20 de junio de 2017

Firmas


Con lo contento y orgulloso que estaba con mi firma y… ¡menudo coñazo! Esta mañana he estado en el colegio visando un proyecto. Se trata de la colocación de un ascensor en un edificio. Es habitual firmar en la parte inferior izquierda de cada hoja que tenga algo escrito o dibujado.
He presentado un proyecto de 300 folios por una cara (memoria, pliego de condiciones, plan de control de calidad, estudio de seguridad y salud, gestión de residuos, presupuesto y planos) lo que supone firmar ¡300 veces! como mínimo.


Como hace años que tengo la misma firma, no sé si a estas alturas podría cambiarla, ya que todos mis documentos tienen el mismo diseño. Pues nada, tendré que hacerme une cuño y, ale, como si fuera un oficinista: tinta - folio, tinta - folio, tinta - folio, tinta - folio, tinta - folio, tinta - folio, tinta - folio, tinta - folio, tinta - folio, tinta - folio, tinta - folio, tinta - folio, tinta - folio, tinta - folio,… y así cientos de veces. ¡Menudo coñazo!


PD. Es fácil adivinar cuál es mi firma original y cuál sería mi firma deseada.

4 comentarios:

Valeria dijo...

No te imaginas la de pistas sobre tu personalidad que das con tu firma. Un grafólogo profesional podría dejarte perplejo. Lo poco que yo recuerdo de alguna charla que he seguido sobre este tema me lleva a dejarte sólo tres pequeños detalles... y que a día de hoy, son más ciencia infusa que conocimientos reales.
El primero es la forma envolvente circular que se repite una y otra vez en tu firma. Eso viene a representar una personalidad "egocéntrica", en absoluto en sentido peyorativo, sino como ser humano que profundiza mucho más en sí mismo que en los demás. Vives hacia dentro, buscándote, dándote vueltas una y otra vez, en un sentido que puede ser de propia profundización personal (que diría que es tu caso de lo que puedo saber de ti con lo que escribes), que podría ser obsesivo, podría ser absolutamente vanidoso... pero cuando alguien envuelve los trazos en círculos, es una persona más centrada en sí mismo que en los demás.
Si trazas una línea de base de tu firma, se inclina ligeramente hacia arriba. Un día puede ser así... otro puede quedar recta... y algún día puede inclinarse hacia abajo. Eso es tu estado emocional en ese momento: ligeramente optimista hoy, a pesar de las 300 firmas.
Por último, están las lanzas. Justo al empezar la firma y al terminarla, ves que hay un deje de boli más endeble, como antes de asentar el bolígrafo para empezar realmente la firma. Si te fijas en otras firmas, verás que hay firmas con lanzas y firmas sin lanzas. Yo siempre me fijo en la de mis jefes. Las lanzas son actitudes hirientes. Luego está el destino de esas actitudes. Si la lanza tiene el extremo hacia el interior de la firma, el "daño" es hacia tí mismo. Si el extremo es hacia el exterior, la actitud es hacia los demás. Desconfío de las personas que tienen lanzas externas. No significa en absoluto que vayan a ser unos indeseables ni estén pensando todo el día en traicionarte; pero en su instinto básico, uno de sus recursos es pisar y atacar, y la nobleza puede ser su manera de comportarse, pero no es su ADN. Cuando las lanzas son hacia el interior, estamos ante exigencias extremas con uno mismo, poca transigencia con los errores propios, culpabilidades fáciles... Vamos, que no eres tu mejor amigo...
Si ves las firmas de años anteriores, verás que estos rasgos pueden estar o no estar, según las temporadas.
Y con todo... esto es pura tontería para que te rías un poco, como hacemos con los horóscopos y estas cosas.

Marino Baler dijo...

Vaya, vaya Valeria. En otra ocasión respondería a tu comentario. Pero después de, ¿cuánto… seis, siete años sin saber ti? Simplemente te diré que me alegro enormemente que hayas vuelto a aparecer. Si lo sé ‘firmo’ antes.

Saludos

Valeria dijo...

Lo bueno de seguir un blog, es que yo puedo saber de ti siempre que quiera, y te aseguro que raro es el mes en que no lo hago. Es muy generoso por tu parte seguir regalándonos tus pensamientos, y muy poco generoso de la mía el no ser más participativa. Hay temporadas menos comunicativas...
Muchas gracias por estar ahí.

Marino Baler dijo...

Gracias a ti por pasarte por aquí. Espero que tu ausencia no se deba a nada grave. Escribiré con la ilusión de saber que me lees.
Un abrazo.