Dada mi costumbre de publicar los martes y los sábados, por lógica, esta será la última entrada de este año.
Suele ser habitual durante las últimas horas del año que la gente haga balance o decir eso ‘año nuevo, vida nueva’. No creo que sea necesario ni una cosa ni otra. Mi vida será la misma cuando llegue el 1 de enero, el 2, 3, 4… Puede que cambie a lo largo del año porque tenga que hacerlo, pero no será ni el 1 de enero ni por ser otro año distinto. Y del mismo modo, hacer balance de lo que he hecho o he dejado de hacer sería una especie de discurso borbónico durante la Nochebuena y, sinceramente, no le veo ningún sentido. ¿Por qué aparece la testa coronada delante de las cámaras durante un cuarto de hora solamente esa noche? ¿Por qué no el resto del año? Por eso digo que de nada sirve ver en un instante o día determinado lo que se ha hecho bien y mal, ya que cualquier momento del año es bueno para hacer una retrospección.
Pero supongo que es inevitable no acordarse de cosas y mientras escribo estas líneas retrocedo con la memoria y pienso en todo lo ocurrido durante este año. Me cuesta continuar con las letras si no es mirando por la ventana observando algunas hojas secas, las que han desafiado al otoño, moverse por el viento en los chopos que hay a cuatro metros mientras me pierdo en recuerdos y situaciones. No se trata de reproches, culpables o inocentes… los hechos ahí están; hay una frase que marca: “Cada cual sabe lo que coge y lo que deja”. Sólo eso, no quiero entrar en detalles, pero si sirve de algo diré tal y como se dice en ‘El guerrero nº 13’:
“Por todo lo que debimos pensar y no pensamos.
Por todo lo que debimos decir y no dijimos.
Por todo lo que debimos hacer y no hicimos”.
Nos leemos en unos días.
3 comentarios:
Chico, tu pasión me abruma, nunca sabes, quizá haya una mariposa revoloteando tu ilusión!!! Sea como fuere, yo este año lo he terminado aprendiendo a valorar el ímpetu, los sentimientos positivos y la pasión.
Que tus ilusiones se llenen de energía positiva!!!.
¡¡¡Felices proyectos para tí y tus seres más queridos!!!
30 de diciembre de 2014, 22:31
El tiempo es un continuo...si bien hay ciertas marcas temporales ante las cuales podemos medirnos. Saludos y Feliz 2015.
PD: Como puedes ver, he vuelto.
Leo; te deseo lo mismo para ti en este nuevo 2015.
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Luis Alejandro; celebro enormemente volver a saber de ti. Espero que tu ausencia haya sido voluntaria y que vuelvas de nuevo al mundo bloguero del que, como puedes ver, cada vez quedamos menos. Rebienvenido.
Un abrazo y feliz año.
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